Pruebas Psicológicas en la Infancia.

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En el año 2003, Henderson en su trabajo Resiliencia, descubriendo las propias fortalezas, menciona que es importante primeramente detectar la adversidad para definir el origen de las dificultades y riesgos. Seguido de esto, se tiene que seleccionar el nivel, y el tipo de respuesta más apropiados a la situación. La autora expone que:

‘’Para los niños, una limitada exposición a la adversidad construirá comportamiento resiliente, más que una exposición total, que puede resultar excesiva o traumática. Una respuesta planificada asume que hay tiempo para planear cómo se va a afrontar esa adversidad. Éste sería el caso frente a necesidades de cirugía, mudanzas, divorcios, cambio de escuela, etc. Una respuesta practicada implica hablar sobre los problemas o representar lo que se va a hacer. Éste sería el caso en un simulacro de incendio, una reunión con una persona que tiene autoridad para tomar decisiones que afectan al grupo, la búsqueda de una escuela apropiada, etc. Una respuesta inmediata requiere acción inmediata. Éste sería el caso durante una explosión, un asalto, desaparición o muerte de una persona querida, etc. ’’.

Se ha puntualizado que un correcto uso del concepto de resiliencia, es describirlo como un proceso o trayecto, y no como un rasgo o adjetivo personal. Los elementos que promueven a la resiliencia como concepto caben en tres categorías, individual, familiar y social. Entre los factores a nivel individual se incluyen la resiliencia constitucional, la inteligencia, la sociabilidad, la habilidad para comunicarse y las cualidades individuales. A nivel familiar, se presentan los recursos del apoyo que facilita la misma; así como también en los recursos a nivel social, de la comunidad, las experiencias escolares, y las comunidades que ofrecen apoyo. En un nivel conductual y afectivo, se ha hecho hincapié en el mantenimiento de la ecuanimidad y productividad en las personas expuestas a situaciones detonantes de estrés. El mantenimiento de una salud mental estable, competencia social y un funcionamiento adecuado, son los elementos que caracterizan a personas exitosamente resilentes.

Referencias:

Becoña, E. (2006). Resiliencia: definición, caraterísticas y utilidad del concepto. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 11, 125-146.

D’ Alessio, L. (2008). Mecanismos Neurobiológicos de la Resiliencia. Buenos Aires: Ed. Polemos.

La resiliencia en la salud mental, (2013). Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente. 24, (8).