Evaluación comportamental: consideraciones iniciales

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Cuando un cuestionario está bien diseñado puede proporcionar información muy útil al momento de evaluar el problema del cliente y desarrollar un programa para él, los cuestionarios sobre la historia vital proporcionan datos demográficos de ejemplo están: Cuestionario de Análisis de la Historia Comportamental de Cautela (1977) y el Cuestionario de Historia Vital de Wolpe (1982).

Las listas de comprobación del problema piden al cliente que indique qué problema (o problemas) se aplican a su caso.

Las encuestas proporcionan al terapeuta la información necesaria para llevar a cabo una técnica terapéutica particular con el cliente.

Si otros profesionales han tratado de algún modo al cliente en relación con el problema, hay información relevante que debería ser recogida.

La observación directa por parte del cliente de su propia conducta, puede que sea lo más aproximado a la observación del terapeuta, el terapeuta no confía tanto en las observaciones, como si él/ella.

Evaluación comportamental directa: ¿Qué hay que registrar y cómo?

Existen 6 características generales a tener en cuenta la topografía, la cantidad, la intensidad, el control del estímulo, la latencia y la calidad.

La topografía hace referencia a la forma de una respuesta concreta es decir una descripción de los movimientos específicos implicados, la cantidad hay dos medidas de la cantidad total de un comportamiento son su frecuencia y su duración.

La frecuencia se refiere al número de veces que el comportamiento sucede en un período determinado, mientras que la frecuencia es una medida de cantidad bastante común, existen ocasiones en que una medida importante es la duración del comportamiento.

La duración de un comportamiento es la cantidad de tiempo que dura. En ocasiones se trata de medir la intensidad o fuerza de una respuesta, a menudo las evaluaciones de intensidad utilizar una herramienta tecnológica.

Frecuentemente deseamos analizar un comportamiento en función de las condiciones bajo las cuales podrían suceder, el término control de estímulos se usa para indicar que ciertos comportamientos ocurren en algunas situaciones y no en otras.

Otra característica del comportamiento que a veces nos interesa es latencia es decir el tiempo que transcurre entre la aparición de un estímulo y el comienzo de la respuesta.

El preocuparse por la calidad del comportamiento se da con frecuencia en la vida cotidiana los profesores hablan de la calidad de la caligrafía de un niño catalogan el rendimiento de sus estudiantes como bueno Regular o pobre, la calidad de una respuesta es esencialmente una calificación arbitraria de una o más de las características del comportamiento al que se le atribuye un valor funcional.

Registro continuo: Consiste en anotar las pautas de comportamiento indicando el momento en el que aparecen y su duración, midiendo frecuencias de aparición, duración total de la pauta o latencia.

Mediante esta técnica obtenemos un registro exacto y fiel del comportamiento y es útil para medir secuencias de comportamiento. Sin embargo, su utilización puede estar limitada por razones prácticas ya que supone un mayor esfuerzo para el observador que con el registro temporal y como consecuencia se pueden recoger menor número de pautas de forma simultánea.

Registro de intervalo y de muestreo temporal

Proporciona una estimación del número de ocurrencias y la duración de las conductas. Con estos sistemas de colección de datos se registra el número de intervalos de tiempo en una sesión de observación en la cual la conducta ha sido identificada como presente o ausente.

El Registro de Intervalo es utilizado para medir la presencia o ausencia de conducta en intervalos de tiempo específicos, muestreo temporal, se puntúa la incidencia o la ausencia de un comportamiento durante intervalos de observación muy breves, cada uno de ellos separado del siguiente