Maria nuestra madre

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María vivió todo tipo de situaciones económicas, sociales, aun políticas propias de su época y condición.

Como la más grande de las mujeres amo más que todas y sufrió más que todos.

María como humana que era, y más una niña de apenas 14 años, tiene dudas en el momento de visita del ángel.

A la invitación del ángel a María cuando le dice…

“vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.”

Viene la “DUDA” de María

“¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?”

Sin embargo no se negó, sino que pregunto por lo imposible ¿Cómo será eso?

“El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios...”

Cuando María comprobó por el ángel que el Espíritu Santo le cubriría con su sombra, actuó la fe y vino el “SI”

“He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.' Y el ángel dejándola se fue”

Jóvenes en este momento llego la salvación y la redención de la humanidad.

Ella acepta todo sabiendo que eso le iba a traer gran dolor y sufrimiento.

María una joven inquieta, al saber de su prima Isabel, no se queda con los brazos cruzados, se pone en camino para ayudarla. Acá vemos a María disponible para ayudar a otros.

Así tenemos a María en Belén, en las condiciones en que tiene a su hijo no protesta, calla, guarda todo en su corazón.

Luego la huida a Egipto, el desierto; de ahí su vida en Nazaret esperando lo que pasaría.

Luego el dolor del camino al calvario hasta el pie de la cruz. Ahí vemos el sufrimiento de una madre por la muerte de su hijo, ahí vemos a María como humana que sufre, pero acepta por la fe en Cristo lo que pasa.

Esa jovencita humilde es la mujer más digna de salvación que ha existido.

Y lo mejor es Que es nuestra madre

Tenemos a María presente en Pentecostés, en el inicio de la iglesia.

“Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que dista de la ciudad como media hora de camino. Entraron en la ciudad y subieron a la habitación superior de la casa donde se alojaban. Allí estaban Pedro, Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelotes, y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos perseveraban juntos en la oración en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.”

Hechos de los Apóstoles 1, 12-14

¿Cómo podemos actuar ante María?

- Que nuestra devoción para ella no sea algo puramente sentimental, pasajero y solo cuando la necesitemos.

- Nuestra devoción debe brotar de la fe en su dignidad de madre de Dios y madre nuestra.

- No podemos acoger a María como madre, sin ser dóciles a su palabra que nos señala a Jesús como maestro de la verdad que hay que escuchar y seguir, como lo dijo en la boda de Cana:

“Haced lo que Él les diga”

Toda la tierra de Egipto sintió también hambre, y el pueblo clamó a Faraón pidiendo pan. Y dijo Faraón a todo Egipto: «Id a José: haced lo que él os diga.» Genesis 41:55

- A nuestra Madre carnal se le admira y se desea imitar, con mayor razón a nuestra madre celestial. Ella debe ser nuestro modelo:

- De fe:. Aun sin entender lo que el Ángel le había dicho, creyó que el hijo que tendría, era hijo del Altísimo.

- Caridad : cuando decidió correr donde su prima Santa Isabel para ayudarla, o cuando intercedió por los esposos en las boda de caná.

- Obediencia: Cuando huyó a Egipto en compañía de José o cuando acepto la pasión y muerte de Jesús

- De esperanza: Cuando ella espera segura la resureccion de su hijo

- De amor. Cuando ella con gran amor cuido a su hijo por 30 años

- De humildad: Cuando ella sin protestar da a luz al rey de reyes en un pesebre

- De coherencia de vida con lo que se cree: Cuando vemos que ella vivio conforme a la ley de Dios que desde niña estudio.

- De protección a los pobres: Cuando aun antes de tiempo pide el primer milagro a Jesús.

- De aprendizaje para saber llevar la cruz del sufrimiento como la llevo ella, con una gran dignidad: Cuando vemos que durante todo el camino al calvario ella acompaño a Jesús llevando el dolor en su corazón, sin reclamos acepto lo que Simeón le dijo, una espada te atravesará el alma.

- Debemos imitarla siendo solidarios con los demás en atención y acogida

- Expresemos nuestro amor en el rezo del Santo rosario, que es el obsequio más agradable a nuestra madre, Ella lo ha dicho en Lourdes y Fátima; y lo mejor rezarlo en familia.

“Familia que reza unida permanece unida”

San Francisco de Sales le decía:

“Yo te saludo dulcísima Virgen María, Madre de Dios, tu eres mi madre, por eso te suplico que me aceptes por hijo y servidor porque no puedo tener una madre mejor que tu”

Todos los grandes Santos lograron la Santidad gracias a María. Ellos lo manifiestan.

Pobres aquellos que no creen en Ella, son huérfanos de la madre más excelsa que ha salido de manos de Dios,

¡No saben lo que se pierden!

Juan Pablo II en su viaje a Honduras; en un homenaje en el Santuario a Nuestra Madre la Virgen de Suyapa; repitió las palabras de Jesús

“He