Jesus subrabya la importancia de confiar en Dios
Enviado por monto2435 • 12 de Marzo de 2018 • 1.011 Palabras (5 Páginas) • 262 Visitas
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Jesús nos llama al desposeimiento de las cosas que atan nuestra vida y que lejos de hacernos felices nos entristecen más. Hay que invertir en riquezas que no pasen con el tiempo.
Nuestro mundo está lleno del ansia de tener. Fíjate cuántas veces al día escuchas a los que te rodean la palabra "tener" y todas sus derivaciones... A la vez es como una invitación y una obligación. El mensaje de Jesús es justo lo contrario.
El afán por tener puede en el creyente hacerle bajar la guardia en el camino de la fe. Puede hacer que cambien sus prioridades. Puede poner el Evangelio en un lugar muy secundario en su vida, de ahí la alerta que Jesús nos lanza hoy.
Lo que el Señor espera de sus discipulos es que al llegar Él y llamar le abramos en seguida. Tenemos que estar vigilantes porque las cosas de la vida nos pueden distraer tanto que la solidaridad, la justicia, el amor pueden quedar en nuestra vida como algo irrelevante.
El afán puede enfermarnos porque nos hace que nos duelan: los bolsillos vacíos, el olvido de los hijos, el maltrato hacia la pareja, y mucho mas.
El afán nos puede enfermar a tener una fe mágica.
En lugar de tener una relación de amor con Dios y una relación permanente, en lugar de vivir a Dios como Padre, amigo, como mi fuente de paz, gozo y vitalidad hago de Dios un mago, un cajero automático, al que acudo cuando estoy necesitado, enfermo, en apuros, deprimido…
Me gusto mucho una expresión que escuche, Dios no es un clinex que uso y tiro. Dios no es anestesia para mi sufrimiento.
La fe mágica es una enfermedad de muerte. Y se cura con una relación de confianza a pesar de que todo me vaya mal.
La fe perezosa.
La fe que no se compromete, que no actúa. Yo no tengo tiempo para orar, ir a la iglesia, estar en estudios bíblicos, para perder el tiempo con esas cosas. No quiero complicaciones, no quiero comprometerme con Dios.
¿Cuál fe tenemos?
La verdadera fe es como los anteojos, cuando nos los ponemos, podemos ver mejor. es una nueva manera de ver. Es como todo se hace claro por la primera vez. La fe actúa así. Nos permite mirar a Jesús a pesar de los años desde su muerte. Nos hace sentir su encantadora compañía. La fe nos hace ver a Jesús.
"Donde está tu riqueza, allí estará también tu corazón".
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