Cartografías de la Discapacidad Aspectos positivos y Negativos

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Por consiguiente en el intercambio social al encontrarnos frente a una persona diferente produce automáticamente la imposibilidad de verlo como una persona normal igual que todos, pasa a reducirse a un ser como inficionado que produce un efecto de descrédito, surge el estigma que es un atributo de esta naturaleza, también llamado defecto o desventaja. De acuerdo a lo que establece Goffman, los estigmas sociales pueden ser de tres tipos: las marcas en el cuerpo real descritas como defectos físicos, por el discurso médico, las fallas en el espíritu definidas por la psiquiatría y las tribales de raza, nación o religión, estos estigmas suelen ser objeto de la no aceptación de un individuo en la sociedad por poseer un rasgo que se impone a la fuerza de la atención y conlleva al alejamiento por ser portador del estigma.

Es evidente que la vida de una persona con discapacidad transcurre en la forma del no poder ver, no poder caminar, no poder aprender estas se van adhiriendo a su ser como adversidades permanentes, invencibles, a veces, objeto de manipulación rehabilitadora, otras de indiferencia y abandono. En esta sociedad ser o tener discapacidad es sobre todo no tener palabra propia, es tener un cuerpo sin lenguaje no tener voz es vivir en un cuerpo prestado es existir representado en una realidad sin pertenecer a ella, triste mirada de ser construidos por miradas y lenguajes ajenos, aniquilándole toda posibilidad de ser alguien.

Con el paso del tiempo la globalización se considera un factor amenazante debido a que impulsa a la anulación de las diferencia, esto representa una desventaja ya que delimita e impide a que las personas discapacitadas impidiendo que puedan tomar su lugar en el mundo. Las diferentes prácticas en busca de la equidad reflejan un quiebre en lo que se suponía socialmente instituido. Así la cuestión de la discapacidad termina por ser una problemática antropológica social que se convierte en una crisis del sentido.

Aspectos Interesantes

A partir del siglo XX la práctica artística comienza a ser utilizada como herramienta terapéutica a partir de teorías psicoanalíticas, realizándose así diferentes exposiciones donde se relaciona arte y discapacidad. Tras la influencia del barroco como época de amplio desarrollo del arte se pudo denotar que las primeras practicas aisladas para construir la realidad, en torno a las producciones expresivas que se realizaban como forma de objetivar la perturbadora potencia de las vivencias conservadas en la psiquis, estas tendencias fueron ubicado la praxis artística como presencia indispensable en los hospitales psiquiátricos como medio para despojar al sujeto de la realidad dejando surgir lo más profundo del inconsciente.

En relación a los avances tecnológicos se puede hacer énfasis en la positividad que estos han tenido en pro de la integración de las personas con discapacidad, los medios de comunicación de masas sobre todo aquel referido a la comunicación visual, la transmisión simultánea, la reproducción técnica, la diversificación el consumo de imágenes, la recepción y todo lo demás que lo integra va a modificar, visualizar el encuentro del arte y la sociedad, el hecho artístico repetido una y otra vez en la clandestinidad de la existencia o de la institución que acobija el silencio y la sombre sigue emergiendo.