TRASTRABARSE (EQUIVOCACIONES ORALES)

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OLVIDO DE IMPRESIONES Y DESIGNIOS

“[…] el estudio del sueño y de sucesos patológicos nos ha enseñado que también puede reaflorar de pronto en la conciencia lo que estimábamos olvidado desde hacía mucho tiempo, el olvidar se nos haya vuelto más enigmático que el recordar.” (Freud, 1901)

Aceptamos que el olvido es un proceso espontáneo al que se puede atribuir un determinado curso temporal. De igual manera Freud señala que en el olvido se produce una selección entre las impresiones ofrecidas al igual que en los detalles de cada impresión o vivencia.

Señala de igual manera que el olvido está fundado en un motivo de displacer.

- Olvido de impresiones y conocimientos

La propensión a olvidar lo desagradable parece ser general, siendo la capacidad para olvidarlo lo que se encuentra desarrollada de diferente manera en las personas. Igualmente en individuos sanos, no neuróticos, hay indicios de una resistencia que se opone al recuerdo de impresiones penosas y a la representación de pensamientos desagradables

Del mismo modo que sucede en el olvido de nombres, pueden también aparecer en el de impresiones recuerdos equivocados, los cuales, si son aceptados como verdaderos, habrán de ser designados como ilusiones de la memoria.

- Olvido de designios

“Ningún otro grupo de fenómenos es más apto que el olvido de designios para probar la tesis de que una escaza atención no alcanza a explicar, por sí sola, la operación fallida.” (Freud, 1901)

Señala también que un designio es un impulso a la acción, que ha sido aceptado pero que se lo ha dejado para realizar en un momento propicio.

Puede ser que en el tiempo a realizarlo, la motivación sufra alguna alteración y esto trunque la realización de éste; pero entonces no puede decirse que olvidamos el propósito formado, pues lo que hacemos es revisarlo y omitirlo por el momento.

Ahora bien, en lo referente al olvido de estos designios, el que generalmente y dentro de nuestra cotidianidad vivimos, podría decirse que en el momento de ejecutarse no estaba disponible la atención necesaria para realizarlo.

Freud señala también que el olvido es admisible en cosas sin mucha importancia. Entendamos que, al ser determinado designio considerado realmente importante, no debería ser olvidado. Se ha hallado que los casos de omisión por olvido podían ser atribuidos siempre a una intervención de motivos desconocidos e inadmitidos por el sujeto mismo o, como podríamos decir, a un deseo contrario.

El olvido de propósitos nos acerca mucho a algo que pudiésemos designar con el nombre de «formación de falsos propósitos.»

EL TRASTOCAR LAS COSAS CONFUNDIDO

Trastrocar las cosas confundido.- todos aquellos casos en los que el efecto fallido (el no cumplimiento de la intención) parece lo esencial.

Acciones sintomáticas y contingentes.- todos aquellos casos en los que las acciones muestran no ir de acuerdo al fin.

Freud entiende a las acciones fallidas, en ciertos casos, como configuraciones simbólicas de un pensamiento que no estaba destinado a una admisión seria y consciente.

Así, pues, detrás todos aquellos movimientos producidos en apariencia por una torpeza casual, se sospecha la existencia de un sentido y una intención. De manera que el para Freud ninguna de estas torpezas e infortunios son fruto del azar o de una torpeza carente de propósito.

“El dejara caer objetos, voltearlos, hacerlos añicos, parece emplearse muy a menudo para expresar unas ilaciones inconcientes de pensamiento” (Freud, 1901)