Considerando el curso que la evolución que el pensamiento suele seguir

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(DIBUJO)

Las pulsiones por su parte, son la unidad básica de este sistema dinámico, que tiende todo el tiempo a estados de equilibrio y desequilibrio, estas se pueden entender en base a su forma y contenido, en la primera, estas son la unidad básica del aparato psíquico que parece estar luchando todo el tiempo consigo mismo, (la dialéctica Hegeliana parece tomar importancia aquí), como un ser con características social, moral y hasta humanamente impropias, que lucha consigo mismo por entrar en el molde propuesto e impuesto por la idiosincrasia de la exterioridad social, y en cuanto al segundo, es la fuerza motriz o energía que hace posible el dinamismo y desplazamiento en el aparato psíquico y con ello se puede entender que le es necesario a este ser de pulsiones incontrolables cuadrar, dentro de los parámetros establecidos, aun si eso le cuesta la desconstruccion y reconstrucción de si mismo, esta parece ser la vida de un aparato psíquico que se encuentra todo el tiempo en una lucha interna, de fuerzas contrapuestas, que va de la represión a estados catárticos concientes.

Las pulsiones tienen un origen interno, orgánico y sexual, y están en busca de la satisfacción; pareciera que Freud concibe al hombre como un animal contenido por una sociedad, como un cerebro reptiliano controlado por sus cortezas superiores, como si nos dijera que el hombre es egoísta y busca su auto realización constante, además de la apropiación de un mundo que le es ajeno, dando como resultado explicaciones semejantes a la teoría narcisista.

Pero, ¿Cómo llegar a cumplir el deseo de satisfacción? Según lo explica Freud, es a través de objetos los cuales son móviles, estos son inseparables de los deseos. Él explica que la huella mnémica está asociado a la satisfacción del deseo y este a un objeto es específico, es cuando aparecen las pulsiones, estas se expresan de dos maneras, por representación o por afectos, la primera pueden ser tanto objetos como palabras, y los segundos son elementos de descarga. Lo importante de las pulsiones es su destino ya gracias a las resistencias, pueden llegar a sublimarse. A remplazar el objeto por una persona, volverse contra la misma persona o reprimirse. Lo anterior es de especial importancia, ya que como hemos visto en casos clínicos expuestos por Freud o incluso en la vida cotidiana, puede ser el origen de distintas afecciones psíquicas.

Aunque puede ser el origen de afecciones psíquicas, la represión también dinamiza la tópica, ya que aleja lo inconsciente de lo consiente, creando una lucha permanente entre inconsciente y consciente para llegar a un equilibrio, buscados desde el aparato psíquico. Pero esta lucha no significa que el destino de las pulsiones se quede detenido por la represión u otras defensas del inconsciente, sino que aparecen por medio de lapsus, actos fallidos, sueños, fantasías, síntomas o chistes. Dichas formas mantienen el equilibro pero que pasa cuando estas son rebasadas, de acuerdo con Freud, hay un aumento de excitación y es cuando hay perturbaciones en la vida psíquica, el mismo Freud expone su caso de fobia a viajar en tren, dicha experiencia no es la fobia en sí, sino el conflicto entre el inconsciente y el consiente, siendo este último rebasado, traspasando la contención de las defensas y teniendo como destino perturbaciones en la vida psíquica.

Quizás por su formación como medico y su experiencia en la fisiología, Freud trata de no separarse de una explicación físico-química, nunca olvida la relación de la psique con el cuerpo, de hecho ve en este la expresión del mundo interno y en el psiquismo la represión del mundo externo. El cuerpo somatiza todos aquellos deseos que son socialmente inaceptables y los expresa de una forma socialmente visible, en los síntomas por lo tanto se puede observar la expresión de las pulsiones que habitan en las profundidades de una psique que trabaja para reprimirlas. En la psique se expresan todas las condiciones sociales circundantes, y se realizan como fantasías en vigilia o como sueños en estado onírico. El hombre busca realizarse, aunque esto implique actos mal vistos según nuestra moral, tanto es su deseo por realizarse y por satisfacer sus pulsiones que se realiza aunque sea de forma metafísica.

La teoría de la libido es la columna que sustenta la explicación psicoanalítica, la libido es en un sentido básico, la energía sexual que aporta su fundamento económico y dinámico a la teoría pulsional, ¿es de llamar la atención que la energía sexual sea uno de los puntos neurálgicos del psicoanálisis?, en una teoría que concibe en el hombre un ser que busca satisfacerse constantemente y dejar su huella en el mundo, trascender, como el mismo Freud profundamente lo deseaba, no cae de extraño que la sexualidad sea el centro de la energía psíquica, como si el hombre buscara fecundar la vida con su presencia.

También es importante mencionar que la construcción de la metapsicologia es inseparable de la vida de su creador, Freud siempre busco trascender e incluso, frustrado por no ver cumplido su deseo, se refugio en una megalomanía y en la fantasía del héroe romántico incomprendido, es entonces coherente que el psicoanálisis explique siempre el devenir de una vida a través de deseos que se cumplen ya sea despiertos o soñando, y de no ser así esto puede ser causa de generar alguna patología, sobre todo si se tiene una vida sexual poco o nada satisfactoria.

La importancia de la metapsicología radica en la creación de una nueva epistemología basada en una primera instancia, en la epistemología de las ciencias naturales, que a diferencia de estas, el conocimiento es motivo de inclusión no de exclusión, siendo la epistemología de las ciencias del comportamiento de ratas un dogma del que, extrañamente, siempre se han intentado separar, para buscar el título de cientificidad dando por las ciencias naturales, sin ver que frente a ellos, las ciencias del comportamiento ofrecen una verdadera posibilidad de ser auténticos, no estudiando lo externo, sino interesándose por el sujeto que estudia lo externo yendo más allá de la mera descripción de sus acciones.

Por último, la metapsicología es pionera y creativa incluso en ver lo que a los ojos parece oculto, siendo el aparato psíquico un ente invisible pero no por ello inexistente, como los números, un matemático dirá que son perfectamente reales y posiblemente muchos estarán de acuerdo pero, jamás se ha visto a un número caminando como un ente “real”, qué diferencia hay entre la metapsicología y el sistema matemático usado en el mundo, será acaso que solo uno de ellos les causa tal ansiedad que prefieren negarse a su existencia o incluso defender