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Diversidad y grupos vulnerables

Enviado por   •  30 de Diciembre de 2021  •  Ensayos  •  3.750 Palabras (15 Páginas)  •  325 Visitas

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ALUMN@:Jazmín teresa Martínez Rodríguez GPO.2D

ACTIV. 1     

                           “DIVERSIDAD  Y  GRUPOS VULNERABLES”

AE: PARTICIPA EN PROYETOS PARA PROMOVER UNA  CULTURA INCLUYENTE  E      INTERCULTURAL EN SUS ESPACIOS DE CONVIVENCIA.

 ACTIVIDAD:   REALIZA  EN  COMPUTADORA…..  EL SIG. TRABAJO DE INVESTIGACION 

                                                     

DEBERA CONTENER  LA SIGUIENTE INFORMACIÓN :      CON IMAGENES

  

  •  DE LOS DIFERENTES  GRUPO SOCIALES QUE SUFREN DISCRIMINACIÓN … EXPLICAR  SU PROBLEMÁTICA

….EXPLICAR SUS PORCENTAJES o  DATOS  ESTADÍSTICOS.

…. EXPLICA DOS PROPUESTAS  DE ATENCION..PARA LA SOLUCION

Los resultados se presentan tanto para la población en general como para ocho grupos: mujeres, adultos mayores, jóvenes, personas con discapacidad, minorías religiosas, minorías étnicas, minorías sexuales y personal doméstico,2 considerados por el CONAPRED como poblaciones en situación de discriminación.

Discriminación, pobreza y vulnerabilidad: los entresijos de la desigualdad social en México Discriminación, pervertí and vulnerability: Ordóñez Barba* Resumen: en este artículo se presenta un acercamiento al estudio de la relación entre la discriminación y la pobreza en México. Con las bases de datos de la Encuesta nacional sobre discriminación de 2010, se cuantifica la importancia de la pobreza sobre las actitudes y comportamientos discriminatorios que sufre la población en general, y también los grupos de mujeres, adultos mayores, jóvenes, personas con discapacidad, minorías religiosas, minorías étnicas, minorías sexuales y personal doméstico, considerados por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, como poblaciones en situación de discriminación. Para ello se construyó un indicador de pobreza y un índice que mide su importancia relativa como factor de discriminación, en el ámbito de las percepciones y en lo referente a las experiencias de los individuos como víctimas. La evidencia muestra que la discriminación tiene mayor incidencia entre las personas en condición de pobreza, y que se repite para la mayoría de los grupos vulnerables. REGIÓN Y SOCIEDAD, ISSN E-2448-4849 / AÑO XXX / NO. 71. 2018 * Profesor-investigador de El Colegio de la Frontera Norte. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III. Km 18.5 carretera escénica Tijuana-Ensenada, San Antonio del Mar, C. P. 22560. Tijuana, Baja California, México. Teléfono: (664) 631 6300, extensión 6202. Correo electrónico: ordonez@colef.mx DOI: http://dx.doi.org/10.22198/rys.2018.71.a377 Artículos 2 REGIÓN Y SOCIEDAD / AÑO XXX / NO. 71. 2018 Palabras clave: discriminación; pobreza; grupos vulnerables; desigualdad social; México. Abstract: this article presents an approach to the study of the relationship between discrimination and poverty in Mexico. By using the databases of the 2010 National Survey on Discrimination, the importance of poverty is quantified in relation to discriminatory attitudes and behaviours against general population, as well as women groups, elderly adults, young people, people with disabilities, religious minorities, ethnic minorities, sexual minorities and domestic workers, considered by the National Council for the Prevention of Discrimination as populations facing discrimination. A poverty indicator and an index were constructed in order to measure its relative importance as a discriminating factor in terms of perceptions and with regard to individuals’ experiences as victims. Evidence shows that discrimination has a greater impact among people living in poverty, as well as among most vulnerable groups. Key words: discrimination; poverty; vulnerable groups; social inequality; Mexico. Recibido el 1 de febrero de 2016. Aceptado el 7 de diciembre de 2016. Introducción De acuerdo con diversos estudios, la discriminación está extendida en la sociedad mexicana, se manifiesta en múltiples escenarios y relaciones, se practica de manera consciente o inconsciente, y se sustenta en prejuicios de todo tipo y en barreras de exclusión a oportunidades de desarrollo individual y colectivo en todos los ámbitos de la existencia humana: social, político, económico y cultural (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos ORDÓÑEZ / DISCRIMINACIÓN, POBREZA Y VULNERABILIDAD 3 Humanos 2003; Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, CONAPRED 2004a y 2004b; Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO 2006; Ronquillo 2011; Raphael 2012; Székely 2006; Székely y Fuentes 2010). Las dos primeras encuestas nacionales sobre discriminación en México (ENADIS), levantadas en 2005 y 2010 (CONAPRED 2011; 2005), presentan un cúmulo de evidencias que confirman la amplitud de las percepciones y actitudes discriminatorias de las/os mexicanos respecto del origen étnico o racial, las preferencias sexuales, las tradiciones religiosas, las condiciones socioeconómicas, la vejez, las discapacidades, las enfermedades crónicas y la situación migratoria, entre otras condiciones o características que definen las singularidades del ser humano (CONAPRED 2011; 2005). De acuerdo con los datos de la última encuesta, alrededor de la mitad de los mexicanos mayores de 11 años ha sentido que sus derechos no se han respetado, por lo menos una vez en su vida, debido a alguna característica asociada a su situación económica, personalidad o preferencias. Las mediciones de la pobreza en México también indican que es una condición de larga data, y que aún hoy incide en gran parte de los mexicanos. Según las estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL 2016), en 2014, 53.2 por ciento de la población padeció algún grado de pobreza por ingresos y, de acuerdo con las estadísticas históricas disponibles, representa una proporción similar a la que existía en 1984 (Székely 2005). Desde otros ángulos, la distribución social y territorial de la pobreza muestra un patrón que tiende a reforzar las condiciones de desigualdad prevalecientes entre regiones y grupos sociales. En la escala territorial se siguen observando brechas profundas entre las entidades más urbanizadas e industrializadas del país, y las que cuentan con una población en su mayoría rural y dedicada a las actividades primarias. Entre este último subconjunto destacan los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, por ser los más pobres y con la mayor proporción de habitantes rurales e indígenas. La intensidad de la pobreza en los indígenas, medida con la metodología multidimensional, no se limita a los de dichas entidades, sino que aqueja a todos los que habitan en el territorio nacional. 4 REGIÓN Y SOCIEDAD / AÑO XXX / NO. 71. 2018 De acuerdo con el CONEVAL (2015), la pobreza entre los indígenas supera 73 por ciento, y llega a 53.9 y 54.1 en la población menor de 18 años y las personas con discapacidad respectivamente (CONEVAL 2015). En la mayor parte de la literatura especializada en el estudio de la discriminación, se da por sentado que las prácticas y actitudes discriminatorias tienen una incidencia mayor entre las personas económicamente más débiles. La legislación mexicana en la materia reconoce a la condición económica de los individuos1 como una causal de discriminación, y la magnitud con la que se presentan ambos fenómenos permitiría conjeturar que su área de intersección es amplia. Sin embargo, la evidencia presentada aún es insuficiente para conocer en qué medida la falta de recursos hace que las personas sean más susceptibles a ser víctimas de discriminación. El objetivo de este artículo es mostrar las mediciones propias realizadas al respecto, con la base de datos de la ENADIS 2010 (CONAPRED 2011). Los resultados se presentan tanto para la población en general como para ocho grupos: mujeres, adultos mayores, jóvenes, personas con discapacidad, minorías religiosas, minorías étnicas, minorías sexuales y personal doméstico,2 considerados por el CONAPRED como poblaciones en situación de discriminación. Para cumplir con el propósito del estudio se construyó un indicador de pobreza y un índice que mide su importancia relativa como factor de discriminación, en el ámbito de las percepciones y en lo referente a las experiencias de los individuos como víctimas de tratos discriminatorios. La evidencia presentada aquí muestra que la discriminación tiene mayor incidencia entre las personas en condición de pobreza y, 1 En la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, promulgada en junio de 2003, la discriminación se define en su artículo 4 como: “toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas. También se entenderá como discriminación la xenofobia y el antisemitismo en cualquiera de sus manifestaciones” (Presidencia de la República 2003). 2 Los grupos no analizados aquí fueron: migrantes y refugiados, niñas y niños, personas con el virus de inmunodeficiencia humana y afrodescendientes. Aunque la encuesta sí considera a los dos primeros, las razones para excluirlos se explican en la sección metodológica. Los dos últimos no formaron parte de la ENADIS 2010, como subconjuntos sociales por investigar de manera específica. ORDÓÑEZ / DISCRIMINACIÓN, POBREZA Y VULNERABILIDAD 5 salvo algunas excepciones, es un comportamiento que se repite para la mayoría de los grupos vulnerables. Desde el punto de vista de las inequidades, los escenarios descritos también sugieren que la discriminación tiende a reforzar las desigualdades, que de por sí ya genera la pobreza, al establecer barreras de exclusión o imponer desventajas inmerecidas por motivos distintos a los de la situación económica de las personas. En el primer apartado se revisa literatura relevante que ha discutido, a escala nacional e internacional, la relación entre pobreza y discriminación. En el segundo se explican los detalles de la estrategia metodológica empleada para la utilización de la ENADIS 2010 en la construcción de los indicadores e índices, y en los procesamientos que permitieron valorar la importancia de la pobreza como factor de discriminación en México. En el tercero se muestran los hallazgos principales de esta aproximación, los cuales, además de confirmar en lo general la prevalencia de la discriminación en condiciones de pobreza, ofrecen un panorama de su comportamiento en los ocho grupos considerados vulnerables y que tradicionalmente han sido víctimas de tratos discriminatorios. En el último se sistematizan las conclusiones principales, y se incorporan algunas reflexiones sobre las implicaciones de los resultados para el conocimiento de los entresijos de la desigualdad social en México. Discriminación y pobreza: ¿fenómenos entrelazados? Uno de los primeros en relacionar la discriminación y la pobreza fue Lester Thurow (1969), quien los describió como un par de problemas gemelos (twin problems), que son de la misma clase, y entiende que están relacionados con la distribución del ingreso (1969, vii). Con este supuesto, y al considerar la distribución del ingreso como una medida de discriminación, Thurow concluyó, después de analizar datos censales de población de Estados Unidos, que la discriminación produce pobreza, limita las oportunidades de obtener mejores ingresos y, en general, recorta las alternativas para que los individuos y las familias discriminadas tengan acceso a una educación suficiente en cantidad y calidad. “La mayor parte (82 por ciento) de la diferencia 6 REGIÓN Y SOCIEDAD / AÑO XXX / NO. 71. 2018 entre la incidencia de la pobreza de los blancos y de los negros se explica por el hecho de ser negro y tener un bajo nivel de educación” (Thurow 1969, 42). Para este autor, la discriminación es un juego de suma-cero: lo que pierde un grupo lo gana el otro. Con un modelo de pobreza, que incluye entre sus causas la discriminación, Thurow estimó en un rango de 5 a 15 mil millones de dólares, la suma que “anualmente ganan los blancos (y pierden los negros) por la discriminación en Estados Unidos” (1969, 134). En estudios más recientes se insistió en situar en el mercado el vínculo discriminación-pobreza; por ejemplo, Kevin Lang discute los fundamentos de una teoría de la discriminación basada en prejuicios, a los que define como actitudes que pueden o no derivar en actos de discriminación.3 Lang supone que los mercados de trabajo pueden limitar la discriminación (porque los agentes económicos tienen interés en obtener la mejor combinación de factores, que incluye mano de obra, sólo cuando funcionan correctamente, porque cuando no lo hacen el prejuicio puede causar discriminación.4 Como Thurow (1969), Lang se concentra en la discriminación por raza, pero advierte que su teoría, con cambios menores, se puede aplicar a la ejercida por sexo o contra miembros de otros grupos (Lang 2007, 265). En México son pocos los estudios que relacionan expresamente pobreza y discriminación. El segundo tema es más reciente y, en general, los autores lo abordan con otros conceptos relacionados, aunque sin ser sinónimos estrictos, como exclusión, desigualdad y segregación. Abundan las investigaciones sobre la discriminación contra las mujeres (Hölz 1992; Mendoza y García 2009; Frías 2011), y los referentes a la pobreza de las mujeres (Rodríguez 2012), pero son pocos los que discuten abiertamente la relación entre ambos temas. Uno de estos trabajos es el de Ana María Tepichin quien, al tratar de avanzar en la comprensión del vínculo desigualdad de género y po3 “Nos referiremos a prejuicios como aversión, disgusto o percepción errónea basada en características innatas tales como raza o sexo […] El prejuicio no genera necesariamente discriminación, porque las personas pueden no ser capaces de actuar sobre sus prejuicios. Por el contrario, la discriminación puede ocurrir incluso cuando las personas no son prejuiciadas” (Lang 2007, 266). 4 “Las imperfecciones del mercado surgen porque es difícil evaluar la productividad del trabajador o porque las empresas y los trabajadores tienen dificultades para encontrarse” (Lang 2007, 280). ORDÓÑEZ / DISCRIMINACIÓN, POBREZA Y VULNERABILIDAD 7 breza, propone concentrarse en la actividad económica de las mujeres, pues piensa que es ahí donde opera la determinación mutua de género-pobreza, en la forma de “manifestaciones de desigualdad que moldean la pobreza que viven las mujeres y reducen sus alternativas para hacerle frente y sus posibilidades de superarla” (2013, 150). Ella argumenta que los prejuicios contra las mujeres impedirían que este grupo discriminado generara un ingreso suficiente y lo trasformara en una mejor condición y posición social.5 En el ámbito nacional también son numerosos los estudios sobre la discriminación ejercida contra la población indígena (Castellanos 1994; Gall 2004; Hernández-Rosete y Maya 2016), y acerca de la pobreza de este grupo (Torres et al. 2007; Barrera et al. 2015). Pero, al igual que en el caso anterior, pocos autores discuten la naturaleza del vínculo discriminación-pobreza, excepto Jorge Horbath, quien analiza el efecto de la discriminación laboral de los indígenas en los mercados urbanos de trabajo en México.6 Él defiende la hipótesis de que las prácticas discriminatorias contra la población indígena limitan su acceso a empleos bien remunerados y a una educación de calidad, y los condena a una situación de marginación y pobreza. “Las condiciones precarias en las que se encuentra la población indígena en México son resultado no solamente del rezago económico y social de sus comunidades, sino también de una clara y sistemática discriminación y segregación, que limita su capacidad como grupo social” (Horbath 2008, 48-49). Estima que el ingreso de los indígenas es 21 por ciento menor al de los no indígenas, en las áreas urbanas de las zonas metropolitanas de México (2008, 43). Por posición ocupacional y para 5 No obstante, Tepichin rechaza abiertamente que la desigualdad de género sea sinónimo de pobreza. “Carencias de ingreso, educación y alimentación […] pueden ser indicadores de pobreza pero no necesariamente lo son de desigualdad de género” (Tepichin 2013, 146). De manera similar, las “diferencias en remuneraciones y participación en el trabajo remunerado pueden dar cuenta de desigualdad de género pero no necesariamente de pobreza” (Tepichin 2013, 146). 6 “La discriminación en el mercado de trabajo se produce cuando los empleadores y trabajadores dan un trato diferencial a los individuos de ciertos grupos sociales en el proceso de reclutamiento, desempeño y promoción, fundándolo en criterios diferentes a las calificaciones y méritos requeridos para desempeñar una actividad productiva. La mayoría de las prácticas discriminatorias surgen de preconcepciones y prejuicios acerca de los miembros de ciertos grupos sociales, lo cual induce a la discriminación estadística en los resultados en el mercado laboral” (Horbath 2008, 26). 8 REGIÓN Y SOCIEDAD / AÑO XXX / NO. 71. 2018 todo el país, la brecha salarial entre indígenas y no indígenas es de 34 por ciento para los obreros, 57 para jornaleros y peones en el campo, y 67 para trabajadores por cuenta propia (2008, 50). Una conclusión adicional de Horbath se refiere al efecto acumulativo de la discriminación múltiple; ya que la combinación de ciertas características la acentúa. Por ejemplo, las mujeres indígenas registran índices superiores de discriminación salarial y educativa que los hombres indígenas (2008, 50).7 En general, quienes estudian el vínculo discriminación-pobreza suponen que la primera es causa de la segunda; pero también sucede lo contrario. Lahoz et al. (2011) apuntan que las mujeres indígenas de una comunidad pequeña en Veracruz son víctimas de segregación y discriminación por ser pobres. Una de las entrevistadas dijo que “la misma gente te separa de las otras, te denigra, te pone en un lugar donde tu estés sola porque eres pobre, no te escucha, no te respeta, eres pobre, nadie te quiere, cualquier persona hace este, como decirte, burla, te humilla […] tienes nada […] Ser pobre es un peso sobre cada persona, un peso grande” (2011, 143). A escala nacional, los únicos datos disponibles que aproximan una medición de la pobreza como origen de la discriminación son los que aparecen en el informe de CONAPRED (2011), en el que se describen los resultados generales de la ENADIS 2010. En este informe se presentan algunas gráficas que vinculan las percepciones de las personas como sujetos de discriminación con su “condición socioeconómica” y, en general, demuestran que los indicadores mantienen una relación inversa: entre menor es la condición socioeconómica, mayor es la sensación de discriminación. Este esfuerzo, sin embargo, adolece de una explicación metodológica que permita conocer cómo se construyó el indicador que alude a la “condición socioeconómica”, lo cual impide valorar su pertinencia como medida de pobreza. Como se puede desprender de esta revisión, los estudios coinciden en establecer una conexión estrecha entre pobreza y discriminación, y aunque la relación de causalidad que se busca analizar cambia de un 7 En otro estudio que dedica a los indígenas de Sonora, y que escribe en colaboración con María Amalia Gracia, Horbath vuelve a vincular la discriminación con pobreza, con resultados que confirman el efecto señalado en el mercado de trabajo (Horbath y Gracia 2012). ORDÓÑEZ / DISCRIMINACIÓN, POBREZA Y VULNERABILIDAD 9 estudio a otro, la mayoría considera a la discriminación como causa de pobreza. Aquí se adoptó una perspectiva bidireccional, es decir, que la falta de recursos económicos origina discriminación, pero al mismo tiempo las barreras de exclusión que imponen los tratos discriminatorios obstaculizan el acceso de las personas a oportunidades de empleo, ingreso o educación, que les permitirían salir de su pobreza. Se exploró sólo la primera parte de la ecuación y, mediante el uso de la base de datos de la ENADIS 2010,8 se cuantificó la importancia del factor pobreza sobre las actitudes y comportamientos discriminatorios de que son objeto las personas en México. Consideraciones metodológicas sobre el uso de la ENADIS 2010 La ENADIS 2010 permite medir la importancia de la pobreza como factor de discriminación. Sin embargo, no es posible estimar esta aproximación de manera directa; para ello, antes fue necesario efectuar una serie de procesamientos a fin de hacer operativo un indicador de pobreza que fuera metodológicamente sólido considerando las limitaciones propias de la encuesta, y que permitiera separar a la población encuestada en pobre y no pobre. Después de revisar lo cuestionarios y de verificar las dificultades para instrumentar la medición multidimensional, adoptada en fecha reciente por el CONEVAL, se optó por emplear la metodología tradicional, que cuantifica a la población pobre según la disponibilidad de ingresos en las familias.9 Esta última metodología se basa en la construcción de “umbrales” de ingreso familiar per cápita que, en teoría, les impediría a los integrantes de un hogar cubrir sus necesidades y consumos básicos. Según esta perspectiva, se establecieron tres umbrales de pobreza (alimenta8 La base de datos, los informes de resultados y los cuestionarios de la ENADIS 2010 se pueden descargar de: http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=pagina&id=424&id_ opcion=436&op=436. 9 Esta metodología fue propuesta por el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza (2002), creado por la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), en 2001. En 2006, el CONEVAL la adoptó como la medición oficial hasta 2010, cuando comenzó a emplear la Característica Descripción Unidad de observación Vivienda, hogares y personas de interés Método de recolección Entrevista cara a cara con cuestionario electrónico. 1 La ENADIS 2017 tiene como antecedente dos encuestas nacionales, que el CONAPRED como órgano público encargado de la prevención y elaboración de política antidiscriminatoria, realizó en 2005 y 2010. La primera la realizó en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Social, y la segunda, con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Para mayor información consultar: http://www.conapred.org.mx COMUNICACIÓN SOCIAL Cuestionario General Característica Descripción Esquema de muestreo Probabilístico Selección de vivienda y poblaciones de estudio en dos etapas. Informante elegido aleatoriamente en tres etapas Estratificado Por conglomerados Cobertura geográfica Nacional; urbana y rural; y entidad para el cuestionario de opinión y experiencias. Tamaño de muestra 39 101 viviendas. Periodo de levantamiento 21 de agosto al 13 de octubre de 2017. Se utilizaron tres instrumentos de captación para recolectar la información, los cuales se mencionan enseguida: * Contiene 34 preguntas repartidas en 4 secciones. Recoge información sociodemográfica que permite caracterizar e identificar a la población de interés: persona elegida de 18 años y más, y personas de los grupos de estudio. Cuestionario de Opinión y Experiencias (COE) Consta de 21 preguntas distribuidas en 6 secciones. Capta las opiniones y experiencias de discriminación de la población de 18 años y más. Cuadernillo de Módulos Comprende un total de 60 preguntas distribuidas en 8 módulos. En él se recoge la opinión y experiencias de discriminación de los siguientes grupos: 1. Personas de 12 años y más indígenas. 2. Personas de 12 años y más con discapacidad. 3. Personas de 12 años y más de la diversidad religiosa.* 4. Personas de 60 años y más. 5. Niñas y niños de 9 a 11 años. 6. Personas de 12 a 29 años. 7. Mujeres de 18 años y más. ∙ Mujeres de 18 años y más trabajadoras remuneradas del hogar en el último año. * Corresponde a personas con religión distinta a la predominante en el país, y di [pic 1]

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