Resumen Cap 20 ProtoEvangelio de Santiago.

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y alegría.

Sección 4.

En un acto de obediencia, Salomé se acercó al recién nacido, y lo tomó en sus brazos y dijo: Quiero postrarme ante él, porque ha nacido un gran rey para Israel. Al hacerlo, inmediatamente fue curada, y salió de aquella gruta sin duda alguna de que en efecto María había dado a luz, conservando su condición virginal. Y se dejó oír una voz, que decía: Salomé, Salomé, no publiques los prodigios que has visto, antes de que el niño haya entrado en Jerusalén.

Interpretación

Como lo he mencionado al inicio, en la introducción, percibo en el autor de estos relatos, una gran necesidad por justificar la virginidad de María, es en este capítulo, en el que el autor llega al culmen de dicha circunstancia, nos presenta de una manera sobria e inteligible (aunque no es una versión autorizada), la forma en la que se hace la comprobación.

Salomé, representa al pueblo incrédulo de aquellos tiempos y de toda la historia, a todos los que en algún momento se han o nos hemos atrevido, tangencial o abiertamente, a dudar del milagro de la concepción virginal, a dudar de la condición virginal de María.

Entonces el autor, con un gran atrevimiento, casi adivinando lo que pudieran querer hacer la mayoría de las mujeres cercanas a María, revela en el escrito lo que físicamente hace la comadrona al palpar con su dedo, la realidad de la que aparentemente tanto ella había dudado.

Por otra parte, me parece igualmente creativa y atinada, la forma en la que plantea el arrepentimiento de Salomé y el perdón del Señor, es un mensaje para que el lector de aquellos tiempos que dudara de la virginidad, una vez conocida la “verdad” revelada a Salomé, buscara también el perdón de Dios mediante un verdadero arrepentimiento, acompañado de un acercamiento a Jesús.

Conclusión

Si bien comprendo y aceptó que nuestra Santa Madre Iglesia, considere estos escritos como apócrifos, también percibo que en su momento pudieron haber sido tanto útiles como necesarios, a fin de asegurar que los seguidores de los apóstoles (dudosos de la virginidad de María) y los no creyentes, dejaran de mancillar la memoria de la Virgen María e incrementar así, la aceptación del milagro de su virginal concepción.

Este capítulo al ser el que revela lo más intenso de la vida de María, se convierte también en una invitación a leer los otros 21 capítulos, en los que se muestran otras etapas de la vida, obra y gracia de la Virgen María.