La mejor Filosofia de la psicologia humana segun Descartes, Locke y Hume
Enviado por Mikki • 29 de Octubre de 2018 • 3.200 Palabras (13 Páginas) • 396 Visitas
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Por último, luego de todas las justificaciones, y demostrando la existencia de la sustancia infinita, Descartes pone la figura de Dios como garante del ser. Ya se ha justificado el método, se ha fundamentado la claridad y la distinción, sostenida por la garantía de la veracidad de su creador.
El dualismo cartesiano proviene de un concepto en el pensamiento griego, quienes sostenían que el alma era una esencia diferente a la del cuerpo. También sostenían que estas entidades duales no interactuaban entre sí, sino que era ajena la una a la otra, siendo el cuerpo un ‘envase’ del alma. Descartes hablaba de un alma independiente (no material) que habitaba en un cuerpo, el cual se manejaba a través de puros mecanismos. Utiliza el famoso precepto, “pienso, luego existo”, (Descartes, 1637) como prueba. No dudamos de la existencia de nosotros mismos, ya que no podemos dudar del yo a no ser que exista un yo que duda.
Descartes se interesaba en la conexión e interacción entre lo inmaterial (alma) y lo material (cuerpo). Resuelve este problema de incompatibilidad dándole un nombre al problema; es decir, dualismo. Mantenía que estos dos orígenes son de naturaleza diferente e independiente. El cuerpo puede ser dividido en partes, pero el alma es indivisible y ocupa al cuerpo en su totalidad, el reducir el cuerpo no reduciría el alma. A pesar de las diferencias podían afectarse entre sí. Las percepciones sensoriales, y la interacción a través de los sentidos dependen del cuerpo, pero la conciencia de ellas reside en el alma. Ese era el punto de interacción según Descartes, el cual tenía lugar en la glándula pineal. De modo que sin emprender resolver todos los problemas, sencillamente enunció que hay un dualismo de mente y cuerpo, y que su interacción es evidentemente real. El cerebro es el principal ámbito de la mente o conciencia del alma, pero la mente o conciencia se distribuyen por todo el cuerpo.
2- John Locke (1632-1704) sostiene que todos nuestros conocimientos tienen origen en nuestra experiencia, ya sea a través de los sentidos o de la razón, por lo que deposita su confianza en la misma. Ésta sería el criterio o norma de verdad en el conocimiento, el cual se construye a través del contacto e interacción con el mundo. Locke creía que había dos tipos de experiencias: las externas y las internas. Denominaba a la experiencia externa como "sensación", en referencia a la interacción del ser humano con los objetos del mundo real, incluyendo el color, el movimiento y el número de tales objetos. A la experiencia interna la denominaba como "reflexión", en referencia a los actos de la mente, como por ejemplo: saber, creer, recordar y dudar. A partir de la experiencia garantizamos la fuente de conocimiento. Se niega la absolutización de la verdad ya que debe ser puesta a prueba (a través de la experiencia) y puede ser modificada, corregida o abandonada. Toma a nuestra mente como una hoja en blanco (“tabla rasa”) la cual se va llenando con nuestra experiencia. Todo es producto de vivir y construir ideas. No hay una postura innata que gobierne. No puede haber nada con una certeza mayor que el que, la idea que recibimos de un objeto exterior, esté en nuestras mentes. La idea de Dios, por ser considerada innata, no existiría y por lo tanto no tendríamos asegurada una certeza de verdad en las demás ideas. Locke respeta el cogito “pienso, luego existo.” (Descartes, 1637). Por lo tanto, del “yo” tenemos una certeza intuitiva. De Dios no hay una idea innata pero su existencia se demuestra mediante la causalidad. Al ser el creador de nosotros y del mundo tenemos una certeza demostrativa, vemos sus consecuencias. Y finalmente, del mundo tenemos la certeza de que es la causa de nuestras impresiones, es decir, una certeza sensitiva. Locke deposita su confianza y certeza en la experiencia, sin la experiencia o la instrucción no se forma ninguna idea. No hay nada en el intelecto que no haya estado antes en la percepción.
El empirismo concibe al aprendizaje a través de la experiencia, a diferencia del racionalismo que se argumenta con ideas innatas e impuestas en nuestra mente con anticipación por una sustancia infinita, es decir que no existen las ideas innatas, por lo tanto, es preciso incorporar las creencias a través de la experiencia con el mundo. La sensación es el cambio mínimo que experimenta la mente cuando es excitada por los sentidos, es decir, la experiencia externa; y la reflexión es el apercibimiento del alma de ese suceso, o sea la experiencia interna. Cuando uno nace no posee conceptos previamente impuestos en la mente. Para negar la existencia de las ideas innatas Locke señala la asimilación de los niños en los principios abstractos contenidos en conceptos básicos hasta que alguien se los enseña. La mente tiene capacidades innatas para adquirir ideas a partir de la percepción del mundo externo y de la reflexión sobre este y sus contenidos, por lo cual se forman impresiones; ideas simples que son producidas por la sensación y la reflexión (como por ej.: la sensación produce un tiempo de impresión, como los tonos de los colores de las cosas, y la reflexión nos proporciona una impresión del propio yo.). Combinadas se elabora una idea compleja sobre los objetos físicos y sus propiedades. De esta manera se construyen los contenidos del pensamiento, a través de elementos simple que se reciben pasivamente mediante la percepción y reflexión y que “evolucionan” hasta llegar a ser complejos. El aprendizaje está dado en función de la experiencia que existe entre objetos y sujetos del conocimiento. Empírico quiere decir experiencia entre aquel que desea aprender y el objeto que se desea aprehender. En todos estos procesos de aprendizaje se produce lo que llamamos interacción, que no es otra cosa que la acción entre ambos; objeto y sujeto. O, viceversa. Locke (1690) afirma “(…) bastaría con mostrar cómo los hombres, por el simple uso de sus facultades naturales, pueden obtener todo el conocimiento que posee, sin ayuda de ninguna impresión innata. Puede llegar a la certeza sin tales principios o nociones originarios” (p.31). Argumenta que no existen principios especulativos innatos, y como anteriormente mencionamos, todo se remonta a la experiencia. El contenido no puede considerarse innato, si poseemos una necesidad de razón para descubrirlo, a menos que pensemos que todas las verdades que la razón nos enseña, son innatas.
Supongamos que la mente es, como nosotros decimos, un papel en blanco
vacío de caracteres, sin ideas. ¿Cómo se llena? ¿De dónde procese el vasto
acopio que la ilimitada y activa imaginación del hombre ha grabado en ella con
una
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