Rnesto De la Torre Villar, Independencia de México.

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El tercer capítulo: Inicio y desarrollo del movimiento emancipador,

En un principio expone el proceso de lo que llevaría a que reviente la crisis social de Nueva España, lo que sumado a la voluntad de cambio de altos funcionarios llevó al fin de quitar el poder a los españoles por las armas. El primer hito revolucionario tendría lugar a partir de la rebelión de Miguel Hidalgo, párroco de Dolores, quien en contacto con un grupo conspirador en Querétaro, y en vista de su desarticulación, junto con el capitán de milicias Ignacio Allende, lideró un grupo rebelde que aumentaba en la marcha hasta ocupar Celaya con unos 50.000 hombres, donde se proclamó a Hidalgo como generalísimo y Allende como teniente general. Posteriormente tomaron Guanajuato, con consecuencia de una matanza de 200 soldados y 105 españoles y saqueos. Sin batalla tomó Valladolid. Allí tuvo sus primeras diferencias con Allende y algunos oficiales criollos, por preferir el número frente al adiestramiento de sus tropas, y permitir el saqueo y asesinato de españoles. El intendente de Valladolid abolió la esclavitud el 19 de Octubre de 1810 por disposición de Hidalgo. De acuerdo a Latorre, su olvido de prepararse para la guerra, y en cambio su permisividad ante peticiones populares de venganza, como permitir el asesinato de más de 350 españoles detenidos fue uno de sus principales errores. En este escenario perdió un crucial enfrentamiento contra el ejército de Calleja, tras lo cual fue aprehendido con sus fuerzas, y junto a Allende. Fue enjuiciado civil y eclesiásticamente, y fusilado junto a Allende.

Morelos continuaría las campañas militares, desde 1810 hasta 1815, donde fue capturado. Se resalta su visión al no permitir que la guerra se transformara en una guerra racial, y como se convirtió en el guardián del naciente Congreso. Finalmente fue capturado en Temalaca y fusilado en San Cristóbal. El periodo al que suscribe, 1811 y 1815 es el más dinámico, donde el ejército insurgente peleaba por la libertad justicia e igualdad, y la captura de Morelos el peor golpe recibido. Caracteriza los factores ideológicos que mueven el proceso independentista, como el carácter de revolución social del ideario creado a partir de Hidalgo y continuado por Rayón y Morelos, y el cuestionamiento a las relaciones laborales sobre todo de los indios, como el liberalismo y la masonería, sobre todo con la fugaz expedición de Francisco Javier Minas.

Finalmente, se relata la consumación del proceso con el triunfo de Iturbide. El autor puntualiza como a pesar de que el pueblo se moviliza entusiasmado por ideales libertarios, esto no se concretiza. A través del plan de Iguala, que trata la unión de españoles y mexicanos para la independencia, bajo una monarquía que posteriormente gobernaría Iturbide. Ganando una batalla contra el congreso fue coronado como emperador de México en 1822, con una nueva constitución distinta de la redactada en Apatzingán, por el primer grupo insurgente. Esto duraría hasta 1823, donde el congreso lo destituye.

El cuarto capítulo: El ideario socio-económico y político de los emancipadores, muestra justamente estos aspectos de las ideas del grupo insurgente, es decir, centrado en las figuras de Hidalgo, López Rayón y Morelos. El idealismo de igualdad y libertad en la figura de estos personajes se relaciona con sus fines políticos: independencia, abolición de la esclavitud y castas, supresión del tributo, reparto de la propiedad, tolerancia religiosa.

El quinto capítulo: Repercusiones de la guerra insurgente en la sociedad mexicana, muestra cómo se alcanzaron transformaciones profundas socioeconómicamente tras la independencia, relacionada con las circunstancias que vivieron los caudillos intelectuales, que limitaron o propulsaron las transformaciones humanitarias que contenía el ideario independentista insurgente.

Evaluación

La perspectiva más novedosa del texto es como busca explicar el proceso por el que ciertos valores e ideas relacionados estrechamente con la ilustración, y su defensa como derechos fundamentales, va moldeando el conflicto social existente en la medida que los intelectuales que pregonan estas ideas mueven el grupo insurgente.

El planteamiento de Latorre no aborda la Independencia mexicana como una consecuencia ineludible frente al resto de los procesos históricos, y como fin de un estado de cosas improlongable, si no que se preocupa de establecer como ciertas intenciones políticas de grupos ilustrados pudieron hacerse causa del pueblo por una interpretación acertada de la realidad, y su adecuación a un conflicto social latente. No ahonda en discusiones sobre la posición de la mayoría respecto a la monarquía española, si no que muestra la viabilidad de emprender el movimiento de independencia en razón de determinados acontecimientos, y una descripción acabada de los grandes factores en la guerra misma: el momento político de ambas partes, y sus fuerzas militares.

Quizás es un relato parcial, cronológico de acontecimientos pero insuficiente en cuanto al desarrollo social de un proceso que en pasajes del texto se describe como una revolución social (acabada o no), lo cual no nos permite vislumbrar sus alcances, ni mucho menos diferenciar posiciones en torno a ella más allá de los grupos dirigentes. Sin embargo, a pesar de no responder completamente a la caracterización del problema histórico abordado, parece un relato satisfactorio para entender la formación de cuerpos políticos importantes, instituciones y ciertos cambios en la cultura política.