ALINEACION PARANTAL Síndrome de Alienación Parental

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PAREJAS SEPARADAS VIVENDO JUNTAS

Un fenómeno de reciente aparición es la de las parejas separadas viviendo en la misma casa. Es importante aclarar que estas parejas no presentan conflicto, pues han asumido su situación y logran sobrellevarla. Siguen viviendo en la misma casa porque no pueden pagar cada uno por separado su manutención; duermen en habitaciones separadas; comparten las labores y los gastos del hogar y el seguro médico. La responsabilidad de los hijos e hijas es compartida. Su relación es de cordialidad y ayuda mutua sin tener vida marital.

SINDROME DE ALINIAION PARENTAL

En cualquiera de los casos mencionados: separación, divorcio, divorcio intramuros, e inclusive en parejas que mantienen el vínculo matrimonial, los hijos e hijas pueden ser víctimas del Síndrome de Alienación Parental si se presenta un ambiente hostil, los hijos e hijas nunca deberán asumir un papel en el conflicto de los padres; éstos no tienen derecho a manipularlos física o emocionalmente de una forma cruel e inhumana, por más molestos que estén.

Gardner (1935) describió una alteración en rupturas muy conflictivas de pareja que afecta gravemente a los hijos e hijas, a la que denominó como Síndrome de Alienación parental. Esto implica que uno de los progenitores va alienando, contaminando y programando sistemática y conscientemente a uno o a todos los hijos e hijas contra el otro progenitor.

Para mayor claridad, se definirán los términos:

Síndrome: Conjunto de síntomas que se producen de forma simultánea en una enfermedad, alteración o trastorno

Alienación: Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición.

Parental: perteneciente o relativo a los padres.

El Síndrome de Alienación Parental es un trastorno definido recientemente. Los ámbitos de la salud mental y los legales se han preocupado por darle un reconocimiento como un fenómeno específico y no como parte de la violencia intrafamiliar, el maltrato o el abuso emocional, como se había venido haciendo.

- Por lo tanto, hablar de Síndrome de Alienación Parental sería hablar de una gran sección que incluiría diferentes escenarios de sufrimiento emocional infantil, parental y familiar. La clasificación diagnóstica específica para el Síndrome de Alienación Parental podría tardar muchos años. Por ejemplo, el Síndrome de Tourette, que se caracteriza por movimientos involuntarios repetidos y sonidos vocales incontrolables e involuntarios llamados tics, fue descrito por el neurólogo Gilles de la Tourette.

España, el Síndrome de Alienación Parental es reconocido como un trastorno mental por la Asociación Española de Psicología desde 2010. En Brasil también se ha reconocido en el ámbito de la salud mental y en el legal, de manera que quien lo ocasione puede alcanzar una sanción de orden penal. En Canadá, a partir del 2008 existe un simposio anual para educar a presiónales de la salud mental, familias, abogados, educadores, mediadores y otros profesionales para la comprensión, identificación, canalización y tratamiento de las víctimas de este síndrome. El Síndrome de Alienación Parental no es reconocido. Se diagnostica como violencia o maltrato psicológico, términos demasiado generales.

Sin embargo, dentro de estas experiencias diferentes, los patrones del Síndrome de Alienación Parental se pueden detectar. Es necesario distinguir dos términos:

. Padre alienador: quien manipula a los hijos e hijas en contra del otro progenitor.

. Padre alienado: quien recibe y es víctima de calumnias, malos tratos y desprecios por parte de los hijos e hijas.

Como consecuencia de la vulnerabilidad psicológica del niño, niña o adolescente, puede llegar a rechazar no sólo al padre, alienado, sino a toda la familia de éste: abuelos, tíos, primos y otros. El Síndrome de Alienación Parental describe una sistemática y consiente descalificación de uno de los progenitores hacia el otro utilizando a los hijos e hijas como agentes de censura, crítica y rechazo de modo injustificado.

La separación es dolorosa por sí misma, ya que implica una pérdida afectiva. Por tal motivo, se recomienda una separación civilizada, en buenos términos, donde el contacto y la comunicación continúen de manera natural, siempre con el objetivo común de procurar el bienestar de los hijos e hijas.

NIVELES DE ALIENACIÒN

Alienación leve: La programación negativa hacia el padre alienado no llega a afectar las visitas, y el hijo o hija puede mejorar la relación con ambos padres.

Alienación moderada: La programación contra el padre alienado da como resultado un conflicto para las visitas. El hijo o hija tiene dificultad para lograr la transición de un padre a otro. Sin embargo, muchos logran desarrollar relaciones con ambos padres.

Alienación severa: La programación llega a situaciones de rechazo y odio hacia el padre alienado.

CAUSAS DE ALIENACIÒN PARENTAL

Sentimiento de traición. Este padre se siente víctima y dirige todo su enojo hacia la ex pareja, usando lo único que les queda en común: los hijos e hijas. En ese afán de venganza, los hace partícipes de situaciones íntimas de la pareja, sin tomar en cuenta que no tienen ni la madurez ni el derecho de juzgar al otro padre.

Miedo. El padre alienador se puede sentir solo y desprotegido. El miedo a enfrentar la vida lo lleva a una baja autoestima y poca seguridad en sí mismo. Al atacar al otro, la percepción de sí mismo no se experimenta tan devaluada.

Dinero. Ante la pérdida de dinero o bienes materiales, este padre trata de manipular la situación a su conveniencia. Conseguirá lo que se propone, cueste lo que cueste.

Social Cambio. Para este padre, el cambio social es insoportable. No puede enfrentar el hecho de aparecer sin pareja, hijos e hijas, en eventos sociales. Le resulta muy difícil adaptarse y enfrentar las duras críticas de la sociedad a su discordancia con el estereotipo cultural de los roles parentales.

Actitudes sexistas. El estereotipo de roles prevalece. Este padre alienador no soporta el cambio por razones culturales arraigadas que los hacen sentir mal como personas al no estar cumpliendo con las funciones esperadas.