Década Infame (1930-1943) Galasso- Documentos para la otra historia
Enviado por Jerry • 21 de Noviembre de 2017 • 5.741 Palabras (23 Páginas) • 514 Visitas
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Así el 6 de septiembre de 1930, concluye el segundo gobierno de Yrigoyen.
No se equivocaba Yrigoyen respecto a la lealtad de los mandos. Sin embargo, como la orden de represión no fue dada, la fuerza militar mayoritaria permaneció pasiva, de tal modo que el Colegio Militar pudo tumbar al gobierno.
Varios fueron los factores que contribuyeron a provocar una parálisis que condujo a la caída:
- La creciente burocratización gestada alrededor del caudillo, perdiendo contacto con la base popular,
- La edad avanzada y su salud.
- Pero el facto principal es el nacionalismo agrario del radicalismo, incapacitado para entender la necesidad del desarrollo industrial de la Argentina y por lo tanto, la impotencia frente a la crisis mundial de 1930.
- A su vez, la crisis mundial altera el mecanismo de relojería con el que el imperialismo hacia funcionar a la semicolonia como granja productora de alimentos baratos. Y el radicalismo, hijo de esa estructura dependiente (y de ahí su agrarismo) se encuentra incapacitado para dar respuesta.
Una dictadura pro-norteamericana:
El General retirado José Félix Uriburu, autoritario y con un ánimo represor, expresa en sus primeras palabras el propósito del nuevo gobierno de terminar con los que ellos juzgan “la preponderancia de las chusmas yrigoyenistas”, “el furor de una democracia canallesca”.
El orden de las “sanas jerarquías” hará de imperar ahora, volviéndose a las tradiciones patriarcales, sin inmigrantes ni ideas disolventes en el escenario político. El frente de las clases populares liderado por los sectores medios ya es pasado.
Sin embargo, el grupo que asume el poder no expresa a la oligarquía agropecuaria probritánica (que permanece detrás de Justo) sino el nacionalismo reaccionario de viejas familias del interior (los Uriburu, los Ybarguren, por ejemplo). Para este sector social, las libertades democráticas conducen al fanatismo de las masas y tarde o temprano al comunismo, por lo cual es preciso organizar gobiernos de elites, antiliberales y corporativos, capaces de asegurar la propiedad privada y los valores nacionales.
Una administración sin límites por el fascismo de Mussolini y sus formas corporativas, caracteriza a los uriburistas, aunque se califique de “nacionalistas”. (Uriburu admiraba al fascismo italiano de Mussolini, y eso se ve reflejado el Argentina, por medio del corporativismo. Corporativismo: en la democracia vota la mayoría popular, en este sistema votan las corporaciones (sindicatos).
Se trata de un nacionalismo curioso (que llega al poder derrocando a un gobierno nacional y popular) combinando el autoritarismo político con el entreguismo económico.
Uriburu: Provenía de la clase alta salteña y se hallaba vinculado familiarmente con los Patrón Costa y los Anchorena. Mantenía relaciones con los sectores adinerados y era socio del Círculo de Armas. En su estadía en Alemania, se integro a la guardia imperial del ejército germano y eso lo llevo a una posición neutral durante el conflicto.
Equipo económico de la dictadura de Uriburu: presidente el doctor Ibarguren, quien Uriburu lo designaría interventor en Córdoba.
Pero el manejo de los negocios estaba en manos del comisionado general, el banquero Suleyman Krieger. (Padre del futuro ministro Adalbert Krieger Vasena).
De vicepresidente Enrique Santamarina de familia ganadera y accionista de la empresa petrolera ASTRA, ligada a la Stand Oil, lo cual el nacionalismo empieza a convertirse en proyanquismo.
De los 8 integrantes del gabinete, 4 de ellos tenían vínculos con petroleras extranjeras y un quinto con capitales alemanes.
La influencia de petroleras norteamericanas resulta muy fuerte, durante su gobierno el imperialismo ingles se encuentra debilitado en Argentina. Esto se ve en los beneficios recibidos por la Stand Oil y la creciente importación de automóviles yanquis. Debe comprenderse que la crisis económica mundial había desajustado la relación semicolonial entre la Argentina y el Imperio Británico. Esta situación duraría muy poco, y a partir de 1932 la presidencia de Justo se encargaría de reajustar las condiciones de vasallaje.
La represión:
Apenas iniciado el gobierno aumenta la represión contra las organizaciones populares. Declarado el Estado de sitio la Ley Marcial, el nacionalismo oligárquico persigue a los radicales e izquierdistas, especialmente anarquistas
Un régimen de torturas implanta el terror. 10 nuevos métodos de tortura se crearon y se pusieron en práctica en la Penitenciaría Nacional. El comisario Leopoldo Lugones (hijo) gana una gran fama de represor.
Carlos Ibarguren (interventor en Córdoba y asesor del dictador) deroga la Constitución de 1853 y reemplazarla por una nueva Carta de naturaleza corporativa que permitía concluir con la democracia. Sin embargo no resultara fácil.
Por un lado el Gral. Justo (respondiendo a la oligarquía pro inglesa dueña de la pampa húmeda) se encuentra armando su estructura de poder dentro del ejercito y el no participa de estas inquietudes fascistas, sino que aspira a consagrarse presidente, por medio del fraude
Por otro lado, la dictadura se enfrenta a un movimiento de oposición: la “resistencia radical” proviene de parroquias militares y filas del ejército.
“La resistencia radical”:
Fines de diciembre de 1930 se produce un intento de levantamiento en Córdoba. En 1931 se produce otro en Tucumán. Estos levantamientos (militares y cívicos militar) se manifiestan también a principio del gobierno de Justo impugnando su gobierno fraudulento y exigiendo el regreso a las prácticas democráticas del yrigoyenismo.
Esta “resistencia radical” encuentra obstáculos en los planes de reorganizadores del Partido, llevados a cabo por Alvear. La línea yrigoyenista consecuente lo enfrenta pero Alvear logra nuclear a radicales moderados y de derecha, mientras que Yrigoyen está detenido en Martin García.
La situación social: desocupación, miseria, delincuencia, prostitución, drogas, desnutrición, deserción escolar, enfermedades.
Las elecciones del 5 de abril de 1931:
Uriburu y su equipo, suponiendo que el radicalismo ha sido aniquilado, convocan a elecciones en Buenos
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