La problemática social y ambiental de La Jagua de Ibirico (Cesar)

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se presenta el cese de actividades en las minas de Carbones de la Jagua, los motivos siguen siendo los mismos, las condiciones laborales, los compromisos sociales y ambientales incumplidos, han solicitado de nuevo a los habitantes y trabajadores de las minas que hagan un llamado de alerta sobre la situación del deterioro ambiental en este importante territorio.

Desafortunadamente el municipio de La Jagua de Ibirico no solo cuenta con problemas ambientales afectando la salud de la población y el turismo de esta zona, sino que también por la corrupción y por la mala administración del municipio los recursos recibidos por concepto de regalías no se han visto reflejados en desarrollo humano. Por la explotación del carbón, el municipio recibe cada año cerca de 30.000 millones de pesos de regalías para invertir en saneamiento, educación y salud para sus 21.000 pobladores. Extrañamente ellos han recibido poco o nada de lo que les corresponde. La comunidad no tiene agua, no tiene alcantarillado, no tiene buenos colegios ni buenas vías, lo cual ha generado un inconformismo permanente por la falta de ayudas, generando desde el año 2007 una serie de acciones por parte de los habitantes quienes buscan centrar la atención del Estado, para obtener soluciones a sus problemáticas.

No obstante, la falta de cumplimiento en la inversión de las regalías no fue el motivo principal de las quejas de la gente. Los habitantes se manifestaron exigiendo dos cosas puntuales. Una, la reparación de la vía principal, que está deteriorada por el paso de los camiones que transportan el carbón de las multinacionales. La otra era la contaminación que generan las carreteras destapadas y el polvillo del carbón, ocasionados por algunas de las empresas asentadas en esta región que han llevado a cabo acciones irreversibles en materia de daño ecológico.

La explotación del carbón sigue haciéndose de la misma forma como se ha venido desarrollando, es decir a través de la minería a cielo abierto. Es aquí donde el Estado debería entra a remediar esta problemática social y ambiental para controlar y tomar medidas para reducir los impactos ocasionados por dicha actividad, o en el peor de los casos el cierre de la misma; sin embargo esto no ha sucedido y lo que han encontrado los habitantes de este territorio ha sido corrupción y en general el abandono por parte del Estado, que por el contrario brinda respaldo al capital extranjero. Lo ideal sería que el Estado tengo un mayor control para mitigar los efectos de la explotación del carbón (en el caso del polvillo); mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la Mina La Jagua que diariamente se ven expuestos a la contaminación del lugar; y sobre todo brindar ayudas a los pueblos cercanos de la mina que se ven afectados por el daño ambiental en la zona.

El lugar de la explotación de esta mina tiene todo lo que necesita, pero los alrededores se encuentran en la más profunda miseria, esto sucede principalmente porque al ser una empresa extranjera como lo es Drummond, ésta no le da mucha importancia al impacto ecológico ocasionado y tampoco al futuro y prosperidad de esa región porque no les afecta directamente. A pesar que existen leyes que protegen al medio ambiente y a la sociedad, el Estado siempre buscará su beneficio mediante la producción extranjera explotando los recursos en nuestro territorio, ya que así no intervengamos en el proceso, debemos obtener una parte de las ganancias o regalías en especial a quienes les están dañando la vida y el futuro, sin embargo el verdadero problema es que a pesar de que se entrega el dinero no es en una cantidad justa o es mal administrado. Debemos cambiar esta mentalidad y luchar colectivamente por nuestros derechos y por lo que nos pertenece, eso permitiría una mejora tanto económica como social, además de la conservación de la flora y fauna que resultaría en un avance como país y como personas.