La Gran Psicología del deporte.

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Poco tiempo después la Dirección de Medicina de la CONADE, convoca al I Encuentro Nacional de Psicólogos del Deporte (1991), donde el objetivo principal seria compartir experiencias y agrupar a los psicólogos interesados en el ámbito del deporte en el país (Morán, 2000).

En ese momento el crecimiento de la psicología deportiva crecía de manera exponencial y tal parece que nada podría detenerlo. Desafortunadamente estos avances, se ven truncados tras el fracaso de la delegación mexicana en los juegos olímpicos de Barcelona. Obviamente esto genera una gran decepción en las autoridades mexicanas y estás, actuando de forma muy ignorante, hacen un fuerte recorte presupuestario. Aun así se generan grandes avances en la ciencia del deporte por parte de la Universidad Autónoma de Chihuahua (1990), con el programa de Maestría en Ciencias Aplicadas al Deporte. Esta maestría ofrecía tres opciones de especialización: Administración del Deporte, Psicología del Deporte y Biología de Deporte, convirtiéndose así en “el primer post-grado en ofrecer estudios de especialización en psicología del deporte” (Moran, 2002).

Es importante destacar que la primera generación de psicólogos deportivos con título de maestría, surge en 1998 a 2000 bajo la dirección de José María Buceta y la coordinada de Claudia Rivas. Parte de esta generación llegaría a formar parte de los principales representantes de la Psicología en México y entre ellos tenemos a: Arturo Alba, Parma Aragón, Elsa Chincoya, Minerva Huízar, Carlos Morán, Verónica Murillo, Saúl Ramírez, Claudia Rivas, Octavio Rivas, Beatriz Salgado y Celestino Tobías.

En resumen, todos los acontecimientos de la década de los noventa, sentaron las bases para superar nuevos retos importantes, en términos de expansión, crecimiento y desarrollo. Y aunque parecería una tarea difícil, no era imposible, porque cada vez había más psicólogos formados con bases teóricas y metodológicas. Esto no solo aria crecer la ciencia, sino que permitiría mayores aproximaciones de mejor calidad en el campo aplicado de la psicología deportiva.

3.1.2 Años recientes

En la década de los noventa el contexto deportivo mexicano generaba una psicología del deporte más receptiva a las propuestas planteadas por los psicólogos (en ámbitos de alto rendimiento), con especial importancia en los deportes profesionales, como el fútbol. Sin embargó deportes como el tenis, el fútbol americano, el automovilismo, la natación sincronizada, la natación, el golf, la gimnasia artística comienzan a contemplar el trabajo psicológico.

Los alcances de esta psicología se ven en el año 2004, cuando la UADY abre la Maestría en Psicología Aplicada con la especialización de la Psicología del Deporte. Con esta nueva maestría llegan también nuevas generaciones de psicólogos y nuevas tesis de mucha importancia, además de tener una gran influencia en la Universidad del Fútbol fundada en el estado de Hidalgo en el año 2001, la cual incluye dentro de su oferta académica la Maestría en Ciencias del Deporte y Alto Rendimiento. Otra universidad que se ve influenciada es la ITESO en Guadalajara (2007), de donde surge una generación de psicólogos del deporte.

Una de las grandes aportaciones es la que realiza la facultad de psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) cuando publica el libro “La actividad física y la psicología en el Deporte”. Con todas estas bases la psicología deportiva tendría no solo una mayor importancia sino también un mejor sustento o base científica.

Ya se analizado la función de esta psicología, los antecedentes que dieron pie a una formación más concreta de esta área, ahora entonces es momento de analizar esta psicología como una alternativa ante el problema de los trastornos, en especial la vigorexia

3.2 Alternativas para los trastornos

Los trastornos de ansiedad pueden ser atendidos, por parte de la Psicología, con un tratamiento cognitivo conductual. En este tipo de tratamientos normalmente, se reducen los síntomas de ansiedad en las primeras intervenciones. Posteriormente se analizan y tratan los factores que originan y/o mantienen la ansiedad y otras alteraciones que puedan acompañarla. Para la psicología del deporte, la atención es meramente preventiva, utilizando el deporte como máxima motivación y autorrealización del individuo o bien recomendando ejercicios de tipo aeróbico controlados que favorezcan su estado de salud. Si bien la psicología desempeña el papel más importante en el texto, es necesario recalcar la importancia de una atención multidisciplinar a los trastornos, apoyada en ciencias como la medicina y la nutriología. Focalizando el trabajo en el caso de la vigorxia, a continuación se mencionaran las posibles alternativas.

La mayor parte de los vigorexiscos se concentra en gimnasios donde su principal rutina de ejercicio se enfoca al levantamiento de pesas y como ya vimos anteriormente su principal meta es narcisista, una meta que los lleva a la constante búsqueda de un crecimiento muscular, sin importar su propia salud. Visto desde el punto psicológico-deportivo, puede decirse que esta clase de ejercicios, no forman parte de un deporte, porque este deportista no necesita pertenecer a un grupo, ni va tras una meta que pueda realizarse de forma grupal, simplemente es una búsqueda de satisfacción totalmente egoísta. Si bien esta psicología no da una aplicación a esta, si puede presentar alternativas que puedan modificar este TOC.

Comencemos hablando de la teoría de la atribución, esta supone que las personas se esfuerzan por explicar, comprender y predecir sucesos sobre la base de su percepción cognitiva. Según la teoría el propósito de todo ser humano es explicar sus propias acciones en términos de su percepción de las causas (Fritz Heider, 1944), entonces se dice que las atribuciones percibidas crean una gran influencia en las acciones, los sentimientos, la confianza y motivación de una persona. Es por eso que si un deportista ve frustrada su meta, atribuye su fracaso incluso al más insignificante error. En el caso de los vigorexicos, estos se frustran cuando ven que su deseo por un cuerpo más musculado no se cumple, entonces recurren a la forma más rápida, utilizando fármacos que aceleran este proceso. Un psicólogo del deporte en estos casos, apoyado por la motivación y la teoría de la atribución, diría que estas personas que se creen incapaces o fracasados, deben ser alentados a trabajar más y no justificarse pensando que la mala suerte o su pésimo desempeño es el que lo lleva a mal término.

Otro problema que se observa