Tema: EL MÉTODO CLINICO.
Enviado por Antonio • 15 de Mayo de 2018 • 2.155 Palabras (9 Páginas) • 445 Visitas
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modificación del existente por la interpretación y surgimiento de un emergente que modifica a la vez el esquema referencial del investigador, y se constituye en un nuevo existente.
Agreguemos a este esquema un quinto elemento, que es fundamental cuando se pretende investigar; se trata de la predicción. Todo psicólogo clínico que pretenda trabajar eficazmente y con economía de tiempo, debe acostumbrarse a formular predicciones (hipótesis) respecto a cómo será la reacción del sujeto frente a un estímulo (interpretación, propia presencia, etc.). Es en la confrontación de esta predicción con el emergente real y en el ajuste o desajuste de la misma, donde el investigador recoge noticias ciertas acerca del objeto y donde puede elaborar actitudes instrumentales adecuadas al caso.
[Se transcriben a continuación algunas formulaciones de Fernando ULLOA, 1995, que siguiendo la misma línea de pensamiento aclaran o sistematizan los conceptos formulados anteriormente]
La noción de herramienta clínica, algo personal: Parto de la afirmación general según la cual, en el quehacer clínico, los contenidos conceptuales o metodológicos son descartables cuando dejan de impulsar un proceso diagnóstico o terapéutico.
Lo esencial de la eficacia clínica es la versatilidad resultante de la ese descarte, cuando ala par que evita tentarse con una teoría opaca el campo de trabajo, no deja de apoyarse en la excelencia teórica pertinente.
En este descarte, algunas ideas clínicas son definitivamente abandonadas; otras irán a reposar, como recurso disponible, nuevas posibilidades de empleo. Muy pocas por ser menos domésticas y con más mérito de universalidad, integrarán el edificio teórico y procesal de ese edificio.
En el psicoanálisis, esta universalidad suele corresponder a la calidad metapsicológica de esa herramienta. Lo ejemplifican la noción de transferencia, de aplicación universal, pero ajustada a la singularidad de cada caso. Algo semejante puede decirse de las constelaciones edípicas, singulares para cada caso, pero sin perder su valor antropológico generalizado.
Algunas de estas conceptualizaciones teóricas o metodológicas, por ajustarse más a la pasión de sí mismo haciendo vocación, expresarán el estilo de quien las usa, sin olvidar que lo doméstico no alude tanto a la costumbre de insistir en su uso, cosa que implicaría servidumbre, sino a la manera eficaz de emplearlas cuando ello corresponde.
Cinco condiciones de eficacia clínica: voy a comenzar por nombrarlas, sin que el orden en el que aparecen signifique necesariamente un propósito de secuencia, aunque en cierta forma cada condición es función de la otra:
- Capacidad de predicción.
- Actitud no normativa.
- Posibilidad de establecer relaciones insólitas en el discurso.
- Definición por lo positivo o por lo que es.
- Coherencia entre teoría y práctica o entre ser y decir.
- Capacidad de predicción: es la organización que todo clínico puede hacer de sus propias expectativas antes de incluirse en un situación que debe conducir.
Sobre la base de los datos precarios que se poseen previamente, o tal vez sólo elaborando fantasías, esta organización explícita de las expectativas opera desde el primer momento de la entrevista, como medida de confrontación con lo que realmente acontece; se obtiene una primera medida orientadora de nuestro accionar. Cuando no se han organizado las expectativas, éstas también funcionan, pero secreta y perturbadoramente.
- Actitud no normativa: constituye el propósito de no normativizar, no diagnosticar prematuramente. Se trata de dejarse atravesar por los datos del campo, sin pretender entender antes de entender. Por otra parte, resulta importante en todo acto diagnóstico o terapéutico no reforzar las expectativas superyoicas del entrevistado… para lo cual resulta fundamental trocar ese clima supuestamente superyoico en una curiosidad que motoriza la indagación en el propio clínico y en el entrevistado.
- Posibilidad de establecer relaciones insólitas en el discurso: constituye una de las oportunidades más evidentes – para un oído atento – para realizar una lectura semiológica capaz de producir inteligencia clínica. Todo sujeto que demanda, como sujeto dividido, tiende a poner en juego un decir que alude a un conflicto y otro a la solución; funciones que pueden dejar de estar divididas y más o menos próximas, resultando dislocadas. Este disloque habrá de traducirse, en el discurso del paciente, como fragmentos discursivos también dislocados. Son las “relaciones insólitas” sobre las que habrá que trabajar.
- Definición por lo positivo: No en el sentido de la connotación bondadosa o la calidad de lo bueno. Una manera de presentar esta condición de la eficacia se relaciona con no hacer diagnósticos por descarte, por lo negativo, pantano en el que quedan atrapadas con frecuencia las entrevistas clínicas. La definición por lo positivo implica advertir – con todas las limitaciones que esto supone – aquello que para el interesado se presenta como algo eludido por temor o por ser contrario a su deseo.
- Coherencia entre teoría y práctica: esta condición alude, en primer término al comportamiento del clínico, ajustado a que sus dichos no desmientan los que es. El paciente terminará por saber que el clínico es lo que dice y hace.
Por último a fin de hacer algunas precisiones sobre el encuadre clínico resultan útiles algunas conceptualizaciones que desarrollé referidas al discernimiento entre la clínica de linaje médico y la de linaje psicoanalítico, lo cual ayuda a distinguir más que una indicación de uno u otro encuadre, cuál es el hacer propio de un clínico, sobre todo considerando que nunca hay encuadres químicamente puros en sentido clínico. La cuestión es saber qué es pertinente hacer, más allá de lo que se desea hacer.
La clínica de linaje médico, si bien es propia del quehacer de la medicina, no se restringe a ella ni a situaciones patológicas; es operada incluso por clínicos sin status médico en acciones psicoterapéuticas o en campos no definidos como tales. Se trata de una clínica holística, preocupada legítimamente por el enfoque y la comprensión de la situación global. Es una clínica fundamentalmente de cuidados, sobre todo cuando se ocupa del sufrimiento de quien pide ayuda; en este sentido el quehacer de enfermería es quehacer clínico. Por último, esta clínica de linaje médico es una clínica de prescripciones y consejos, es decir, de recetas.
La
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