Trabajo practico algo va mal

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5. Según los datos rescatados del libro puedo decir que la social democracia, de la que Judt habla, ha perdido sus rumbos. Es decir, en la antigüedad los estados buscaban el bienestar de su población, ya que entendían que era esa la base fundamental para obtención de cambios y el cumplimiento de objetivos políticos. En la actualidad los gobiernos democráticos ponen su objetivo principal como el afán por el crecimiento económico desprestigiando el bienestar social común. Si bien en algunos casos esto ha sido efectivo, en otros ha terminado en crisis de las que se tuvo salida y en donde la población padece la corrupción de sus gobernantes día a día.

Lo que yo puedo observar día a día en Argentina, es que los presidentes se centran mucho en la opinión pública para ganar la atención del pueblo. Además, en las democracias presidencialistas como la nuestra, es más importante la imagen que el candidato pueda mostrar, ya sea por medio de propuestas o actos electorales, que la de los partidos políticos. Estos solamente tienen importancia en las elecciones, pero, al momento de votar, solamente se tiene en mente la imagen del presidente. Esta es la razón por la cual, dentro de nuestro territorio, se habla de Menemismo, Peronismo, Kirchnerismo, entre otras corrientes. No puedo terminar sin antes destacar que dichos candidatos solamente logran mantenerse en el poder y obtener un gran apoyo por medio de darle al pueblo y hacerle escuchar lo que quiera. De esta forma, queda expuesto aquí la base para comprender como tantos movimientos represivos y autoritarios fueron tan exitosos y hasta el día de hoy se mantienen.

6. Luego que cayera el comunismo en Europa oriental; el mundo pensó que la paz iba a llegar. Los grandes políticos europeos y norteamericanos pensaban que si todo el mundo iba en la misma dirección (capitalista), ya no habría más problemas, ni objeciones por parte de las demás personas. Sin embargo, fue todo lo contrario; occidente no visualizó que peor que el comunismo, era lo que venía después; y dejaron a los países orientales a la merced de un caos político, económico y social. El principal aprendizaje que deja los vaivenes políticos y económicos de la época, entre la segunda guerra y la caída de la Unión Soviética, es que nada podría mejorar más la sociedad que un cambio de mentalidad en las personas; dejando el egoísmo de lado y asimilar que somos seres con millones de acompañantes en esta vida.

7. Para el futuro, el autor plantea que es fundamental para las sociedades abiertas tener disposición al desacuerdo, rechazo o disconformidad. En Estados Unidos los ciudadanos son libres de pensamientos pero las opiniones de la minoría son marginadas, mientras que en Gran Bretaña a pesar de la monarquía tradicional, se ha incorporado disconformidad y la tolerancia entre sus habitantes. Es importante aprender a criticar a quienes nos gobiernan, liberándonos del círculo de la conformidad en el que estamos atrapados, ya que este proceso de liberación corresponde a un acto de voluntad. La disconformidad y la desidia son de los jóvenes, pero debe manifestarse a través de canales políticos. Hoy para lograr cambios se debe considerar los términos de riqueza y posición en un sentido que vaya más allá de su habitual aplicación material para realizar un cambio de forma real. La situación en que vivimos hoy, da cuenta como los trabajos no calificados y semi calificados están desapareciendo rápido, por la producción robotizada y por la globalización de mercado. La única forma de que el mundo desarrollado puede responder de forma competitiva es mediante la explotación de su ventaja comparativa en las industrias avanzadas y reduciendo la desigualdad que ilustra una pérdida de cohesión social. Estamos atravesando una era de inseguridades, y buscamos seguridad a medida que avanzan las amenazas globales.

En cuanto a los jóvenes, Judt dice que la última vez que estos se expresaron coherentemente fue por una frustración ante la vaciedad de sus vidas y la desalentadora falta del sentido del mundo fue en la década de 1920. Actualmente, dice el escritor, que si los jóvenes están desorientados no es por una falta de objetivos. Es más, dice que estos sienten una profunda preocupación por el mundo que van a heredar, como así también una gran sensación de frustración: “Nosotros sabemos lo que está mal y hay muchas cosas que no nos gustan. Pero ¿En qué podemos creer? ¿Qué debemos hacer? Aquí es cuando Judt dice que es fundamental que mantengan la opinión pública que se fue perdiendo con los años y ayudó a deteriorar a las democracias mundiales. Además, destaca que es fundamental que intervengan en las acciones estatales y que pongan su voz cuando vean que algo anda mal y sientan la necesidad de cambiarlo.

8. Tony Judt demuestra con su libro la gran cantidad de cambios económicos y sociales que el mundo ha sufrido. Todo desde un punto de vista socialista. Lo hace con el objeto de demostrar que la forma de gobernar de la actualidad no es para nada efectiva, ni tampoco exitosa. Ahora bien, si algo va mal, y son muchas las cosas que van estrepitosamente mal, no es solo debido a que el Estado haya dimitido de sus responsabilidades, sino más bien a que somos la mayor parte de los ciudadanos quienes hemos dimitido de las nuestras. “Como ciudadanos de una sociedad libre –dice Judt– tenemos el deber de mirar críticamente a nuestro mundo. Si pensamos que algo está mal, debemos actuar en congruencia con ese conocimiento.” Esto significa que en ocasiones deberemos pedir más intervención del Estado y en otras menos. Pero que en la mayoría de casos deberemos exigir que el Estado intervenga de otra manera.

Si bien el libro no habla de nuestro país, en algunos momentos da ejemplos con naciones latino americanas con una realidad muy parecida a la nuestra. Es decir, en mi opinión, Argentina es un país que tuvo todas las posibilidades para progresar y ser una gran potencia. Mi justificación es que recibió inmigraciones de distintas partes del mundo y tuvo una gran economía agroexportadora. El problema fue que, al igual que como expresa el autor en su libro, sufrió gobiernos corruptos que lo único que hicieron fue dejar al país en ruinas solamente para enriquecerse. Todo esto ligado a un fuerte apoyo de la población. Aquí cabe aclarar que el pueblo argentino siempre ha defendido a muerte a todo aquél que le diera lo que quiere y le diga lo que quiere escuchar. Esa fue la estrategia utilizada para los corruptos para atraerlo, y a todo aquel que pensara diferente debía ser expulsado del país. Encontramos entonces, la falta de libertad de la que Judt habla que es necesaria para ponerse en contra del sistema cuando las cosas no están bien.

En la actualidad, la