En la Psicología, algunas escuelas consideran que la conciencia es la característica principal de lo psíquico

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Se da un impulso defensivo elemental contra las representaciones susceptibles de despertar sensaciones desagradables. En el olvido, se da que la tendencia defensiva desplaza su fin y lleva al olvido por tener una conexión asociativa con el hecho que le causó algún malestar ().

2.1 Olvido de propósitos e intenciones

Se define por propósito a un impulso a la acción, pero cuya ejecución ha quedado aplazada hasta el momento propicio para llevarla a cabo. Pero ¿qué sucede cuando se olvida el propósito de realizar algo?

Gabriela se encontraba sentada en la sala de su casa, y ella le había prometido a su amiga que la acompañaría a comprar ropa. Transcurrieron las horas y ella se quedó dormida y al despertar vio que tenía 10 llamadas perdidas y algunos mensajes de su amiga reclamándole porque no había asistido. Ella le dijo que si iba a ir, pero que no se dio cuenta cuando se quedó dormida.

Por lo que me cuestiono ¿si realmente quería acompañar a su amiga o no tenía la intención de hacerlo, pero es algo que ella se niega aceptar? Los casos de olvido de esta índole podrían ser atribuidos a una intervención de motivos desconocidos e inadmitidos (deseos contrarios) por la persona, es decir, que la intención es la que tiene el consciente, y los deseos contrarios son los inadmitidos por la persona y que por esa razón se encuentran en el inconsciente.

2.2 Actos de término erróneo

Se dan cuando se extravía la intención, y se manifiestan cuando cometen actos, por ejemplo: de romper o dejar caer sin querer algún objeto que en un inicio se considera valioso o importante para la persona, estos actos se realizan por las intenciones inconscientes que la persona puede tener pero que se niega a aceptar por lo cual se excusan bajo el error. Es decir, no existe un error que no sea intencionado y que por lo general la persona no admite esos deseos.

2.3 Actos casuales

Son aquellos actos de los cuales no se sospecha de ellos finalidad ni intenciones ocultas, se ejecutan por la “casualidad”.

Algunos de ellos son: 1) tics, que son acciones que aparentemente son parte de la persona y son muy comunes en ella; 2) un simple cambio en la forma de vestir; 3) cambios en algo de la rutina, etc.

Sin embargo, al igual que en los actos erróneos, en los actos casuales quedan impresos deseos inconscientes, sólo que en éstos no son justificados como error, de hecho son considerados normales, pero que si se analizan quedará en descubierto cuál fue la intención de ese acto.

3. Conclusión

Las equivocaciones en realidad no lo son, más bien, son la manifestación del verdadero deseo o intención, ya que tanta fue la necesidad por querer ocultarlo que al final salió a relucir.

Al igual que las equivocaciones, el olvido, es propiciado de forma intencional. Con esto, no me refiero a que la persona diga “quiero que se me olvide lo siguiente” sino que se da de forma espontánea ante hechos que a la persona le disgusta, le causa malestar o alguna perturbación, que, como es evidente no lo acepta la propia persona.

La negación de los verdaderos deseos se puede deber a que el ser humano vive en sociedad y por lo tanto debe de seguir las reglas que ésta establece y se actúa en base en lo que dicta su núcleo social, pero en muchas ocasiones quedan encubiertas diferentes intenciones, las cuales, si las saca a relucir no sería aceptado o le costaría trabajo vivir en sociedad.

Es muy difícil llegar a determinar hasta qué punto algo puede ser considerado como normal o no, simplemente se puede considerar como aceptable o no aceptable.