RESPUESTA RELACIONAL DERIVADA COMO COMPORTAMIENTO APRENDIDO

RESPUESTA RELACIONAL DERIVADA COMO

COMPORTAMIENTO APRENDIDO

La respuesta relacional derivada se presenta como una especie de núcleo o semilla de la cual se puede obtener una respuesta relacional. El análisis del comportamiento del lenguaje y la cognición puede crecer. Tiene una similitud obvia con el lenguaje como la bidireccionalidad esperada entre palabras y referentes. Parece algo inesperado desde el punto de vista de la teoría del comportamiento, y requiere un análisis. En el capítulo anterior afirmamos que las verdaderas cuentas técnicas crecen de abajo hacia arriba, y aun así mantienen contacto con el fenómeno de interés. Con una gestión adecuada, el La tradición conductual es ideal para mantener estas dos fuerzas en equilibrio. Análisis de comportamiento es un campo conservador, añadiendo nuevos principios sólo con renuencia. El estudio de los derivados relaciones de estímulo en el análisis de la conducta tiene treinta años de antigüedad, sin embargo, el intento activo de utilizarlo como un El modelo de trabajo del núcleo de los fenómenos lingüísticos ha pasado a ocupar un primer plano en los últimos tiempos. El estudio de las relaciones de estímulo derivadas ha "crecido de abajo hacia arriba".

Es una de las ironías de la psicología que si hay algo nuevo en el lenguaje humano, es poco probable que la tradición de aprendizaje humano la encuentre o la reconozca. Para los investigadores humanos, todo lo que puede ser nuevo se supondría simplemente porque sería algo común en los seres humanos temas. La tradición analítica de comportamiento desarrolló principios con no humanos que no son principalmente para entender el comportamiento no humano, pero para tener herramientas para abordar el tema de la complejidad de los fenómenos humanos. Esta es la tradición que se encuentra en una situación ideal para encontrar algo nuevo si existe, porque la diferencia será evidente. Creemos que la El fenómeno de las relaciones de estímulo derivadas es, en cierto sentido, algo nuevo. Marco Relacional La teoría constituye nuestro intento de explicarla e integrarla en el estudio del lenguaje humano.

2.1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES EN LA TEORÍA DEL MARCO RELACIONAL

La Teoría del Marco Relacional es un relato explícitamente psicológico del lenguaje y la cognición humanos. Es decir, aborda los eventos verbales como actividades y no como productos. El énfasis en los productos verbales que se ven típicamente en campos como la lingüística no sirve muy bien a un relato psicológico. Centrarse en los productos verbales conduce rápidamente a un análisis en términos de propiedades estructurales, en el que la naturaleza contextual, histórica e interactiva de los eventos verbales se pierde u oscurece hasta cierto punto. Un enfoque psicológico es mejor servido por un análisis de las acciones verbales, que retiene un énfasis en el desarrollo y la naturaleza interactiva de los eventos conductuales. La Teoría del Marco Relacional abarca la simple idea de que la derivación de las relaciones de estímulo es un comportamiento aprendido. Pensar en derivar las relaciones de estímulo como comportamiento aprendido, operante o instrumental es difícil sólo debido a las cualidades abstractas de la acción en cuestión. En este punto, por lo tanto, parece que vale la pena discutir los conceptos fundacionales que se necesitan para tratar este tema tipo de comportamiento desde un punto de vista analítico de comportamiento.

2.1.1. OPERADORES GLOBALES Y PURAMENTE FUNCIONALES

Skinner utilizó el término "operante" para describir las clases que se forman por sus efectos funcionales en determinados contextos. Skinner fue bastante claro en que la forma o topografía de una respuesta es insuficiente para determinar su estado en un análisis funcional. Además, no hay restricción en el tamaño de un operante, siempre y cuando se pueda demostrar un control discriminatorio y consecuente similar sobre la unidad construida por el analista de conducta. Incluso una unidad grande de comportamiento con topografías muy variadas, como escribir una novela o conducir hasta la playa, podría ser analizada como operante. Aunque los operantes se clasifican funcionalmente, con frecuencia se describen o definen topográficamente con fines prácticos y de investigación. Las "definiciones de comportamiento" con frecuencia empleados por terapeutas de la conducta o analistas de la conducta aplicada, en los que se utiliza una descripción topográfica detallada de la respuesta para guiar la medición y la intervención, proporcionan ejemplos. Esto puede funcionar, en parte, porque cuando se aplican las contingencias a los bienes formales, las descripciones formales y funcionales se combinan en gran medida. Por ejemplo, si un investigador aplica contingencias al uso de sustantivos plurales, ahora pueden ocurrir más sustantivos plurales. Es cierto que la clase funcional puede incluir miembros de la clase que van más allá de la unidad formal (por ejemplo, un enfoque en sustantivos plurales puede de hecho producir una unidad funcional que incluya, por ejemplo, sustantivos numéricamente ambiguos), pero para fines de análisis la unidad funcional puede llegar a ser virtualmente sinónimo de la unidad formal definida por una parte estructural del habla.

En la mayoría de las situaciones experimentales, la dicción funcional/formal puede ser ignorada de manera segura cuando una rata presiona una barra para comer. la contingencia está relacionada con el comportamiento de lo que desvíe la barra un cierto número de grados, y una amplia variedad de topografías, tales como, olfatear, rodar, saltar, sentarse, estornudar, y así sucesivamente, podrían ser parte de la clase. Eventualmente, el investigador puede tratar la clase de acciones que desvían la barra, y presionar la barra con la pata delantera como prácticamente lo mismo. debido a que la gran mayoría de las respuestas se ajustan tanto a la definición funcional como a la formal, no es probable que ocurra mucho daño práctico.

Sin embargo, el hecho de que la distinción formal/funcional no siempre sea necesaria no debe menoscabar nuestra comprensión del operante como una clase de respuestas definidas de forma funcional en la que los miembros individuales pueden variar drásticamente en forma. la claridad a este respecto es particularmente importante cuando surgen operantes que tienen pocas características topográficas definitorias, ya sea en términos de estímulos o respuestas implicadas. a veces se denominan operantes " generalizados ", " generales ", " generales " o " de " orden superior " (Barnes). algunos analistas del comportamiento han hecho distinciones adicionales (por ej, Todos los operadores son construcciones meramente útiles y todos ellos, en principio, incluyen a los sub-operadores si un investigador decide buscarlos.