Las emociones.
Enviado por karlo • 29 de Diciembre de 2017 • 2.646 Palabras (11 Páginas) • 312 Visitas
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Teorías físico mentales
Teorías fenomenológicas
-Schacter-Singer 1962: esta teoría mantiene que las emociones son debidas a la evaluación cognitiva de un acontecimiento, pero también a las respuestas corporales. La persona nota los cambios fisiológicos, advierte lo que ocurre a su alrededor y denomina sus emociones de acuerdo a ambos tipos de observaciones.
-La fenomenología: concibe la emoción como un fenómeno de conciencia distinto de los actos de pensamiento y las voliciones: la emoción (en contra de Descartes) no es una idea o un objeto de pensamiento, ya que no corresponde al logos, sino que es anterior, y por consiguiente, preracional. La emoción tampoco (en contra del psicoanálisis) el aspecto consiente de los instintos biológicos ni puede reducirse al sentimiento de placer o desagrado.
- Señale y explique los componentes de las emociones.
Para identificar una emoción deben presentarse los siguientes componentes:
Según la Enciclopedia General de la Educación (2000):
- Experiencias subjetivas: son respuestas externas que pueden revelar un sentimiento, emoción o estado de ánimo de la persona, como estar alegre, triste o nervioso, etc. Para distinguir entre la componente neurofisiológicas y las cognitivas, a veces, se emplea el término emoción.
- Cambios fisiológicos: donde el sistema nervioso y endocrino juegan un papel crucial: sudoración, piel erizada, aceleración del ritmo cardiaco, etc. Estos cambios neurológicos se manifiestan como cambios en los neurotransmisores, secreciones hormonales, respiración, etc.
- La conducta: es lo que manifiesta lo que sentimos o vivimos: llorar, fruncir el ceño, gritar, sonrojarse, etc. Este aspecto de la emoción está relacionado con la idea de Darwin sobre los roles funcionales de la emoción.
- Construye una historia donde se pueda apreciar los componentes de las emociones.
Mi relato será el resumen de un libro muy lindo que leí, y me inspiro. El autor es Jorge Bucay, del libro “Todo (no) terminó” (Silvia Salinas y Jorge Bucay).
Erase una vez, una isla donde habitaban todos los sentimientos: la Alegría, la Tristeza y muchos más, incluyendo el Amor. Todos los sentimientos vivían juntos en la isla a pesar de los roces naturales que tenían al convivir, la vida era muy tranquila y hasta predecible algunas veces. En las tardes, la Rutina hacía que el Aburrimiento se quedara dormido, o el Impulso armaba algún escándalo; otros días la Constancia y la Convivencia lograban aquietar al insoportable Descontento. Un día inesperado, el Conocimiento convocó una reunión. Cuando por fin la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó tarde al lugar de encuentro, todos estuvieron presentes y pudo empezar la reunión. Entonces, el Conocimiento dijo: ‘‘Tengo una mala noticia que darles, la isla se hunde…’’ Todos inquietos dijeron: ‘‘Oh! ¿Cómo puede ser? Si nosotros vivimos aquí, ¿Cómo haremos?’’. El Sarcasmo dijo: ‘‘Es mentira, no sabe lo que dice, ¿Qué va a saber él?’’. ‘‘El Conocimiento nunca se equivoca’’ dijo la Conciencia, dándose cuenta de la realidad. ‘‘Si él dice que se hunde, es porque es así’’. Todos dijeron ‘‘¿Qué vamos a hacer ahora?’’. Y el Conocimiento contestó: ‘‘Cada quien puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de abandonar la isla, construyan un barco, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella’’. Todos dijeron: ‘‘¿No podrías ayudarnos?’’ ya que sabían de su capacidad. ‘‘¡No!’’ contestó el Conocimiento, ‘‘La Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto, volaremos hacia la isla más cercana’’ Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socio, llevando de polizón al Miedo, que no es bobo y ya se había escondido en la parte trasera del avión, y se fueron.
Todos comenzaron a construir un bote, todos excepto el Amor, ya que el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo: ‘‘Dejar la isla… Después de todo lo que viví aquí, ¿Cómo podría dejar este hermoso árbol por ejemplo? Compartimos tantas cosas…’’
Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subía a cada árbol, olió cada rosa, tocó cada piedra y acarició cada rama. Al llegar al otro lado de la isla, exactamente al lugar donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que lo caracteriza: ‘‘¿Quizás la isla se hunda solo por un rato, y después salga a la superficie de nuevo, porque no?’’ Y se quedó días y días midiendo la altura de la marca que hacía el mar, para ver si el proceso era reversible, pero no, no dejaba de subir el agua y se hundía cada vez más. Sin embargo, el Amor no podía pensar en construir nada, porque estaba tan adolorido que sólo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería. Cada día se quedaba en el sitio más elevado de la isla, pero sin embargo, cada día se quedaba en un lugar más pequeño. Hasta que finalmente se dio cuenta que no habría vuelta atrás y que si no salía de ahí el Amor desaparecería para siempre de la faz de la tierra. Entonces caminando hacia la bahía, viendo como todos tenían un bote, y que ya no tendría posibilidades de construir uno como todos, porque desperdició el tiempo negando que la isla se hundía. Desde allí podía ver a todos sus compañeros, tenía la esperanza de explicar su situación y que alguien entendiera y la llevara consigo.
Buscando con los ojos en el mar, vio venir el barco de la Riqueza y le hizo señas: ‘‘¡Riqueza llévame contigo! Sufrí tanto la desaparición de la isla que no tuve tiempo de hacer un bote’’. La Riqueza contestó: ‘‘No puedo, hay mucho oro y plata en mi bote, no tengo espacio para ti, lo siento’’ y siguió su camino sin mirar atrás… El Amor vio a Vanidad en un bote hermoso, lleno de adornos y florecitas, y le dijo: ‘‘Vanidad llévame contigo’’ Vanidad dijo: ‘‘Imposible Amor, es que tienes un aspecto espantoso, tan sucio y tan desaliñado, que mi barco se vería feo contigo en el’’. Pasó la Soberbia y tan solo con escucharlo pedir ayuda le dijo: ‘‘Quítate de mi camino o te paso por encima’’. El Orgullo lo miró, y la respuesta a su grito de ayuda fue una mirada despectiva y una ola casi lo asfixia. Vio a la Tristeza y le dijo: ‘‘Me dejas ir contigo, tu y yo somos grandes amigos, casi siempre estamos juntos’’ la Tristeza
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