VOLVER AL CENTRO. En la segunda mitad del siglo XX se ha presentado en Latinoamérica y el Caribe una agravante y creciente pérdida de espacios públicos urbanos y zonas verdes

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Los factores que son necesarios para recuperar los espacios van desde las mismas personas que no habitan, pasando por las entidades y representantes públicos, hasta las empresas privadas que serían contratadas para llevar a cabo dicho trabajo de recuperación. Es sólo cuestión de organizarse, tener voluntad de cambio, trabajar de manera integral con todos los sectores de la sociedad para garantizar la preservación de los planes a ejecutar y, obviamente, reunir los recursos necesarios para lograr dicha meta.

Porque no es posible si todos no ponen de su parte. Ejemplo: si el gobierno lo arregla, pero la gente no ayuda, nuevamente llegara al estado deprimente del cual se rescató, se verá sucio, descuidado, desagradable. Si la gente lo quiere arreglar, pero el gobierno no deja. Si el gobierno quiere, las personas también, pero las empresas no cumplen, tampoco se puede. Todos los elementos tienen que funcionar en una misma dirección, y la intervención debe darse a nivel general para que se pueda lograr.

No es fácil, no es barato, no es rápido, pero vale la pena. Porque nada ni nadie es lo que es hoy sin su pasado; y eso es exactamente el Centro, aquel antiguo corazón de la ciudad que la hizo crecer, y que aun hoy dia tiene mucho mas para dar, pero su potencial se ha visto abrumado por décadas de desidia gubernamental, cívica y económica.

¿Por qué recuperar el Centro?, así como al descuidar el Centro se logró que se deprimiera cada vez más; Arreglar el Centro haría que se recupere cada vez más. Con el rescate del centro se lograría paulatinamente más empleo, la prestación de mejores servicios, de una manera respetuosa con el patrimonio que los alberga, en medio de zonas verdes y espacios que propicien la integración de la comunidad barranquilla en general, y al mismo tiempo se genera inconscientemente en la psiquis del ciudadano un sentimiento de apego y apropiación del centro, un centro que en vez de estar contaminado, saturado y no brindar nada más que problemas a la ciudad, brinde espacios para actividades que nutren espiritualmente al ciudadano, espacios que generen más cultura, que sean agradables, accesibles, que faciliten la integración ciudadana y que a la larga sean constituidos por la misma comunidad barranquillera como elementos icónicos de la ciudad, que gracias al rescate de la desidia y su nueva implementación con actividades que no atentan a su integridad estructural, funcional y formal, preservan el pasado glorioso de la arquitectura de la época; haciendo un pequeño viaje al pasado pasando por cada una de las

etapas en las que dominaron las distintas corrientes arquitectónicas que llegaron al cosmopolita centro de barranquilla.

Es un efecto dominó; si tienes un espacio bonito, agradable y de fácil acceso, las personas lo cuidan y son atraídas a ese espacio, entonces tanto vendedores, como clientes, residentes, entidades públicas y privadas asentadas en el mismo se sentirán cómodas en ese espacio; y de manera fluida, se hace un esfuerzo por mantenerlo de esta manera. Se generan nuevos y mejores negocios que sean acorde a las características urbano-arquitectónicas del Centro, que ayudan con el renacer de un movimiento económico en la zona, una nueva economía practicada de manera sostenible, que no atenta hacia la integridad del patrimonio y del espacio público, si no que por el contrario, dadas sus características, su sostenimiento dependerá del buen estado en que se mantenga el centro, esto a su vez mejora el movimiento de personas locales y de otros lugares, donde pueden caminar, comer, tomar fotos, etc. Toda una nueva experiencia del Centro.

En resumen, si se quiere ver una mejora en esta zona casi malograda de la ciudad, hay que juntar a todos los posibles involucrados; personas propias y ajenas, políticos y entidades privadas, y direccionarlos en un solo camino, un camino que integre soluciones no solo de tipo urbanísticas y arquitectónicas, sino que además se formulen y controlen aspectos globales del centro, aspectos sociales, culturales, económicos, urbanísticos y arquitectónicos, todo esto con una sola finalidad, la de trabajar con todos los actores y concientizarlos para lograr el objetivo de recuperar y darle vida al Centro,

REFLEXIÓN

“VOLVER AL CENTRO”

ESTUDIANTE:

EMMANUEL RINCON FALKENHAGEN

PROFESOR:

MANUEL TORRES POLO

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO

FACULTAD DE ARQUITECTURA

ELECTIVA DE PROYECTOS I

BARRANQUILLA, 23 DE AGOSTO DE 2016