La apreciación social y laboral a las personas con Tatuajes.

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Quienes se están viendo afectados en mayor medida por este tipo de prácticas discriminatorias son los jóvenes y las personas que conservan algún tatuaje que bien pudieron haberse hecho muchos años atrás en su vida.

Reforzamos la aseveración anterior con datos producto de la investigación y el contacto directo con este sector social, aportados por la reportera Marcela Turati,1 quien en su reciente libro Fuego cruzado dedica un capítulo completo para dar a conocer la situación de vulnerabilidad por la que pasan los jóvenes mexicanos hoy.

Señala la periodista que es una realidad que una gran cantidad de jóvenes en el país son hijos de la crisis que obligó a sus madres y padres a salir a trabajar para completar un salario. Asimismo, estos jóvenes se vieron afectados a causa del desmantelamiento del Estado que no construyó más hospitales, escuelas o guarderías apostando a que el libre mercado lo haría. Millones crecieron en los retazos que faltaban por urbanizar, en las lejanas invasiones sin servicios. A muchos la escuela les quedó lejos, asimismo otros no tuvieron cupo en la universidad.

Menciona la autora en comento que para estos muchachos no se pensó otro proyecto más que la escuela obsoleta, y no tuvieron opciones asociadas al deporte, la cultura, la familia, el trabajo o el esparcimiento.

Si tomamos en cuenta todos estos factores, podemos entender que muchos jóvenes desde niños se han criado en las calles y han conformado su familia inmediata en las pandillas o bandas, y en las cuales, la mayoría de las ocasiones utilizan como símbolo de pertenencia a éstas: tatuajes, accesorios en su cuerpo, algún determinado tipo de vestimenta, modo de peinarse, así como otras formas de identidad que ellos han desarrollado o imitado.

Cuando estos jóvenes con las características acabadas de mencionar –que formaron o forman parte de una pandilla o inclusive sin haber sido miembros de alguna– salen en busca de trabajo, se enfrentan a los prejuicios sociales traducidos en la discriminación laboral que les impide ser contratados a causa de su apariencia física. La mayoría de los casos demuestra que se les niega el derecho a un trabajo por portar tatuajes en su cuerpo, pero también es una realidad que se les deniega el mismo por múltiples razones vinculadas directamente a su apariencia; como si su capacidad o deseos de superación dependieran únicamente de su apariencia corporal.

Así, las oportunidades laborales para estos jóvenes les son canceladas, convirtiéndolos en los primeros damnificados del modelo económico y de la crisis financiera; dejándolos marginados, discriminados, excluidos, condenados al ocio, haciendo filas para conseguir un empleo reservado para otros.

Ante esta situación que deniega a los jóvenes la consecución de un trabajo digno y lícito, muchas veces se ven orillados a cruzar la única puerta que encuentran abierta, la de la ilegalidad, donde uno de los principales contratantes lo constituye el crimen organizado.

Mientras los encargados de fuentes lícitas de empleo ven en estos jóvenes a vándalos desorientados por su apariencia y en consecuencia les deniegan un trabajo, “la delincuencia organizada si está viendo la capacidad emprendedora de los chavos –e– hicieron un análisis de mercado y los enganchan”, dice Carlos Cruz de la organización juvenil Cauce Ciudadano.2

Como “no hay nada que ofrecerles –explica Isaac Guevara–,3 con esto ya se ha producido socialmente la materia prima [para la delincuencia], sólo falta que lleguen los encargados de engancharlos para pedirles que se avienten un jale, que consuman o maten a alguien”.

Francisco: La discriminación social acerca de tener Tatuajes y/o Perforaciones es un tabú que se ha transmitido por varias generaciones, ya que los medios de comunicación han hecho un estereotipo de que todas las personas que tengan tatuajes y/o Perforaciones son criminales, pero esto no es del todo cierto ya que podemos observar a ciertas personas con estas características que no son criminales, es como por ejemplo si una persona que esta operada de cualquier parte de cuerpo la discriminen y la tachen de cualquier estereotipo, obviamente esto no pasa por lo tanto ¿Por qué con los estos objetos si? Talvez si los medios de difusión dejaran de marcar de esa manera la opinión seria de otra forma. Ahora ¿Porque para una persona con estas condiciones es tan complicado colocarse en un empleo si ya hay leyes contra la discriminación? En algunas empresas por la política de privacidad no se notan estas irregularidades, pero, en realidad ¿por tener tatuado el hombro y con una perforación en el oído no saben hacer su trabajo? Obviamente no, pero ¿entonces que les hace pensar esto?

Giovanni: Pienso que la discriminación de los tatuajes hacia personas que desconocen estos estereotipos, a menudo piensan que unos dicen estar a en la moda mientras que otros creen que están en grupo delictivo y más en trabajadores o empresas que requieren apoyo y seguridad a la compañía, de acuerdo al tipo de test que realiza el empleado al entrar en una empresa es obligatorio respetar el reglamento no portar tatuajes, aretes incluso tipo de ropa ya que en un trabajo te piden levar un traje profesional y formal.

Se ha dicho que una compañía o empresa corre el riesgo de contratar a una persona que lleve estos estereotipos ya que se cree que puede cometer vandalismo y secuestro, por esa razón se pide respetar el reglamento ya que no lo se trata de traer el modo de vestimenta de una compañía sino también dar seguridad a un lugar de trabajo, aunque muchos estén inconformes con este regla de vestir formal muchos no toman en cuenta por que se da prioridad la regla de la empresa aunque solo sea un gusto por los tatuajes.

Algunas fuentes de información a las que tuvimos acceso reiteran que en una cuestión laboral, nada le impide a cualquier persona, con alguna modificación corporal, ya sean tatuajes, perforaciones, color de cabello, etc. el realizar una labor o que contribuya con la sociedad en cualquier campo. Aquí algunas referencias:

Primeramente, encontramos unos ejemplos en la constitución mexicana que, en la cuestión laboral, no impide a ningún individuo realizar en cualquier profesión, sea cual fuere su naturaleza, a menos que interfiera con una resolución judicial. También hace referencia a la libre expresión de cada individuo mexicano de expresarse, mientras no entre en conflicto con la ley.

Artículo 5o. A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial,