El consumo de alcohol en universitarios como factor de riesgo en el rendimiento académico.

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La conducta de consumo de alcohol en jóvenes y adolescentes está determinado en gran medida por el contexto en el que se desarrollan, y la escuela tiene un rol fundamental como contexto socializador ya que aquí se da una buena parte del aprendizaje de normas y valores, por lo que la experiencia vivida en ella condiciona la maduración del adolescente, visiones, actitudes y relaciones sociales. Este hecho hace que el sistema escolar sea un ámbito prioritario de intervención en la prevención del consumo de drogas (Carrasco, Barriga, León, 2004).

Se ha estudiado la relación existente entre distintas variables de contexto escolar y el consumo de alcohol, algunos de estos estudios son mencionados por Carrasco, Barriga y León (2004) en donde nos menciona los trabajos de Barca y Colds; Laespada y Elzo y Singh y Mustapha quienes encontraron que la insatisfacción, el auto concepto y el fracaso escolar tenían un papel importante en el consumo de alcohol. Sin embargo, para para el estudio se investigará una relación inversa, es decir, los efectos del alcohol sobre el ámbito escolar, donde encontramos que el uso temprano de sustancias puede colaborar a un desempeño escolar insuficiente, dificultades escolares, estrés, fracaso escolar, hasta deserción escolar, sugiriendo que las adicciones propician insatisfacción por la escuela, actitudes negativas, disminución de la motivación e incremento de ausentismo (Carrasco, Barriga, León 2004; Gil, 2008).

Un ejemplo de estas variables se observa en el estudio de Carrasco, Barriga y León (2004), quienes afirman que la satisfacción del alumnado con la propia escuela puede repercutir en su mayor implicación en la vida académica, reflejada en la motivación para cumplir con las obligaciones escolares y en los resultados académicos. Pero la satisfacción escolar no sólo tiene implicaciones para la propia vida académica del alumnado, sino también para su salud física, psíquica y social.

Otro aspecto clave es que esta etapa representa un momento favorable para el consumo del alcohol debido a la curiosidad y búsqueda de nuevas sensaciones como un mecanismo para enfrentar los problemas emocionales que dicha etapa conlleva por su rebeldía a las autoridades y búsqueda de la identidad (Lituma et. al., 2013)

El consumo de alcohol, actualmente, se encuentra presente en todas las sociedades, y está presente de manera cotidiana y natural en comidas, fiestas y actividades sociales. Sin embargo, los problemas derivados del alcohol por lo regular solo surgen cuando el consumo de esta sustancia llega a ser excesivo (Gil, 2008).

Los efectos negativos del abuso de consumo de alcohol han sido ampliamente estudiados, poniendo de manifiesto la relación entre la ingesta excesiva de alcohol y daños en el funcionamiento del Sistema Nervioso Central y en estructuras cerebrales, como el neocórtex, el hipocampo y lóbulos frontales. Los cambios en estas áreas resultarían especialmente significativos debido a su relación con procesos como la memoria, el aprendizaje, la atención, la resolución de problemas, así como la organización de la conducta. En tanto, la mayoría de estudios comparativos entre bebedores y no bebedores han encontrado un peor rendimiento en bebedores abusivos en aquellas capacidades relacionadas con la memoria, la atención, las funciones ejecutivas y la fluidez verbal (Carballo, García, Jáuregui, y Sáez, 2009). Es notable y evidente que el abuso de alcohol interfiere y repercute en el desarrollo de capacidades básicas para el pensamiento, desarrollo intelectual, habilidades cognitivas, siendo estas necesarias y de gran importancia en el rendimiento académico y desarrollo personal y profesional.

Es evidente el típico incremento de la prevalencia de consumo de alcohol, conforme la edad avanza, así la insatisfacción escolar es más notoria y con mayores casos en los estudiantes de preparatoria y universidad siendo estos una población de riesgo, sin embargo los alumnos cuyas expectativas académicas se traducen en la continuación de estudios en niveles superiores o universitarios afirman beber y embriagarse con menor asiduidad que aquellos otros cuyas expectativas radican en dejar los estudios y buscar trabajo o estar en paro (Carrasco et al, 2004; Caso, Hernández, 2007).

Otro enfoque del efecto del consumo del alcohol en el rendimiento académico es un estudio mencionado por Caso y Hernández (2007) en donde al evaluarse programas preventivos de las adicciones, se observó una reducción significativa en el consumo de sustancias junto con el ausentismo y un aumento en las calificaciones escolares.

El alcohol es una de las sustancias más consumidas en nuestra sociedad engendrándose como el principal problema de salud, además acarrea otra serie de inconvenientes como una disminución en el rendimiento académico (Zurita, 2014). En su estudio Zurita no encontró un alto consumo de alcohol en adolescentes, tal vez, debido a que su muestra era relativamente joven, así mismo no encontró una relación significativa entre el consumo de alcohol (medido mediante la escala de consumo de alcohol AUDIT) y el rendimiento académico (medido en función de si habían repetido algún curso en años anteriores).

Ya que como se dijo el alcohol es una de las sustancias más consumidas prevaleciendo en la mayoría de las culturas y con una gran diversidad de efectos negativos nuestro estudio tendrá por objetivo comprobar si representa un factor de riesgo significativo en estudiantes debido a la importancia que tiene un desarrollo académico en los jóvenes, dicho estudio será llevado a cabo con una población de universitarios ya que estudios como el Zurita anteriormente mencionado no encuentran relación entre el alcohol y el rendimiento académico debido a que un población relativamente joven difícilmente se han iniciado en el consumo de alcohol. Por lo tanto nuestra pregunta de investigación será: ¿El alcohol afecta en el rendimiento académico de jóvenes universitarios? Para lo cual tendremos como hipótesis: El rendimiento académico será significativamente menor en aquellos jóvenes que presenten un alto nivel de consumo de alcohol

Método

Participantes:

La muestra fue tomada por un muestreo no probabilístico de cuotas y comprendió de 120 estudiantes de 3 universidades distintas (FESI, IPN, ITTLA) con una media de edad de 20.49 años, 50% de ellos fueron mujeres y 50% hombres, el 95.8% de ellos dijeron ser solteros y el otro 4.2% casados. Las carreras de las que provenían estuvieron conformadas en su mayoría por: Medicina (15.8%), Psicología (15.8%) e Ingeniería en Gestión Empresarial (15.8%), en su mayoría se encontraban