Formación Ciudadana. INFORME En el jardín de niños y niñas “Adolfo López Mateos
Enviado por klimbo3445 • 27 de Abril de 2018 • 1.448 Palabras (6 Páginas) • 428 Visitas
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La manera en que las docentes ponen en práctica los conceptos de ciudadanía, democracia o participación es a través de los ambientes de aprendizaje los cuales consisten en lo siguiente:
Un clima afectivo implica la expresión de sentimientos y actitudes positivas hacia los niños: calidez, apoyo, confianza, empatía, entre otros. Un entorno afectivo se basa además en el respeto y la confianza que se brinda a los niños, lo que propicia que se animen a participar y colaborar en tareas comunes: hablar frente a los demás, sentirse capaz y enfrentar los retos de aprendizajes con mayor seguridad.
La disciplina es esencial, pues los niños necesaria una libertad regulada en la que las reglas son necesarias; no impuestas, sino acordadas en un consenso, cercanas por lo tanto a su comprensión y aplicadas para todos. La autoridad en el aula es necesaria como un ejercicio intermedio entre el autoritarismo y la permisividad, el reto es que se propicie permanentemente este equilibrio; un ambiente regulado en donde los niños aprendan a elegir y decidir; asuman su responsabilidad por las consecuencias de sus actos; miren las cosas con mayor perspectiva.
El jardín es la primera institución fuera de la familia que refleja características de nuestra estructura social: organización, reglas, relaciones interpersonales, roles, entre otras. Por lo tanto construye el escenario idóneo donde se debe de promover una cultura democrática entre sus integrantes. Es preciso insistir que los niños de preescolar, aun en su corta edad y ya cuenta con saberes acumulados en tan solo tres, cuatro o cinco años, por lo tanto están en condiciones de aprender habilidades necesarias para convertirlos en integrantes participativos y cooperativos de una sociedad democrática.
Un ámbito democrático estará caracterizad por los rasgos socio afectivos y de respeto y de la no violencia. La violencia se expresa de varias formas, no solamente son golpes, heridas, robos o vandalismo. Los planes de la educación preescolar son espacios donde los niños pueden sentirse seguros; es responsabilidad de los docentes corresponder a esa confianza, procurando un clima que no genere violencia, aun en aquellos que presenten mayor dificultad.
Facilitar la enseñanza y práctica de valores en el nivel preescolar compromete al docente a centrarse en su comprensión y no en su conceptualización; es decir, ofrecer a los niños la oportunidad de experimentarlos y comprenderlos, a través de situaciones significativas y aplicables para distintos escenarios; teniendo, además, las ocasiones para que sus razonamientos se traduzcan en ideas, opiniones, posturas, desacuerdos, etc., a través del uso del lenguaje oral, herramienta sustancial para el aprendizaje.
El jardín es la primera institución fuera de la familia que refleja características de nuestra estructura social: organización, reglas, relaciones interpersonales, roles, entre otras. Por lo tanto construye el escenario idóneo donde se debe de promover una cultura democrática entre sus integrantes. Es preciso insistir que los niños de preescolar, aun en su corta edad y ya cuenta con saberes acumulados en tan solo tres, cuatro o cinco años, por lo tanto están en condiciones de aprender habilidades necesarias para convertirlos en integrantes participativos y cooperativos de una sociedad democrática.
Un ámbito democrático estará caracterizad por los rasgos socio afectivos y de respeto y de la no violencia. La violencia se expresa de varias formas, no solamente son golpes, heridas, robos o vandalismo. Los planes de la educación preescolar son espacios donde los niños pueden sentirse seguros; es responsabilidad de los docentes corresponder a esa confianza, procurando un clima que no genere violencia, aun en aquellos que presenten mayor dificultad.
Facilitar la enseñanza y práctica de valores en el nivel preescolar compromete al docente a centrarse en su comprensión y no en su conceptualización; es decir, ofrecer a los niños la oportunidad de experimentarlos y comprenderlos, a través de situaciones significativas y aplicables para distintos escenarios; teniendo, además, las ocasiones para que sus razonamientos se traduzcan en ideas, opiniones, posturas, desacuerdos, etc., a través del uso del lenguaje oral, herramienta sustancial para el aprendizaje.
Bibliografía
- Programa de estudio 2011. Guía para educadora. Apartado ambientes de aprendizaje. Págs. 141-163.
- Adriana Clavijo Jiménez, Néstor Mario Noreña Noreña. Construcción del concepto de ciudadanía en niños y niñas de 4 a 7 años, desde la expresión de su narrativa. Experiencia en los colegios: Centro María Auxiliadora y Cafam de la ciudad de Bogotá. Vol. 4 | No. 7 | 2010 | pp. 97-108 .
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