La inteligencia y las emociones, son 2 aspectos de la naturaleza humana que nos llevaran a prosperar en el ámbito personal y laboral,

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Parte importante del éxito lo es también la familia, por ello es importante conducirnos inteligentemente con respecto a nuestras emociones y no dejar que ellas tomen el mando, con esto me refiero a pensar antes de llevar a cabo acciones en perjuicio de nuestra familia, cuando estamos molestos podemos hacer o decir cosas de las cuales nos podemos arrepentir una vez que ha pasado el coraje, no obstante cuando llega el arrepentimiento en ocasiones ya hemos lastimado seriamente a nuestros seres queridos y se ha fracturado parte de la estructura familiar , lo cual es penoso y cuesta trabajo restaurar, lo aconsejable es manejar la situación calmadamente, si en ese momento no es posible ceder un poco y dialogarlo cuando las aguas estén más calmadas y se pueda pensar con claridad.

Se ha comprobado con estudios científicos que el estar sometidos al estrés y a las presiones cotidianas del trabajo y la vida familiar, se ve reflejado en nuestro estado de salud, pues esto deriva en un sistema inmunológico que se ve diezmado y no es capaz de combatir a los agentes bacteriológicos que nos provocan enfermedades, pues es el secuestro por la amígdala lo que nos provoca ese estrés y esas presiones y hace que constantemente nos enfermemos.

Por el éxito profesional, familiar y por un mejor estado de salud creo que vale la pena apelar a la inteligencia emocional como principal timón de nuestra vida, pues los beneficios son muchos y no tenemos nada que perder.

Goleman, D, (1995) Inteligencia emocional.