El Uso del Juego en Educación

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Lo que se puede apreciar es el valor que se le da al juego, desde un marco legal, como un contenido socialmente relevante y no solo como un medio para, a partir de allí, lograr el desarrollo y otros aprendizajes.

Es en este punto donde ocurre la problemática, cuando se realiza un abuso y un mal uso del juego dentro de nuestras prácticas educativas llegando a manipularlos tanto que del juego solo les queda el nombre y no dándole a este la importancia que es necesaria tanto para su aprendizaje como para el del resto de los contenidos que se quieran abordar a través de él.

Al jugar, los niños y niñas deben atender a dos planos de conocimientos tal como explica Patricia M. Sarlé, en su escrito “Lo importante es jugar”: uno relacionado al juego en sí mismo (sus reglas) y el otro correspondiente a los saberes necesarios para poder jugar a ese juego determinado (capacidades físicas e intelectuales). Posiblemente los niños y niñas posean algunas de estas últimas capacidades y solo necesiten recontextualizarlas, adecuándolas a las particularidades del juego. A su vez, también hay capacidades y conocimientos que los niños aun no poseen, y es probable que este sea el origen del “porque” del planteamiento de ese juego determinado. Sin embargo la suma de estas capacidades físicas y conocimientos intelectuales no forman al juego en sí mismo. Es importante conocer las reglas que hacen que un juego, por ejemplo la mancha, sea el juego que es y no otro. Nuestra tarea como educadores es hacer conocer dichas reglas para que los niños y niñas se apropien del juego y su formato, no solo para poder jugarlo durante la clase sino para que sean capaces de reproducirlo y transmitirlo fuera del ámbito escolar.

Lo que sucede en la mayoría de nuestros casos como educadores y futuros docentes es que depositamos no la centralidad en el juego sino en los conocimientos a los que se quiere llegar a partir de él. Si el docente no le presta la atención necesaria al juego y no lo considera como un contenido a enseñar en sí mismo, difícilmente lograra que los niños y niñas lo incorporen dentro de sus estructuras cognoscitivas, es decir que lo aprendan, y muchos menos que la situación resulte positiva para el aprendizaje del contenido al cual se pretendía abordar a través de él.

Una vez que el juego es aprendido en todas sus dimensiones por el niño, recién entonces depositara su preocupación en el contenido al cual el profesor intentaba llegar por medio del juego. Para que el niño aprenda y se convierta en buen jugador debe adquirir las habilidades correspondientes a cada uno de los planos de conocimiento anteriormente mencionados. Para ello, el profesor no debe volver solo sobre el contenido que se intentaba trabajar, sino también sobre el juego, es decir repetirlo en diversas ocasiones para que los niños y niñas se apropien de el en su totalidad.

En este punto quiero ser autocritico ya que en mis practicas llevadas a cabo en el Jardín de Infantes Jorge Newbery, centré mi atención en los contenidos a impartir, como lo fueron los apoyos y el equilibrio, y no en el juego, dejándolo de lado y por lo cual seguramente los niños no los llegaron a aprender en su totalidad.

Utilizar al juego como objeto para abordar otros contenidos y no darle la importancia y centralidad necesaria provoca que este se desvirtué y quede en la nada, es tomarlo como una excusa para enseñar algún otro saber que se considera valioso y no reconocer el juego en todas sus dimensiones: como un saber valioso en sí mismo y como un territorio dentro del cual otros aprendizajes se producen (Patricia M. Sarle).

CONCLUSION

Con lo que concluyo este trabajo es con la idea de que se tome al juego en todas sus dimensiones y se le dé la importancia necesaria que este se merece, ya que es un elemento fundamental de la condición del ser humano desde sus orígenes. Esto es a lo que Gustavo Rolando Coppola define como “Universalidad del Juego” en su escrito “La Escuela y el Juego: un nuevo paradigma”. Dicha universalidad aparece como una construcción de la historicidad del hombre en su desarrollo como dos vías independientes y estrechamente independientes entre sí:

- La primera es que es ser humano juega a lo largo de toda su vida.

- La segunda se refiere a la presencia del juego en todas las manifestaciones culturales del hombre de todas las épocas.

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BIBLIOGRAFIA

- Taladriz C.; Montero Labat; 2013

- Patricia Sarle. Lo importante es jugar

- Carmen Trigueros y Enrique García. El desarrollo de las habilidades motrices a través