Piaget y la Teoría Constructivista de la Inteligencia.

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De nuevo, en la conducta de llorar. Un bebe llora por frío, por hambre y conforme crece se da cuenta que esta reacción le puede servir para resolver distintas dificultades que se le presenten; la primera vez que se sienta solo en lugar de enojarse o gritar, puede ser que llore está mostrando la asimilación (utiliza un esquema de comportamiento viejo ante una situación nueva); cuando se da cuenta que el llanto le va a servir para que sus cuidadores lo cuiden o le den algo, y no solo tenga que llorar, sino patalear o molestarse se da la acomodación (la nueva respuesta proviene de un esquema antiguo). Es decir, adapta su esquema original de llanto para lidiar con una nueva experiencia: la obtención de un objeto deseado. Así la asimilación y la acomodación trabajan en conjunto para producir un equilibrio, y, a lo largo de la vida, la búsqueda del equilibrio es la fuerza impulsora detrás del crecimiento cognitivo.

El equilibrio se logra para Piaget en cada una de las 4 etapas del desarrollo cognitivo del individuo. En la etapa sensorio-motriz (nacimiento a 2 años), el niño adquiere la capacidad de usar sus sentidos y habilidades motrices para conocer e interactuar con el ambiente. En la etapa preoperacional (2 a 7 años), el niño utiliza símbolos para representar personas, lugares y eventos, todavía no presenta un pensamiento lógico, se vuelve egocéntrico y centrista. En la etapa de operaciones concretas (7 a 12 años) el niño puede resolver problemas de manera lógica, pero no puede pensar en términos abstractos. Y finalmente, la etapa de operaciones abstractas (12 a 18 años) la persona puede pensar de manera abstracta, lidiar con situaciones hipotéticas y pensar acerca de las posibilidades y las relaciones interpersonales.

A todo lo mencionado, se resume que la teoría de Piaget, en relación con el aprendizaje, es necesaria para la educación pues el aprendizaje es un proceso de construcción activa por parte del alumno, el cual mediante su actividad física y mental determina sus reacciones ante el medio que lo rodea y logra un mejor desarrollo cognitivo. También, Piaget ha demostrado que las mentes de los niños no son como las mentes de los adultos, pero en miniatura; más bien esta teoría favorece a los padres y/o maestros en cómo los niños piensan e interpretan la realidad para que así se facilite la enseñanza en la niñez.