Aprendizaje por estimulos
Enviado por klimbo3445 • 19 de Febrero de 2018 • 3.431 Palabras (14 Páginas) • 322 Visitas
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un descenso posterior (habituación). Cuando ambos efectos
se presentan seguidos, el efecto de sensibilización siempre precede al efecto de habituación.
2.1. Habituación
¿Recuerdas el sobresalto que te produjo el primer cohete lanzado en las fiestas de tu pueblo?
Las fiestas siguen y continúan lanzándose cohetes regularmente para animar el ambiente. El
sobresalto que te produce cada nuevo lanzamiento es cada vez menor y puede darse el caso de que
incluso termines por no notar apenas los cohetes que se lanzan. Este descenso en la respuesta de
sobresalto que se produce como consecuencia de la exposición repetida al estímulo elicitador se
conoce como efecto de habituación.
La habituación es probablemente el tipo de aprendizaje más simple y extendido a lo largo del
reino animal. La habituación reduce nuestra respuesta a estímulos inocuos, desechando lo
superfluo y permitiéndonos focalizar nuestra atención en los estímulos relevantes o en aquellos
sobre los que no conocemos todavía sus consecuencias. Los estudios de habituación han
permitido establecer de forma bastante clara sus características que, entre otras cosas, permiten
diferenciar la habituación de efectos conductuales parecidos, como la fatiga.
La habituación es específica del estímulo. Imagina que sigues paseando por las calles de tu
pueblo en medio del lanzamiento de cohetes. Te has ido "acostumbrando" al sonido de los
cohetes y tu respuesta de sobresalto ha dejado de producirse. Sin embargo, cuando de repente se
activa la alarma del banco junto al que te lleva tu paseo vuelves a sobresaltarte. Este ejemplo
muestra que la habituación es relativamente específica del estímulo que se ha presentado
repetidamente. Cuando se cambia el estímulo la habituación desaparece, en otras palabras la
respuesta aparece ante el estímulo nuevo.
No obstante, conviene matizar la afirmación que acabamos de hacer acerca de la
especificidad del estímulo en la habituación. Siguiendo con el ejemplo anterior, si el sonido
nuevo fuera un cohete de intensidad diferente en lugar de la alarma del banco es bastante
probable que tu respuesta de sobresalto siguiera amortiguada. La habituación se va a generalizar
a estímulos parecidos; cuando señalamos que la habituación es específica del estímulo en
realidad estamos diciendo que sólo se generaliza a estímulos muy parecidos al habituado. A
medida que los estímulos se diferencien más del estímulo habituado la respuesta volverá a
aparecer.
La especificidad del estímulo en la habituación nos permite introducir dos conceptos
fundamentales en todo tipo de aprendizaje, la generalización y la discriminación. Decimos que
existe generalización cuando después del entrenamiento con un estímulo se produce la misma
respuesta ante estímulos parecidos. La discriminación sería el fenómeno espejo de la
generalización. Hablamos de discriminación cuando el sujeto responde de forma diferente ante
estímulos distintos al entrenado. Para comprobar el nivel de generalización y discriminación del
estímulo se realizan pruebas con estímulos que van variando en alguna o varias características
del estímulo entrenado. Imaginemos que después de lanzar una cantidad considerable de cohetes
del mismo tipo comienzan a entremezclarlos con cohetes que producen explosiones de distintas
intensidades. En la figura 2.1 se presentan los resultados hipotéticos de nuestra respuesta de
sobresalto ante los cohetes de distintas intensidades. En el centro de la figura se presenta la
respuesta ante los cohetes que tienen la misma intensidad que los que utilizaron al inicio de la
fiesta; tal y como vemos, la respuesta de sobresalto ante esos cohetes es mínima, mostrando
habituación. A la derecha y a la izquierda se recoge la respuesta ante cohetes que varían
gradualmente en intensidad de los presentados originalmente. A la izquierda se presenta la
respuesta ante cohetes de menor intensidad y a la derecha ante cohetes de intensidad mayor. La
figura representa un gradiente de generalización típico de la habituación, con muy poca respuesta
ante estímulos muy parecidos al original, aumentando la respuesta rápidamente ante estímulos
cada vez más diferentes. En este caso, el gradiente de generalización tiene forma de valle
abrupto, indicando que la generalización es muy escasa. Cuando la generalización es muy alta y
la respuesta ante estímulos diferentes es prácticamente la misma que ante el estímulo original el
gradiente de generalización tiene forma de un valle suave, encontrando también poca respuesta
ante los estímulos diferentes al estímulo original (véase la figura 2.1), aunque ya señalamos que
este tipo de gradiente de generalización aplanado no es típico de la habituación.
Figura 2.1. Gradiente de generalización hipotético de la respuesta de sobresalto ante los cohetes. En el centro se
presenta la respuesta ante el
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