Proceso y consecuencias de la reforma tributaria

...

Esas dudas son las que me llevan a reflexionar sobre las consecuencias de la aplicación de tan discutida reforma. Por ejemplo, el proyecto contempla aumentar el impuesto a las empresas de un 20% a un 25%; para mí esto sería sinónimo de alza en los precios de los productos ya que no hay que ser experto para saber que una empresa JAMÁS querrá tener pérdida alguna de ganancias, consecuentemente, al aumentarles el impuesto si bien ellos acatarán la medida, traspasarán esta alza a los consumidores en mayor o menor medida para continuar teniendo los ingresos “normales”. Así pues, tenemos una primera consecuencia negativa.

Continuando con otro punto muy tratado, podemos mencionar el artículo que decreta el fin del FUT (Fondo de Utilidades Tributables), el que mayormente tendrá repercusiones en el sector empresarial. Lo que se busca obtener con esto es que las empresas paguen impuestos por la totalidad de sus utilidades y no sólo por las que retiren. ¿Por qué quiere eliminarse?, porque ha quedado de manifiesto que este fondo se está mal utilizando principalmente para evadir el pago de impuestos. Aquí queda demostrada la poca madurez social-moral existente en el empresariado, al no querer ser honestos respecto de las tributaciones que les corresponde hacer. No podemos esperar que haya un avance real si no somos capaces de ser honestos. De concretarse la eliminación de este fondo, lo que avisto son consecuencias positivas ya que, disminuirá la evasión y elusión de impuestos logrando más ingresos que más tarde serán redistribuidos en beneficio de todos los chilenos (considerando que también se mejore la distribución de ingresos a nivel país).

En resumen, cada punto de la reforma tributaria está lleno de matices, hay buenas ideas que sin duda traerán bienestar a la población, así como hay secciones que deberían reanalizarse para perfeccionarlas y que sean de real ayuda.

Tanto autoridades y expertos; como población y empresarios debemos ver el tema con altura de mira, nos falta camino por recorrer en ese ámbito. Todos tenemos cierto grado de responsabilidad en las decisiones que se tomen y es necesario que se dé a cada uno la participación correspondiente, tomando en cuenta cada opinión y que esto no sea solo un “gobierno de pocos” que tome decisiones sin preguntar a nadie, quitando el derecho de expresarse a los otros actores involucrados.

La honestidad y transparencia son elementos claves a la hora de progresar, procuremos cumplir con nuestra parte; principalmente los empresarios de los sectores privados, que no se dejen cegar por obtener más ganancias, sino, por promover un limpio sistema de tributación donde ninguno se haga el desentendido a la hora de rendir cuentas al estado.

La reforma tributaria requiere, en definitiva, de una mejor planeación, por lo tanto, quienes son nuestros «representantes» deben pensar bien antes de actuar, cuidando no precipitarse en la toma de decisiones, deben plantear proyectos concretos, estudiados y revisados exhaustivamente para minimizar el margen de error, ya que, estos recaerán inevitablemente en la gran mayoría de nosotros, los habitantes de Chile.