LA PALABRA: PENSAMIENTO EN ACCIÓN
Enviado por Albert • 7 de Enero de 2019 • 1.431 Palabras (6 Páginas) • 396 Visitas
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¿Dónde está nuestra valoración ética? ¿Por qué como escuchas no somos capaces de frenar esos comentarios? Quizá porque con nuestro silencio, somos cómplices de ese cuchicheo morboso e indiscreto, dejando correr esos infundios, sin frenar lo dicho en su momento, porque muy a fondo somos similares y, nuestro bajo nivel de conciencia ético personal no prevalece. Lo peor, entonces es que nosotros, muchas veces, sin ni siquiera comprobarlo, seguimos el juego al momento de omitir nuestro punto de vista sobre el susodicho, simple y llanamente, repetimos lo ya escuchado. Verdad que nota como aún somos controlados por las bajas pasiones que se sobreponen a nuestras ideas, no se diga de nuestra expresión.
Destruir la imagen y reputación de alguien es fácil. Basta expresar en palabras: “ ¡Si esa se ganó el puesto porque las…” ¡No esa persona es corrupta!, ¡Cuidado es gay! ¡No, no sabe nada! ¡Aguas es rata! ¡No no vayas, mira como viste! ¡Todos son iguales!
Es fácil decir cosas horribles, solo porque se está enojado, o molesta, sin embargo, debemos tener cuidado de lo que expresamos, porque aún y cuando no se esté enfermo, peleada con la vida, solemos despepitar todo lo que nos dictan las emociones, la visceralidad, como un acto fallido a falta de un pensamiento analítico-crítico.
Ahora bien, hacer una diferenciación, entre un pensamiento exteriorizado en palabras por falta de autocontrol, es decir por ser víctima de emociones incontroladas, y otra, la de un pasado lastimero (insano)[1], ante ese instante de cólera, uno debe de saber diferenciar quién nos lo dijo, o porqué nosotros lo hemos exteriorizado, sin antes haberlo reflexionado. Como cura uno debe ser moral y con humildad decir: ¡Si estas en lo cierto, no estaba informado, me equivoque, lo siento! , ¡Lo dicho antes fue expresado de dientes para afuera! Sin embargo, cabe resaltar que un ser cuerdo, noble entenderá la disculpa, pero si el agredido tiene un nivel o patológico tipificada como enfermedad (mayor/menor) (más menos) reaccionará de igual forma, y no habrá manera de disculpar y reparar el daño ocasionado; así como lo dijo la abuela: Una hermosa porcelana después de rota, aunque se pegue, jamás queda igual.
Bien te exhorto entonces a pensar tus palabras antes de expresarlas. No olvides que vivimos en una sociedad de; violencia, delincuencia, desempleo, tención nerviosa, incomunicación personal e interpersonal, desintegración familiar, falta de estereotipos que nos niegan oportunidades, genera fobias que nos privan-vetan a acercamientos a los otros, para conocernos y auto identificarnos, entre otras. No intento dibujar pesimistamente una realidad negra o caótica en el presente. Sin embargo, es una micro parte de los problemas que esta ciudad padece, entre muchas de las situaciones nos afectan, como quien dice: una aguja en un pajar; lo que considero nos pone irritados.
No sumemos más tensiones al mundo empleado un lenguaje inapropiado, ofensivo y vulgar a los otros, ante la pérdida del sentido, ni omitamos el tacto para todo: porque en el pedir, está el dar y por el contrario, no lograremos, seremos agredidos.
Tenemos miedo a las palabras, ello quizá, porque nos deviene de un sentimiento de culpa y dolor que nos marcó en alguna etapa cultural, primero social y luego a título personal. Escuchar las voces internas de nuestro yo reprimido, no es dañino sino por el contrario, una forma de auto control para saber manejar aquello que nos dañó y que hoy sigue oculto, creyendo lo que no es, por desconocimiento psicopatológico, a falta de atención, bien vale la pena pensar cómo están nuestras relaciones sociales, para tomar cartas en el asunto. ¡No nos figuremos cosas que nos son!, es decir, no pensemos lo que creemos cierto solo porque nuestro ego lastimado, así se nos lo indica, vayamos a la raíz del conflicto y encontremos en las preguntas de cara y de frente, la verdad, eso que nosotros creemos ver, escuchar, pero que con seguridad no lo es, tal y como lo dijera Borges, “solo es un espejismo”. Demos sentido a las palabras y hablemos con amor y respeto, sin ofender para encontrar la llave que nos mantendrá en armonía y éxito con la naturaleza.
Prof. Maximino Lagunes Vásquez 30 Marzo del 2014.
Clase de habilidades del pensamiento: Nuestra habilidad reflexiva.
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