EL ABORTO “UNA PERSPECTIVA GENERAL”
Enviado por monto2435 • 18 de Junio de 2018 • 1.693 Palabras (7 Páginas) • 542 Visitas
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La lucha por la despenalización del aborto ha sido una larga carrera por la vida y la salud de las mujeres, amén de ser considerada la maternidad libre y voluntaria como un derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas”[4].
Cabe resaltar que el aborto no siempre ha sido catalogado como un acto criminal. Según el filósofo Gustavo Escobar Valenzuela, en la antigua Grecia se dividían las opiniones respecto al aborto. Hipócrates, el padre de la medicina, rechazaba el aborto como medio de control para la natalidad. En su famoso juramento hipocrático prohibía suministrar remedios abortifacientes; sin embargo, filósofos como Aristóteles vislumbraban el aborto como medida de control de población y para el desarrollo de una comunidad “bien integrada”.[5]
Según Will Durant, las mujeres del Imperio Romano preferían que su atractivo fuera más sexual que maternal, en general, preferían la libertad individual ante las necesidades de la raza.[6]
Podemos ver que muchos consideran que el aborto no es moralmente reprobable pues el feto no es persona moral y por lo tanto no tienen los derechos morales que se le atribuyen a las personas. Incluso filósofos cristianos consideraban que la persona no comienza a existir desde el momento de la concepción. Según San Jerónimo y San Agustín, no todo feto tiene alma. Por su parte, Santo Tomás tenia la creencia de que el alma no entra en la materia desde el momento de la concepción, si no hasta la séptima semana de la gestación.[7]
En cambio, la medicina moderna cuenta con técnicas sofisticadas, con las que ha penetrado hasta el mundo del embrión y entiende que se trata de un ser humano cuyo corazón late, puede pensar, dormir, soñar y estar despierto, puede sentir dolor físico y reaccionar a las diferentes emociones por las que pasa un ser humano completo.
“El feto, cuando es extraído quirúrgicamente, suele luchar por sobrevivir durante dos o tres horas, a menos que, como ocurre con frecuencia, el “medico” lo ahogue o asfixie para usarlo en estudios o experimentos”.[8]
Cuando una madre decida abortar no piensa en evitar sufrimiento a su hijo sino en evitárselo a sí misma.
Una vez leí una de las metáforas más cercanas sobre el aborto, esta era la historia de una mujer que recibe el telegrama de su hijo radicado en el extranjero avisándole que pronto llegará para instalarse definitivamente junto a ella. La noticia le causa una gran incomodidad pues el chico le quitará espacio y libertad. Entonces piensa que su hijo sufrirá mucho si llega, así que contrata a un asesino a sueldo para que lo mate antes de que aparezca.
“Al abortar no se le brinda a la criatura ni una sola posibilidad de salvarse. Abortar es peor que tirar un hijo a la basura, pues en este último caso tan siquiera se le da la oportunidad de vivir si alguien lo encuentra. Abortar es la opción más cobarde”[9].
En este sentido, es preciso disminuir la cantidad de abortos que se realizan en nuestro país y el mundo. La manera más efectiva de reducir los abortos es mediante la prevención de embarazos no deseados, a través de la información y la educación.
La población debe estar consciente de lo que significa la sexualidad, en una manera de evitar la genitalidad cuando la pareja no está física ni mentalmente preparada para tener sexo.
La educación es un aspecto importante para las personas, saber cómo utilizar los métodos anticonceptivos, porque hay muchos. Debe ser responsabilidad de cada sociedad a nivel mundial, velar por la salud pública de sus ciudadanos.
La familia juega un papel fundamental en esta materia. Esta debe de brindar amor, confianza, educación y apoyo a sus miembros cuando estos lo necesitan.
Para finalizar, aunque no estoy de acuerdo con los embarazos no deseados y por consiguiente con el aborto, cualquiera que sea nuestro punto de vista en torno al aborto, este debe emanar una decisión libre, autónoma y comprometida. Por ello, según la filosofa Margarita Valdés, cada persona debe determinar para sí mismo, con todos sus valores y creencias morales, si el feto merece ser tratado como persona moral o no y por lo tanto, si el aborto voluntario lo considera moralmente correcto o no. Este tema se trata de un asunto individual de moralidad, en el que cada quien debe decidir en conciencia.[10]
Bibliografía
- Art.37, Constitución de la Republica Dominicana. Pág. 11
- Caio Fabio d’ Araújo Filho, El Aborto, Miami, Florida, 1989.
- Consuelo Escobar Palafox, “Consideraciones sobre el aborto”, en Mayéutica, revista del Colegio de Filosofía de la ENP, año 6, núm. 18, enero-febrero-marzo de 1993, pp. 37-44.
- Cuauhtémoc Sánchez, Carlos. Juventud en Éxtasis 2, pág. 70, 74.
- Durant, William. The Story of Civilization.
- Escobar Valenzuela, Gustavo. Ética. Pág.217
- Sonia del Valle, “Virtualid”, núm. 10, suplemento del periódico La Jornada, 24 de febrero de 1998, Pág. 6.
- Valdés, Margarita. El aborto y el concepto de Persona”, Filosofía II, ética y filosofía política. 1989 Pág. 39-40.
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