Evolución de las Finanzas Públicas 1990 – 2016
Enviado por Ensa05 • 27 de Noviembre de 2018 • 4.893 Palabras (20 Páginas) • 296 Visitas
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Si observamos la Grafica 1 podemos confirmar incrementos en la recaudación de ingresos para el sector público con las caídas más precipitosas en los años de 1994 y 2008 por ser aquellas crisis de mayor gravamen para el desempeño económico mexicano y las de mayor impacto en años recientes, por lo que evidentemente observamos caídas en los ingresos públicos, así como variaciones en tasas de crecimiento sumamente fluctuantes, lo que demuestra la poca estabilidad en la entrada de recursos públicos.
Ingresos totales del Sector publico . [pic 2]
Para una mayor comprensión sobre el desempeño de los ingresos públicos hay que analizar la principal fuente de financiamiento proveniente de las recaudaciones tributarias, siendo en el caso de México la principal fuente de recaudación aquellos por concepto de ISR e IVA, evidentemente las bajas tasas y un ineficiente sistema de impuestos progresivos hacen a México uno de los países con menor recaudación según cifras de la OCDE y por el profesor Tello México se desempeña como uno de los países que menor recaudación tributaria ingresa al sector público, con tasas por debajo del promedio de países miembros de la OCDE, con un nivel de participación del10% respecto al PIB para el año 2012. Sumado a esto de anexan las fallas del sistema de recaudación tributaria que enfrenta problemas de corrupción y elusión fiscal, ya que según cifras aportadas por el profesor Tello se estima que un 93% de la población miente en las declaraciones fiscales[9]; otro factor que obstaculiza la administración tributaria son los elevados niveles de informalidad nacional, donde según cifras de la Organización Mundial del Trabajo en 2011 México presentó 28.5 millones de personas en el mercado informal, representando un 60% de la Población Ocupada)[10].
El ingreso público entonces ha presentado bajos niveles de recaudación derivados de un débil e ineficiente sistema tributario, sin medidas más gravantes para aquellos estratos socio-económicos mejor posicionados, por lo que a lo que continuamos serían a la evaluación del desempeño y destino de dichos recursos enfocándonos desde la perspectiva del Gasto Público.
Al observar las cifras del gasto por clasificación funcional encontramos que de los principales destinos del gasto público son aquellos dirigidos al desarrollo social, principalmente educación y salud, al ser entonces uno de los mayores desembolsos del erario público, nosotros ahora nos preguntamos ¿Qué tan alentadores son los resultados en estos sectores?. La respuesta yace en las cifras.
México aún se encuentra dentro de los países con menor gasto por alumno respecto al promedio de los países de la OCDE; según cifras de esta institución a nivel primario se invierten 2000 dólares por alumno, a nivel secundario 2000 dólares, y a nivel terciario se destinan 8000 dólares; mientras que de acuerdo al promedio de la OCDE se destinan 7000, 9000 y 14000 dólares por alumno, respectivamente a cada uno de los niveles educativos[11].Cabe mencionar en esta conjetura que el nivel educativo de México está considerado como uno de los más bajos respecto a otros sistemas educativos de los países desarrollados. Ahora bien otro de los destinos del gasto como se menciona anteriormente es el dirigido para asistencia a la salud, donde al igual que en el anterior caso, México presenta nivelen aún muy por debajo del promedio de la OCDE; según cifras de 2009 a nivel nacional se destinan 823 dólares per cápita para asistencia en salud pública, datos muy por debajo del promedio de la OCDE, el cual se encuentra a un nivel de 2849 dólares per cápita[12]. Evidentemente para los dos casos anteriores hay que considerar que el nivel de recaudación en México respecto a los países miembros de la OCDE se encuentra entre los más bajos en relación al promedio de los países miembros. Además se resalta la pobre participación del gasto público respecto al privado en destino al sector salud, ya que observamos que aproximadamente el 48% del gasto en salud es de origen público, mientras que el 52% del mismo es de origen privado. Por lo anterior, la participación del gasto público tanto en sector salud como educación si bien representa de las mayores tasas de erogación, a nivel internacional aún es poco significativa, considerando además el nivel de población tan vasto con el que cuenta México.
En cuanto a erogaciones por concepto de desarrollo social encontramos que educación y salud se encuentran dentro de las que mayores recursos destinan, sin embargo a nivel más general tenemos que de todo el gasto público nacional un gran porcentaje es el efectuado por el Gobierno Federal representan la mayor participación porcentual. En comparación a los ingresos del sector público, estos son superados por las erogaciones del sector público, las cuales presentan un porcentaje de participación respecto al PIB promedio anual de 21.8% para el periodo 1990-20016, mientras que los ingresos muestran un nivel de 20.9% para el mismo indicador durante el mismo periodo, lo anterior quiere decir que los niveles de gasto público son mayores a los ingresos públicos[13].
Entonces, si observamos la Gráfica 2 confirmamos que de todo el Gasto Público el mayor porcentaje de participación es el realizado por el Gobierno Federal, desempeñándose casi en la totalidad del periodo como el doble del gasto del Sector Paraestatal, y con una casi nula participación del gasto extra presupuestal.
[pic 3]
Más arriba observamos que los niveles de ingresos estaban rezagados respecto al gasto, por lo que intuimos por lógica que el residual de estos indicadores esta compensado mediante el financiamiento del gasto público mediante la emisión de deuda. Tema sumamente delicado, ya que para diversos autores (sea Enrique Cárdenas, Jaime Ros, etc.) uno de los principales puntos de crítica a a la administración pública de las últimas década es su constante enajenación por mantener un sistema de financiamiento del déficit mediante la deuda de tipo externa e interna. Por lo que los antecedentes de esta son varios y cada uno de estos fue acumulándose hasta nuestros días para culminar con un nivel de endeudamiento de hasta el 59% del PIB para 2016, teniendo en consideración que para 1990 el endeudamiento total apenas rebasaba el 4.8% respecto al PIB (Véase Gráfica 3). Al observar la Gráfica 3 notamos en primera instancia dos fenómenos; en primer lugar, los elevados niveles de fluctuación de las tasas de crecimiento de la deuda total, con un valor mínimo de -17.9% en 1992 y con un valor máximo de 74.4 por ciento en 1994, evidentemente los efectos de la crisis y devaluación de 1944 se hicieron notar
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