Terapia cognitiva conductual
Enviado por Kate • 19 de Abril de 2018 • 2.434 Palabras (10 Páginas) • 514 Visitas
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b) La segunda etapa es el tratamiento propiamente dicho. Aquí se utilizan las técnicas necesarias para lograr el cambio que el paciente necesita, teniendo en cuenta los logros que se plantearon en la primera etapa. Las técnicas pueden variar de acuerdo al problema, al paciente y su situación.
c) Durante la tercera etapa, el seguimiento, la intensidad de las consultas se va ampliando mientras se procuran mantener los cambios logrados y evitar recaídas. Si el terapeuta concuerda con el paciente que los objetivos ya se lograron, se le da de alta al paciente.
Un folleto on-line de Clínica PSINCO (s.f.), explica las características de la TCC:
- Es de corta duración.
- Los consultantes pueden ser una persona, una pareja, una familia o un grupo.
- Es activo-directiva, esto significa que los cambios requieren compromiso y un rol protagónico del paciente, quien no se limita a concurrir a las sesiones, sino que además va produciendo cambios graduales en su vida cotidiana.
- El terapeuta es más directivo: complementa la escucha con intervenciones que promueven no solo la reflexión sino además la acción.
- Se incluyen tareas para realizar entre las sesiones, como forma de poner en práctica los aspectos trabajados en la consulta.
- Se genera una relación colaboradora entre terapeuta y paciente, en la que el rol del terapeuta consiste en asesorar y acompañar en el camino hacia los cambios que se deseen promover.
- Está orientada al presente. La reflexión sobre el pasado tiene como finalidad generar cambios en el presente en pro de una vida más plena y gratificante.
- Se considera que la terapia fue efectiva en la medida que el paciente logre las metas que se propuso y mejore su calidad de vida.
La TCC es práctica y trabaja por objetivos. Se concentra en resolver los problemas actuales de la persona, los motivos que la aquejan hoy y la hacen sufrir. No son charlas sin dirección concreta. R&A Psicólogos (2015) explica que la TCC “asume que los patrones de pensamiento mal adaptativos o erróneos causan un comportamiento desadaptativo (comportamiento contraproducente que interfiere con la vida diaria) y emociones “negativas”. Y solo se pregunta información sobre el pasado cuando es indispensable; pero “el foco del tratamiento está puesto en resolver las dificultades actuales” (Cetecic, 2013). También se enseñará al paciente un conjunto de ejercicios que lo van a ayudar a manejar y resolver los problemas. La TCC le puede ayudar a entender problemas complejos desglosándolos en partes más pequeñas. Esto le ayuda a ver cómo estas partes están conectadas entre sí y cómo le afectan. Estas partes pueden ser una situación, un problema, un hecho o situación difícil. De ella pueden derivarse: pensamientos, emociones, sensaciones físicas, comportamientos. Cada una de estas áreas puede afectar a las demás. Sus pensamientos sobre un problema pueden afectar a cómo se siente física y emocionalmente. También puede alterar lo que el paciente hace al respecto (Cetecic, 2013). R&A Psicólogos (2015), cita una larga lista de trastornos con los que la TCC puede tratar:
“la terapia cognitivo conductual se utiliza para muchos trastornos de ansiedad, como trastorno obsesivo compulsivo (TOC), ataques de pánico y trastorno de estrés post-traumático), y acompañado de medicación psiquiátrica, puede ayudar a personas con esquizofrenia, trastorno bipolar, TDAH, depresión, desórdenes alimenticios (bulimia, anorexia), ataques de pánico, trastorno obsesivo compulsivo, abuso de sustancias y otras enfermedades mentales, manejo de ira, ansiedad, agorafobia y ataques de pánico con agorafobia, dentofobia (miedo irracional al dentista), trastorno generalizado de ansiedad, ansiedad Geriátrica, trastorno obsesivo compulsivo, ataques de pánico, estrés post-traumático, ansiedad social, fobia social, trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDA y TDAH), trastorno bipolar, trastorno de personalidad limítrofe (borderline), trastorno disociativo, anorexia, trastorno por atracón, bulimia, ludopatía (adicción al juego), esquizofrenia, trastorno afectivo estacional, somatización, abuso de alcohol (alcoholismo), abuso de cocaína, abstinencia de tabaco, intentos de suicidio, duelo, estrés, baja autoestima, dificultades en relaciones, separaciones y divorcio, desórdenes relacionados con condiciones médicas (insomnio, disfunción eréctil, asma, dolor por cáncer, colitis, infertilidad, migraña, desórdenes del sueño, fibromialgia, etc.). En niños y adolescentes (depresión, fobias, enuresis, encopresis, ansiedad por separación.
R&A Psicologos (2015) también explica que TCC es útil para cierto tipo de pacientes: “personas que buscan una intervención más estructurada y dirigida, que esperan una guía explícita por parte del terapeuta”. Y además explica que TCC puede no ser la terapia adecuada para algunos pacientes, dando como ejemplo el caso de “aquellos que no tienen un asunto específico de conducta al que desea atender y cuyas metas para la terapia son el insight y la exploración profunda para encontrar explicaciones que se remontan al pasado… La intervención TCC puede ser inapropiada para algunos pacientes psicóticos severos y pacientes con daños cerebrales orgánicos o daño traumático cerebral”
En conclusión, procurar aliviar el sufrimiento que debilita la salud psicológica de una persona es parte de la ética del profesional de la salud mental. Entre las terapias más utilizadas por los psicólogos para aliviar este sufrimiento mental se destaca la Terapia Cognitiva Conductual (TCC). La TCC es una terapia psicoterapéutica muy común, objetiva y de uso práctico, que surgió en la década del 50 con las investigaciones psicológicas del Dr. Albert Ellis. Mediante bases científicas comprobadas rigurosamente, ayuda a ordenar los pensamientos de una persona, auxilia a un paciente a sentirse mejor o le enseña a cómo controlar mejor las situaciones de estrés. Es un tipo de tratamiento que se puede aplicar a diferentes problemas psicológicos y entornos. Su propósito principal es aliviar el sufrimiento humano mediante procedimientos psicológicos validados por la ciencia. Actúa en el plano cognitivo y conductual.
La TCC tiene tres grandes etapas: evaluación, tratamiento y seguimiento. a) La evaluación psicológica que es para conocer al paciente y entender sus problemas y definir los objetivos del tratamiento y sus prioridades. b) La segunda etapa es el tratamiento propiamente dicho. c) Durante la tercera etapa, el seguimiento
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