El cerebro emocional. ¿Qué son las emociones?

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Goleman nos habla del optimismo que es el gran motivador el cual nos proporciona esperanza y decisión, las personas optimistas tienden a ver el contratiempo como algo que tiene remedio, tienen la capacidad de seguir adelante ante las derrotas.

Posteriormente nos dicen que la raíz de la empatía está en la conciencia de cada uno, en cuanto más abiertos seamos con nuestras emociones más podremos interpretarlos, y nos dice como la empatía recíproca se da de una forma tácita, y nos da como ejemplo la sintonía de las madres y sus hijos, cuando ambos saben lo que el otro desea o quiere. Así también se habla de la mente del abusador sexual y la moral del psicópata, su actitud es errónea pero ellos tienen la tendencia a justificar sus acciones, suprimiendo su empatía hasta el punto de no identificar los sentimientos de la otra persona.

Por último en el capítulo nos habla de las artes sociales, aquí podemos ver que manejar las emociones del otro es vital para las relaciones, para tener esta habilidad se necesita mucho autodominio que puede comenzar por la capacidad de aliviar nuestra irá, esto es algo que no es fácil ya que es normal que nos afecte bastante.

En las demostraciones emocionales debemos tener cuidado porque son contagiosas, ya que al ser seres humanos transmitimos y captamos estados de ánimo, esto puede ser para bien o para mal ya que inconscientemente adoptamos las emociones que vemos en otra persona, algunas personas son más susceptibles a esto que otras, el capítulo finaliza mostrándonos que el incompetente social es una persona molesta que le falta elegancia social y que no saben cuándo poner fin a una conversación o cuando un interlocutor quiere finalizarla, son personas que no dominan el lenguaje mudo de las emociones y emiten involuntariamente mensajes que causan malestar.

Inteligencia emocional aplicada

Al inicio de este capítulo habla de las relaciones de pareja, nos dice que la fuerza emocional entre esposos son cruciales si esa unión quiere sobrevivir, nos habla de un él y un ella, y nos dice que en los varones es más difícil la comunicación, y por esto mismo les cuesta saber de los estados emocionales de los demás, en cambio en las mujeres es mucho más fácil esta comunicación y por esto es más sencillo para ellas interpretar las emociones por medios no verbales, a su vez expresan sus emociones con más intensidad y por esto se les cataloga más emocionales, también nos habla de los errores maritales, como las críticas ásperas, que es una ataque a la personalidad de la pareja, ya que se critica a la persona.

Posteriormente se vuelve a hablar sobre la inteligencia social, nos habla sobre un líder, que tiene la capacidad de persuadir a más personas para trabajar hacia un bien común, donde la retroalimentación es esencial para poder funcionar adecuadamente, sin esta las personas no sabrían cómo tratar a sus compañeros o incluso a sus jefes, nos habla de la unión de las fuerzas para mejorar un trabajo grupal y con armonía para que las personas que participan puedan desarrollar su creatividad y ayudar, para que una empresa funcione debe haber una buena inteligencia emocional colectiva.

Por último en el capítulo se nos habla de cómo influyen las emociones en el cuerpo, ya que hay una relación entre la inteligencia emocional y la salud, el descontrol de las emociones de manera negativa como el estrés o la ira pueden ser provocados por una ansiedad, asimismo esto se puede ver relacionado en una depresión, la mente negativa puede paralizar nuestro cuerpo, haciendo que no responda a tratamientos médicos de manera adecuada, por esto mismo nos habla de que debe existir un seguimiento y un apoyo a personas que atraviesen una situación de este tipo, ya que una ayuda emocional puede funcionar como un efecto placebo, que ayudará al paciente a mejorar.

Una puerta abierta a la oportunidad.

Al inicio del capítulo nos hablan del papel sumamente importante que tiene la familia y la actitud de los padres ante sus hijos, ya sea de una manera autoritaria o paciente, los errores comunes de la paternidad son: Ignorar los sentimientos, mostrarse muy liberal y no sentir respeto por lo que el hijo siente, se debe actuar como un entrenador emocional y asumir seriamente los sentimientos de los hijos, para entenderlos y así ayudarlos, para esto es importante que los padres promuevan la confianza, la curiosidad para que descubran cosas nuevas y positivas, la intencionalidad, que es la capacidad de persistir, el autocontrol, la relación con los demás, una buena capacidad de comunicación y la cooperatividad para generar más capacidades en los hijos.

Después de esto nos habla del temperamento innato que tiene cada uno, que se limita a ciertas emociones que son características de cada persona y cuyo peso se siente a lo largo de toda su vida. Nos habla también de las personas proclives a la timidez, que tienden a huir de la incertidumbre y sufren de ansiedad, por el contrario hay personas que sus emociones las llevan de una forma natural a un entorno positivo, son personas optimistas y despreocupadas, sin en cambio hay otras que son malhumoradas y melancólicas, esto está ligado a las áreas superiores del cerebro emocional.

La alfabetización emocional.

En este último capítulo nos habla de los distintos factores que intervienen a que un niño que es agresivo tenga mayores problemas en un futuro, ya que esa agresividad está ligada a una inseguridad y debido a esto se toman todo como una ofensa, lo cual lleva muchas veces a tratar de hacer “justicia” a través de los golpes, otra cosa que puede influir para que alguien se convierta en delincuente es haber crecido con personas de este tipo, que dan ese ejemplo, ya que desde pequeños se les hace ver que esa es la manera “idónea” para tener éxito en su vida, o que simplemente no podrían seguir su vida de manera honrada, esto tampoco dice que todos los niños agresivos vayan a ser delincuentes ya que al igual que a todos se les puede educar y enseñarles a controlar sus emociones para reaccionar con razonamiento antes las diversas situaciones que se les presentan, así como también puede darse el caso de que una persona no agresiva llegue a la delincuencia, por lo que la forma de ser de una persona no nos indica cómo se vaya a comportar en un futuro dicha persona.