Comienza el “Elogio de la Locura” con su propia presentación y alabándose.

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El sabio se refugia en libros en los cuales no aprende más que meras palabras. En cambio, el loco, aborda las realidades y los peligros, mediante los cuales adquiere, a juicio propio, la verdadera razón de la vida y del ser. Con ello los caminos para triunfar en ella. Y esto, es propiamente locura. La vida es una comedia, en la que hay que adaptarse a ella. Todas las pasiones humanas pertenecen a la Locura. El engaño es lo verdadero. Cuanto más incompetente sea una persona, más grata será su vida y más se le admirará. Ser engañado, parece una desgracia pero, no serlo, constituye una desgracia mucho mayor.

Erasmo, anteriormente parece que criticara por boca de la Locura el modo de vivir el género humano. La Locura lo invade todo; distingue por esta razón dos clases de locura: una la engendran las Furias, la pasión de la guerra, inextinguible sed de oro; otra, aligera el alma de preocupaciones, la sumerge en múltiples deleites. "No es raro observar que el más loco de los dos es el que ríe más fuerte." La verdadera sabiduría tiene mucho que ver con un cierto aire de locura. Hay quienes se preocupan de los negocios del vecino y descuidan los propios. Algunos consideran que es suyo el dinero que han tomado a préstamo.

Existen dos tipos de locura, aquella que acompaña a la persona a ser feliz, a realizar cosas que una persona sabia no cometería ni en sus mas mundanos sueños, aquella que ríe por todo, este tipo de loco nos ayuda a sobre llevar nuestros días, nos alegra un poco con sus ocurrencias, que a veces son intencionales pero algunas otras veces no; pero también esta el tipo de loco que actúa en contra de los demás, agrede, lastima, y nos hace sentir mal con nosotros mismos, aquel que busca solo el momento exacto para arruinar un buen día, esas personas que no te dejan nada bueno, de esas personas habría que alejarnos y claro, tratar de comprenderlos.

Religiosos y monjes. Quienes se sienten con autoridad de todo: la confesión, la memoria de los Apóstoles. Y si no se cree en su fe, la crítica. Aún así seguimos admirándonos de su ligereza y frivolidad, de su falta de sensibilidad y delicadeza. Hacen una llamada a la responsabilidad de la fe. Todas las miradas están fijas en ellos, pues por cuya influencia se difundan las buenas costumbres y el bienestar público.

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CONCLUSION:

Con este ensayo no se pretende más que la reflexión propia a la locura, que si bien hemos entendido hasta este momento no es más que el fundamento base de la vida misma. Un nuevo aire a la comprensión de las cosas, de los problemas y del ser como tal, actos, pensamientos, sentimientos, pues en todo podemos encontrar una pizca de locura, en el menor acto. Invitemos a todos a actuar como locos, a ver el mundo de diferente forma, a sonreír por todo, a verle el lado bueno a los problemas, a comprender, a ser mejores.