El Adulterio como Estigma
Enviado por Albert • 23 de Noviembre de 2017 • 1.023 Palabras (5 Páginas) • 334 Visitas
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O sea, entendemos que la infidelidad en sí misma no es un acto malicioso, ya que no se pueden juzgar las intenciones particulares de los actores, pero en su carácter moral normativo es categorizado como delito. Por lo tanto, depende especialmente de su forma relacional, ya que en una cultura abiertamente poligámica este tipo de estigmas no son normados y la concepción de fidelidad cambia el origen del que se habla en el presente ensayo.
También hay que añadir que según si bien la infidelidad puede ser una acto estigmatizado, es importante lo referente al infiel y su condición o su reconocimiento a sí mismo como ejecutor de un acto desviado para esto (Goffman, 1993) no dice que:
“Otra posibilidad de los estigmatizados de demarcar su papel social es cuando su diferencia No se revela de modo inmediato, y no se tiene un conocimiento previo (o, por lo menos, él no sabe que los demás la conocen), es decir, cuando no se trata en realidad de una persona desacreditada, sino desacreditable”.
El desacreditable, en nuestro caso el infiel, probablemente no considere incorrecto lo que realiza porque satisface algunos motivos personales, pero referente a los demás su acto es “malo” en potencia y no necesita sólo mantener el control de la tensión emocional ante los otros, sino también reconocer en qué situación o en qué momento puede expresar o silenciar.
Pero más allá del estado emocional de la persona que comete el acto, es importante recalcar el porqué de la exposición del mandamiento y los códigos civiles en la introducción del presente texto, y esto se expuso debido a que según (Becker, 2005) la desviación es creada por la sociedad. Al decir esto Becker no solo se refiere a la situación social del individuo ni los factores que influyeron en la infidelidad por ejemplo. (Becker, 2005) Se refiere más bien a que los grupos sociales crean la desviación al establecer las normas cuya infracción constituye una desviación y al aplicar esas normas a personas en particular y etiquetarlas como marginales. Como en nuestro caso el código civil y penal venezolano y la normativa moral y religiosa de la religión cristiana en contra del adulterio.
Con Becker se puede llegar a la misma conclusión que con Goffman, y es que la infidelidad no es mala en sí misma, sino es mala como consecuencia de un orden moral y normativo impuesto, que no precisamente representa la realidad del orden factual. Y se puede finalizar el presente ensayo con la siguiente cita de (Becker, 2005), pero en relación al adulterio:
“Desde este punto de vista, la desviación (en nuestro caso adulterio) no es una cualidad del acto que la persona comete, sino una consecuencia de la aplicación de reglas y sanciones sobre el "infractor" a manos de terceros. Es desviado (es adultero) quien ha sido exitosamente etiquetado como tal, y el comportamiento desviado (adultero) es el comportamiento que la gente etiqueta como tal”*.
Bibliografía
Becker, H. (2005). Outsiders. Madrid: Siglo XXI editores.
Goffman, E. (1993). Estigma. La identidad deteriorada. Madrid: Amarrortu.
Joseph, I. (2009). Erving Goffman y la microsociología. Madrid: Gedisa.
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