Desarrollo de las Relaciones de los niños de 2 a 6 años y de 6 a 11 años

Desarrollo de las Relaciones de los niños de 2 a 6 años y de 6 a 11 años

Para analizar cómo la sexualización infantil afecta y tiene implicaciones en los procesos afectivos y de desarrollo de los niños entre 3-11 años utilizando las teorías expuestas por Maria del Carmen Moreno, nos basamos en cuatro videos de los canales virtuales Desde Abajo y La Monde Diplomatique que tratan de responder a la pregunta ¿Los concursos de belleza infantil incitan a la sexualizacion prematura de los niños? En estos cuatro videos tres expertos en el tema -Paola Villamil, Carlos Ivan Pacheco y Jeanneth Barreto- dan su posición al respecto y abordan la pregunta desde enfoques diferentes.

La acreditada psicóloga de la Universidad Nacional con estudios en infancia, cultura y desarrollo, Paola Villamizar, afirmó que aquellos concursos en los que el adulto tiene una intervención directa y que tienen fines monetarios y de reconocimiento, objetivizan al niño o niña y crean incitación de las representaciones sociales que tienden a conceptualizar a los infantes y su cuerpo como herramientas y medios para obtener beneficios. Así mismo, dice que no solo la sociedad comienza a percibirlos de esta manera, sino que el mismo niño empieza a familiarizarse y entender su cuerpo como un objeto. Por otro lado, Carlos Ivan Pacheco, médico y psicólogo, se centra sobre todo en las niñas, pues argumenta que son ellas las que se ven más afectadas debido a que la cultura patriarcal colombiana y la inequidad de género promueven de manera precoz que utilicen su belleza, cuerpo y la exposición a los hombres como forma de vida. Afirma que esto no sólo se ve en los concursos, sino que la niña se ha ubicado en el circuito de consumo ya que ahora hace parte de la industria. Afirma que lo peor de esto es que a estas edades ellas no tienen la capacidad de decisión de qué desean hacer con su cuerpo y que al contrario se ven expuestas a estos escenarios de manera vulnerable. Por último, Jeanneth Barreto, modelo licenciada en sociales, dice que estos escenarios le hacen dar la impresión a los infantes de que es a través del uso de su cuerpo que pueden lograr triunfos. Dice que han existido concursos que pueden llegar a ser irrespetuosos frente a la infancia y que exponer a niños tan pequeños a ser juzgados de esta manera es muy fuerte y que incitan a la creación de una sociedad sin valores.

En cuanto a las opiniones de estos sujetos, se puede analizar y complementar la información desde las distintas perspectivas sobre la niñez temprana (2-6 años) según María del Carmen Moreno. Teniendo en cuenta la opinión de Paola Villamizar (2015), en la cual se hace referencia a la importancia de las relaciones verticales, puesto que, las relaciones de los padres con sus hijos son de suma importancia para así establecer un vínculo seguro de apego en la educación democrática, la cual los lleva a tener una buena relación con su entorno, interiorización de las normas y por lo tanto un buen desempeño en sus relaciones horizontales, a diferencia de los otros estilos parentales. Siendo los niños un elemento de competencia en los certámenes de belleza infantiles, estos no podrán entablar relaciones simétricas de reciprocidad, cooperación ni mucho menos igualdad con sus pares, puesto que aprenderán tanto de sus padres como del contexto, que los demás son su competencia a la cual deben ganar; como también los niños empezarán a obtener sus propias perspectivas al encontrarse en la etapa de pensamiento preoperacional de Piaget (1932), caracterizada por el egocentrismo, que los llevará a realizar comparaciones con los otros, por ejemplo: “Yo soy más linda que ella y voy a ganar el concurso”. Por otro lado, según Pacheco y Barreto (2015), puede observarse cómo los niños no pueden ser auténticos en estos certámenes de belleza, puesto que deben seguir un reglamento exigente impuesto por adultos, el cual excluye el juego y la recreación de los niños donde se empiezan a entablar relaciones con los demás. Siguiendo lo planteado por Ortiz, Fuentes y López esto es un obstáculo para que los niños puedan desarrollar la capacidad de reconocer las emociones del otro y la empatía, oyes en el juego se adoptan estados emocionales diferentes a los propios,