TRABAJO PRACTICO N°6
Enviado por Mikki • 2 de Enero de 2019 • 4.115 Palabras (17 Páginas) • 334 Visitas
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El principal objetivo de la ley Sáenz Peña fue el de combatir el fraude que era lo que venía ocurriendo en los gobiernos anteriores desde la presidencia de Bartolomé Mitre en 1862, donde quedaba excluida la mayoría del pueblo a la hora de votar.
Con la Ley Sáenz Peña los votantes podían no votar por la lista entera, y de esa manera se aseguraba la representación de la minoría. Las primeras provincias donde se aplicó esta ley fueron Santa Fe y Buenos Aires y permitió que accediera al poder en 1916 el candidato por la Unión Cívica Radical, Hipólito Irigoyen.
Antes de la Ley Sáenz Peña solo votaban unos pocos, de hecho el promedio que votó en las once elecciones previas presidenciales a 1912 solo alcanzó un 1.7% de la población total. Hacia 1910 un 20% del total de población masculina nativa participaba.
Las elecciones eran manipuladas a través de varios mecanismos de fraude electoral como por ejemplo la existencia en el padrón de ciudadanos muertos o el registro indebido o la omisión de nombres en el mismo. También se compraban votos, los ciudadanos recibían un vale al emitir su voto, el cual se transformaba en efectivo en el comité del partido. Se remplazaban boletas o se destruían los votos emitidos.
El voto era masculino y cantado, y el país se dividía en distritos electorales en los que cada votante lo hacía por una lista completa, es decir que contenía los candidatos para todos los cargos.
Había graves problemas para el votante, desde la pérdida de su empleo hasta la propia vida, si su voto no coincidía con el que dominaba su circuito electoral.
- Cuando en 1912 se sanciona la ley 8871 se establece la lista completa combinada con el secreto y la obligatoriedad del sufragio y el mecanismo plurinominal. El sistema de lista fijaba la representación de la minoría en un tercio. En la perspectiva de los legisladores la pluralidad y la proporcionalidad fija posibilitarían el ingreso al parlamento de los partidos nuevos, como el socialismo y el radicalismo. No estaba dentro del horizonte de lo posible la pérdida del gobierno por los grupos tradicionales. El triunfo radical -para los propiciadores de la reforma- era un resultado no previsto y no deseado. El tercio funcionaba como elemento atemperador de la ampliación política.
Una vez instalado el radicalismo en el gobierno y a medida que la ocupación de espacios -gobernaciones y bancas- aumentaba, la oposición buscaba en la reforma de la ley electoral el modo de morigerar el avance.
El régimen proporcional aparecía como una solución posible. El argumento era que volvía más representativo al parlamento en tanto reflejaba más fielmente las diferencias en el electorado. La opción por la lista incompleta favorecía el gobierno eficiente y el bipartidismo, aunque sacrificara la representatividad. Entre los regímenes proporcionales posibles -ensayados en otros países- las iniciativas legislativas presentadas al congreso optaban por el sistema D'Hondt que -según planteaban- evita la fragmentación excesiva de los partidos, a diferencia del método de mayor residuo que favorece a los partidos más pequeños.
De hecho, algunas provincias lo adoptan: Buenos Aires, Corrientes, la Capital Federal para elecciones comunales y Santiago del Estero hasta 1921, en que fue derogado y reemplazado por el sistema de lista incompleta.
- En lo político a nivel nacional:
- La falta del control en el Senado se traduce en el desequilibrio entre la labor legislativa y el debate político. Los legisladores de todos los sectores coincidían que el debate político insumía la mayor parte del tiempo de las Cámaras, y denominaban debate político al que enfrentaba a miembros del partido gobernante en cuanto a situaciones de las provincias intervenidas motivadas por la ausencia del ministro interpelado.
La ineficacia parlamentaria era producto del obstruccionismo de la oposición que enjuiciaba permanentemente al gobierno y al parido político gobernante para provocar dilaciones. Para la oposición la falta de control en el Senado se explicaba por un lado en la división del partido Radical, que se trasladaba al Congreso y provocaba enfrentamientos dentro del mismo recinto, y por otro lado en la sujeción del partido al gobierno, fundamentalmente al Ejecutivo, ya que era Yrigoyen quien, según decires de la línea opositora, quien proporcionaba los motivos para que la Cámara se viera obligada a defender sus fueros frente al avasallamiento del Ejecutivo, y todo esto era previo a la tarea de legislar.
El segundo motivo del desorden reinante en el Senado era el desconocimiento de las facultades de la Cámara para llamar a declarar a los ministros según creyeran conveniente, esto es el artículo 63 de la Constitución que establecía el derecho de interpelación.
El tercer motivo es el abuso de la facultad ejecutiva de intervenir en las provincias mediante decreto, durante el receso parlamentario. En este sentido, la Cámara interpretaba que el poder Ejecutivo la limitaba en su accionar, ya que Yrigoyen ejercía una injerencia absorbente que violaba la división de poderes.
- La relación del gobierno nacional con los gobiernos provinciales conservadores estuvo fuertemente basada en el intervencionismo del Ejecutivo sobre las provincias, ya que el argumento del gobierno nacional era la ilegitimidad en la elección de los gobernantes, las elecciones fraudulentas y la necesidad de devolverles al pueblo la soberanía. Entre 1916 y 1922, Yrigoyen intervino nueve provincias gobernadas por conservadores y diez encabezadas por gobiernos radicales, así, al finalizar la primera presidencia había intervenido a todas las provincias exceptuando Santa Fe. Al iniciar su gobierno, Alvear intento diferenciarse de la política intervencionista de su predecesor. Al asumir, dos provincias estaban intervenidas, San Juan y San Luis. En estos casos, el gobierno nacional llamo a elecciones provinciales y devolvió los fondos utilizados por la intervención.
- La línea política seguida por Alvear provocó una fractura dentro del Partido Radical. Los seguidores de esto se llamaron "antipersonalistas", es decir, contrarios a la dirección política de Yrigoyen, de quién criticaban su actitud caudillista. El sector mayoritario continuó bajo la dirección de Yrigoyen y fue llamado "personalista". Las diferencias entre los grupos se hizo manifiesta en 1927, cuando se inició la campaña presidencial. Los anti personalistas se aliaron a los conservadores de Buenos Aires, los lencistas de Mendoza, los cantonistas de San Juan y otros grupos provinciales minoritarios. Este frente se formó como el objetivo de
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