Trabajo práctico: “Infancias robadas”
Enviado por monto2435 • 6 de Noviembre de 2018 • 2.039 Palabras (9 Páginas) • 284 Visitas
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Otra relación que encontramos entre el documental y el texto de Infancias robadas, tiene que ver con el círculo íntimo de confianza en el que se dan los abusos del video, generando una confusión en el niño, ya que el afecto se mezclará con dolor.
“Lo difícil que nos resulta a los adultos aceptar que fuimos injustamente maltratados en forma física y emocional por las personas más significativas: nuestros padres” (Pág. 57-58, Irene V. Intebi, 1998). La humillación, la impotencia y la rabia son fuertes, en especial cuando el abuso vino de los padres, quienes debían proteger al niño, y que, para mayor desdén, hay muchos casos en los que se responsabiliza al niño y se exculpa al adulto, dejando a la verdadera víctima de lado en la familia. Esto es lo que le sucedió a Isabel, quién mencionaba que su abuela y su madre eran conscientes del abuso perpetrado contra ella, condenando su silencio durante muchos años, y que, incluso luego de que ella misma exprese que esos hombres abusaron de ella, aún siguen juntándose a comer en navidad con la familia.
Como se menciona en el video, es muy difícil para las víctimas sobrellevar este tipo de abusos, ya que un niño es siempre dependiente de su familia, y cree o supone que allí encontrará refugio, paz y cuidados. Un padre, un tío, personas allegadas a la familia, nos hace replantearnos lo que leímos en el texto acerca de los espacios públicos y privados. Entendemos que hay una falsa creencia generalizada, en la que el peligro y el abuso vienen siempre de agentes externos. Creemos esencialmente necesario “(…) descorrer el velo entre lo público y lo privado, des-naturalizando así las violaciones a los derechos humanos que son perpetradas por los padres a puertas adentro del hogar.” (Claudia H. Infancias robadas. Pág.3)
Por último, pudimos detectar en el video diferentes tipos de consecuencias a largo plazo. Niños que durante o posteriormente al abuso se comportan violentos, agresivos, con cambios de conducta abruptos, intolerantes, serios, muy tristes. Además, una de las víctimas menciona en su testimonio que durante su adolescencia padeció miedos, rabia hacia los hombres y hacia la desnudez, conductas y sentimientos de autodestrucción, aislamiento y formación de patrones de conductas negativos. Esto nos lleva a concluir que el abuso “(…) tiene serias consecuencias para su salud y su desarrollo que duran toda la vida.” (Claudia H. Infancias robadas. Pág.5).
Por último, queremos destacar los dichos de la autora María Inés Bringiotti, quién comienza su análisis en “Las Familias en situación de riesgo en los casos de violencia familiar y maltrato infantil”, analizando la influencia de las representaciones acerca de cómo debe ser una familia.
“En la actualidad las familias presentan diferentes formas o estructuras y ello no implica el cumplimiento o no de sus funciones”. María Inés Bringiotti.
Durante todo el corto sobre violencia en los niños, las diferentes víctimas fueron relatando la forma del abuso, las marcas que provocaban éstas, en el cuerpo y en la psiquis, las víctimas se aferraban a algo para poder continuar.
[…]Así cada familia tendrá su matriz de funcionamiento única y específica, que si bien en principio debe ser respetada, hay un límite que se coloca en el momento y situación en que se vea alterado el bienestar y crecimiento adecuado de los hijos. No se trata de discutir valores o posiciones respecto a lo que se quiere para el hijo, sino de intervenir en aquellos casos en que aparece una posibilidad de riesgo. Quisiera detenerme en dos cuestiones que generan un debate permanente en tanto involucran a las familias, l@s niñ@s y la calidad de su desarrollo con efectos negativos a corto, mediano y largo plazo, me refiero a la distinción entre negligencia y pobreza por un lado y, al abuso sexual intrafamiliar por el otro[...] María Inés Bringiotti.
[…]El otro tema que hemos planteado se refiere al abuso sexual intrafamiliar. En estos casos, cuando existe una sospecha se debe investigar y cuando existe evidencia actuar. Muchas veces las concepciones arraigadas acerca de la “sagrada” familia llevan a la paralización ó a negar evidencias que están a la vista, ya que la ocurrencia del abuso por parte del que debía cuidar al niñ@ excede nuestra posibilidad de comprensión y aceptación. El niño puede ser víctima y debe ser escuchado, sin embargo aún en casos de fuerte convicción de que el abuso ocurrió, se dice “de todas maneras es el padre (o quien sea de la familia)”, “dónde va a estar mejor que con la familia”, “él se arrepintió, dice que no lo va a hacer”… Las excusas pueden ser variadas pero el niño queda entrampado en esa situación. Y si trabajamos con familias y reflexionamos sobre la “familia”, podemos seguir llamándola familia cuando ocurre un abuso ó en todo caso la disfuncionalidad es tan grave que el niño corre serio riesgo físico y psíquico. Sin embargo la temática del abuso sexual infantil genera tantos rechazos y temores, que es mejor no ver, negar que ocurre, o tomar la defensa de la familia ó el adulto, diciendo que el niñ@ lo provocó o lo buscó, que parecía más grande de lo que era… Y se olvida cual es la función primaria de la familia: proteger al niñ@, cuidarlo, facilitar su sano crecimiento y desarrollo. Los argumentos del tipo “pasó porque lo quería mucho”, “es una forma de demostrar amor”; “en esta cultura los padres inician a las hijas”… desvirtúan lo que es una familia y el ejercicio de su función. Este límite puesto al abuso sexual intrafamiliar, muestra que no toda concepción o valoración o representación que la familia haga de sí misma, de lo que le está permitido, de su poder sobre sus hijos, debe ser respetada y aceptada […] (Lamberti, 2003). María Inés Bringiotti
Apuntamos estas citas, recordando el relato de las víctimas, de la complicidad de algunos miembros. En el caso de Isabel, su abuela que observaba el abuso. Esto demuestra que muchas familias no saben qué hacer respecto de estas violaciones, en cuánto al sometimiento del cuerpo de otro/s. Estas situaciones, además de provocar incomodidad y extrañeza, traen la sensación de temor, miedo, vergüenza y culpabilidad. Las victimas respecto de estas frustrantes experiencias tratan de asimilar lo que les ocurre viviendo ratos, vidas, mundos paralelos.
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