La Figura de la Apátrida

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3.2.10. Apátrida por pérdida automática de la nacionalidad

En algunos países tienen establecido dentro de su legislación que una persona puede perder la nacionalidad automáticamente si abandonan el país del cual es nacional o resida en el extranjero por distintos períodos de tiempo. En algunos países son meses y en otros años.

3.3. Subtipos de apátridas

3.3.1. Apátridas de Iure

Este tipo de apátrida es demasiado restringido hasta un tono legalista, pues hace referencia a un colectivo específico de personas.

Son personas que no son nacionales de ningún Estado, ya sea porque no se les otorgó ninguna nacionalidad al nacer o posteriormente, o porque a lo largo de su vida perdieron la nacionalidad y no adquirieron una nueva.

3.3.2. Apátridas de Facto

Son aquellos que no pueden demostrar su nacionalidad o cuya ciudadanía es objeto de litigio en uno o más países, lo cual no incluye a muchas personas dentro de esta definición.

Este tipo de personas no pueden, son incapaces o tienen algún tipo de problema para poder demostrar su nacionalidad.

3.4. La problemática de la apátrida

Queda en evidencia que la condición de apátrida no beneficia de ninguna manera ni al Estado ni a la persona individual, ya que producto de la apátrida se puede llegar a crear una laguna de aplicabilidad de derechos hacia la persona, y por lo mismo se le negarían derechos internos que cualquier nacional tiene acceso por el solo hecho de ser reconocido dentro de la aplicabilidad legislativa del Estado hacia esa persona “nacional”.

El Estado juega un papel sumamente importante en la abolición de la apátrida, ya que debe de ser capaz en primer lugar de reconocer normas de carácter internacional que hayan sobre el tema, y en segundo lugar, de crear normas de derecho interno en donde se aplique la recuperación de la nacionalidad de una persona que la perdió, o el reconocimiento de apátridas y su regulación para combatirla.

Pero subsisten otros problemas que no encuentran solución:

Dichos individuos, no teniendo nacionalidad, no pueden ser objeto de protección diplomática y en caso de expulsión pueden no encontrar país que los admita”149 por lo que sigue siendo de suma importancia la determinación en todos los casos de la nacionalidad de la persona individual.

3.5. Situación de los apátridas

A las personas apátridas se les puede considerar en principio como extranjeros en todos los países, ya que carecen de nacionalidad reconocida; el extranjero tiene ciertas limitaciones sociales, políticas y civiles a diferencia del nacional, pero en este sentido el extranjero con nacionalidad suele tener ciertos derechos y obligaciones protegidos por el derecho diplomático, a diferencia del apátrida.

Por lo mismo cabe la posibilidad que la persona apátrida se aproveche de la situación y del medio social en el que se encuentra, en el sentido de que por no tener una nacionalidad establecida no cumple con las obligaciones circunstanciales que si cumpliría un nacional.

Es importante mencionar que una persona apátrida va a tener dificultades para obtener la documentación necesaria para poder identificarse con su documento de identificación nacional o su pasaporte, esto es causa de no tener ningún medio de comprobar su procedencia y en efecto su existencia legal.

Por lo general, como no pueden adquirir documentos de identidad para probar su ciudadanía, no pueden votar ni participar en procesos políticos y tampoco pueden obtener documentos para viajar, ni acceder a los servicios gubernamentales ni al empleo

Por su parte, a los niños apátridas también se le vedan varios derechos por el hecho de encontrarse en esta situación, a ellos con frecuencia se les niega el acceso a la educación, factor que es muy importante en la vida de cualquier niño, como también se le niega la participación a proyectos sociales como lo es la asistencia médica social.

Es importante señalar en cuanto a la situación de los apátridas diferentes ámbitos en los cuales una persona nacional podría incursionar sin ningún problema, para enumerar algunos se dividirán en:

Situación política:

A las personas apátridas se les desconoce cualquier derecho político, ya que no pueden elegir a ninguna autoridad que se someta a sufragio por una serie de vinculaciones relacionadas a no tener una nacionalidad.

Del mismo modo no puede postularse para ningún cargo público por la misma razón que no puede ejercer su derecho de sufragio, como también por no cumplir con los requisitos establecidos por la ley interior del país para poderse postular para algún cargo de este tipo.

Situación económico-social

La situación socio-económica de las personas apátridas se encuentra un tanto limitada por el desenvolvimiento laboral que pueda llegar a tener al no tener una nacionalidad establecida.

El desarrollo laboral depende mucho de la estabilidad personal y que se puede esperar de una persona que no tenga ningún tipo de registro en ningún país.

Situación legal

A los apátridas le son reconocidos todos los derechos inherentes a la persona individual; tales como por ejemplo derecho a la vida, derecho a la educación, etc., a los que se encuentra limitado es a los derechos que gozan las personas al ser nacionales de un país; como por ejemplo el derecho al sufragio, derecho a la seguridad social, etc.

Derechos y deberes de los apátridas

En principio se puede decir que la persona apátrida no tiene derechos ni obligaciones reconocidos por algún Estado dentro de su legislación interna.

Así el apátrida no cumple deberes militares, no puede invocar protección de ningún Estado, no se le expide pasaporte.

Esto reduce de sobremanera el campo que protege a las personas que carecen de nacionalidad ya que no le son reconocidos ciertos derechos que los nacionales si tendrían bajo cualquier situación, y dejando abierta la libertad de estas personas de hacer cualquier cosa al no identificarse sus deberes, aunque varios cuerpos legales abogan por la protección de éstos.

Deberes