Excelencia y productividad. El conocimiento
Enviado por Albert • 26 de Junio de 2018 • 5.767 Palabras (24 Páginas) • 349 Visitas
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Vemos que Jesús tiene el poder para hacer cualquier tipo de milagro en nuestra vida, no sólo el milagro de las cosas que realmente necesitas para sobrevivir, acudimos al Señor para que nos sane de la presión alta, para que nos sane el corazón, el páncreas o los riñones, acudimos a él para que nos sane todos los males, pero no acudimos a él para tener una calidad de vida, sólo acudimos a él para no estar en el hoyo, no oramos para que nos lleve a la cima.
El Señor no solo está interesado en lo que te hace falta, no sólo está interesado en que no seas un desempleado, él está interesado en que tengas el mejor empleo, no está interesado en que pongas una empresa pequeña, Él está interesado en que puedas superarte y puedas hacerlo como empresario, no está interesado en que encuentres quién te de una beca para estudiar, Él está interesado en que seas el mejor estudiante. Si se da cuenta el primer milagro no tenía que ver con comer o vestir, sanidad o liberación, el primer milagro que hizo fue un milagro de excelencia, si algo el mundo y nuestro comportamiento necesita son estándares de “excelencia”.
El Señor hizo el mejor vino, esta historia la conocemos todos.
Juan 2:9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora.
Versión Biblia al Día
Juan 2:9 Cuando el maestro de ceremonias probó el agua, que ya se había convertido en vino, al no saber de dónde procedía (aunque, claro está, los sirvientes lo sabían), se acercó al novio. –Este vino es formidable- le dijo. ¡Eres diferente a todo el mundo! Por lo general los anfitriones usan el mejor vino primero, y después, cuando la gente ya está satisfecha y no les importa, les sirven el vino barato. Pero tú has guardado el mejor hasta el final.
Si Jesús está con usted cosas formidables pasaran en su vida, familia y trabajo.
Cuando haces las cosas buenas te separas de los malos, y cuando haces cosas formidables te separas hasta de los buenos. Dios nos hizo nacer para hacer cosas formidables y ser diferente que todo el mundo.
¿Qué es lo que te diferencia del resto del mundo? Te diferencias cuando haces cosas que otros no hacen como tú las haces.
El Señor separa a unos de otros, en el sentido de hacerlos avanzar, de bendecir, cuando las obras que haces empiezan a estar por encima de la calidad de lo que otros hacen, así es como se diferencian los estudiantes. Cuando haces algo formidables se dan cuenta que eres diferente a los demás, tú siempre quieres que Dios te levante y él lo hace a través de aprovechar cada oportunidad que llega a tus manos para que lo hagas de manera “formidable”.
Cuando te toque presentar un reporte aquí en la iglesia, en tu trabajo, cuando te toque entregar una tarea llévala de tal manera que en la mesa donde se ponga se note la diferencia entre tu trabajo y el de todos los demás y cuando se den cuenta que siempre lo haces así, van a preguntarte por qué lo haces diferente y tú podrás responder: “Soy un hijo de Dios y aprendí que mi Señor cuando hizo vino lo hizo bien hecho, hizo el mejor y así hago yo todo”.
La gente cree que dar un buen testimonio es poner una grabadora con coritos, eso es tratar de hacer un culto cuando tiene que trabajar, creen que eso es un buen testimonio, eso no es un buen testimonio, eso es música, un buen testimonio se da cuando vas a la oficina y te miran bien vestido, bien peinado, lustrado, bien rasurado, bien oloroso y cuando lleguen y te vean entrar no te distingas por los coros que cantas sino por el comportamiento que tienes y así dirán “Aquí viene un verdadero hijo de Dios”. Jamás pida trabajo diciendo: “Si usted me da este trabajo Dios lo va a bendecir”, no usted debe decir: “Yo estoy aquí para que con mi calidad de trabajo “formidable” su empresa salga bendecida”.
Si el evangelio no afecta nuestro comportamiento diario, no ha hecho nada, si el evangelio no afecta nuestra calidad de servicio y de trabajo no ha hecho nada, si el evangelio no afecta la calidad de trato en la familia no ha hecho nada, nos hemos dedicado a cantar coros durante mucho tiempo y ya basta de dedicarnos a eso únicamente, tenemos que levantar las vidas con excelencia, el primer milagro que Jesús hizo fue de “excelencia”.
A veces no sabemos leer y uno piensa que Jesús sirvió el buen vino, lo sirvió de último, pero en realidad el buen vino fue el único que sirvió Jesús, porque el primer vino no lo sirvió él, entonces Él no fue el que sirvió el buen vino de último. Entonces me puse a orar porque en mi conocimiento anterior mal adquirido le dije “Señor: ¿Por qué serviste de último el mejor vino si ya no lo iban a poder degustar bien?” y me respondió: “No lo serví de último, fue el único que serví, además, sea de primero o de último yo no sé hacer algo de menor calidad que no sea lo mejor”.
El Señor no sabe hacer cosas que sean de baja calidad, cuando hizo el mar, la tierra, los cielos, las estrellas y cuando te hizo a ti… todo lo hizo “formidable”.
El Señor hizo el mejor vino porque no sabe hacerlo de otra forma, Dios le da la lluvia a buenos y a malos y hace llover sobre justos e injustos. Hizo el mejor vino lo fueran a beber o no, eso era problema de ellos, y así es Dios con todo, él hace lo mejor, para que lo usas tú, eso es tu problema, pero él ya resolvió el suyo que es no hacer nada inferior a lo mejor. En tu trabajo has lo mejor, lo que haga la empresa es problema de la empresa; como ciudadanos tenemos que hacer lo mejor, lo que hagan los gobiernos es asunto de ellos, yo procuro de corazón predicar lo mejor que puedo; qué hace usted con la palabra que le doy ese es su problema, si usted decide renovar su mente y avanzar es problema suyo, el mío es estar delante de Dios buscando la mejor palabra para dárselas, es como servir el vino formidable, ahora, para qué lo va a usar es asunto suyo, mi responsabilidad fue librada, cumplida. Cuando tocó construir acá fue formidable, lo que usted hace con las instalaciones es problema suyo. Yo estoy tratando de componer Guatemala, de arreglar su cultura, su educación, su manera de comportarse aquí y afuera.
Cuando Jesús va a hacer algo en tu vida no esperes menos de lo mejor, pero tu fe hace que pienses en lo inferior. Aquí vemos que el maestresala le dice al novio
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