“UN MANUAL PARA SER NIÑO” Gabriel García Márquez
Enviado por John0099 • 19 de Febrero de 2018 • 2.342 Palabras (10 Páginas) • 682 Visitas
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Nos topamos en este texto con un García Márquez provocador que exige y propone una captación precoz de las aptitudes y vocaciones tempranas que tienen los niños hacia las artes y las letras: el artista nace, está predispuesto por la naturaleza y necesita por parte de padres y maestros aliento y condiciones favorables. El mismo autor nos confiesa que, si ha llegado a ser alguien como escritor, ha sido gracias a “una aptitud bien definida y una vocación arrasadora” que le hizo superar todas las circunstancias desfavorables y una presión ambiental que deseaba dirigirlo profesionalmente hacia otros campos. Vocación y aptitud, reconoce el autor, no siempre van de la mano, pero cuando ocurre esa simbiosis.
El Maestro que sin don no hay vocación y en ese sentido todo aquello que se pretenda imponer a manera de "formación artística" al niño será inútil y hasta perjudicial, pues el arte como expresión humana genuina brota por si sola de cada persona.
La desafiante seccion “no obedecer a los padres” denuncia la falta de sensibilidad de estos para reconocer la vocación artística de los niños, su recurrente costumbres a para ponerles cortapisas cuando esta inclinación se presenta o, por el contrario, para obligarles hacia una práctica por la que nos están motivados. “Los métodos vigentes son rígidos y sin atención a la creatividad”, para dar paso a toda una serie de interrogantes que nos permitieron valorar el papel de la escuela en la formación artística: ¿Hay que forzar la disciplina dentro de la enseñanza artística? ¿Sobra teoría? ¿Hay que profesionalizar el arte? ¿Es la escuela un verdadero escollo para la creatividad? Aquí el autor también aclara la diferencia que, en su opinión, se debe hacer entre la educación artística, que es una función social, y la enseñanza artística, formación específica dirigida a los estudiantes con aptitudes y vocación reveladas.
En la sección titulada ¿Cómo se comen las letras? nos habla de la enseñanza de la literatura en las escuelas e institutos colombianos, con sus nocivas costumbres de realizar sinopsis de lecturas obligatorias (que no es en absoluto exclusividad del sistema educativo colombiano) que infunden el desánimo, el desinterés y el rechazo a la literatura en la edad adulta. Para el autor, un buen curso de literatura debería limitarse a proporcionar una buena guía de lectura y reflexión para formar buenos lectores. Crear buenos narradores ya es otro cantar: se aprende a escribir leyendo con aptitud y vocación los buenos libros.
De todo eso y algunas cosas más trata Un manual para ser niño, que fue discutido, rebatido, enmendado, criticado y elogiado por nuestros lectores en un ejercicio de puesta en común de experiencias lectoras, formativas, pesonales y famliares.
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