ASIGNACIÓN #1 “RELACIONES FAMILIARES”

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Las razones comunes por las que en la familia panameña se observan actividades conflictivas entre hijos y padres son, la falta de comunicación, la falta de comprensión, los caprichos de parte de los hijos. Aun así, debido a que esto ha ido decayendo más, se incrementan los conflictos por las jóvenes adolescentes embarazadas y la falta de valorización hacia ellos mismos.

En el caso del conflicto de padres hacia hijos, llegan a entrar temas de discusión como la educación de ellos, su futuro, su alimentación; y en el caso de las madres, más que todo es el conflicto de que los hijos hagan sus tareas académicas y las del hogar, aparte de inculcarles valores.

En el caso de sus hijos, ellos se enfurecen debido a que no los comprenden con sus tomas de decisiones, con pensar que ya son lo suficientemente maduros e independientes, cuando en realidad no es totalmente así. Eso es algo que hay que estar presentes como padres, de escucharlos y apoyarlos, pero sobre todo cuando hacen algo mal, castigarlos y mostrar autoridad, ya que eso ejerce influencia en ellos, de crecer y desarrollarse como personas correctas.

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- ARTÍCULO “RELACIONES FAMILIARES”

Todos como seres humanos y sociales debemos reconocer que siempre buscaremos y necesitaremos de lazos intrapersonales, como es el caso, y principalmente, la relación con la familia. Para el crecimiento firme y adecuado de los hijos en cuestión de la niñez a la adolescencia, es muy fundamental crear un ambiente de armonía y convivencia en el hogar, afecto y, sobre todo, comprensión. Al tener un ambiente sano en la familia, favorece a los hijos a ser más emocionales con otros y ser seguros de sí para cumplir sus metas. A su vez, los padres son más felices y estables en sus trabajos y sus vidas personales.

Hay tres puntos importantes a tomar en cuenta, como lo son; el tema de la comunicación y la autonomía, las transformaciones que una familia debe pasar para ser estables y, por último, todos los conflictos que generalmente sufre una familia, entre padres e hijos adolescentes. Comenzando con el principal tema de discusión entre padres e hijos es la comunicación, y el patrón para tener una buena es primero saber escuchar. Muchos padres no quieren escuchar a sus hijos, pero realmente deben hacerlo para brindarle al hijo esa confianza con el padre de poder contarle sus preocupaciones y también sus alegrías. Además, el adolescente debe que debe obedecer y que va a necesitar de ellos siempre, ya sea para la educación, para sus salidas, para apoyo y muchas otras situaciones.

Otro aspecto mencionado anteriormente, son las transformaciones que deben pasar tanto padres como hijos, en lo que consiste en comprender que las relaciones padres/niños son muy diferentes a padres/adolescentes. Un adolescente ya hace distinción del trato entre la madre y el padre, donde la madre es descrita por ser más comprensiva y en ayudar a aclarar más los sentimientos. Mientras que con el padre, el adolescente busca la aprobación y conformidad. Mantener este tipo de vínculo es la clara respuesta de que una relación padres/adolescente se desarrolla y evoluciona con el tiempo, donde se recalca que la comunicación parece reforzar la competencia psicosocial del adolescente.

Por último, el tema de los conflictos más comunes se desenvuelve simplemente en la falta de comprensión, de escucharse mutuamente padre-hijo, de no saber manejar las emociones causadas por estrés, enojo y tristeza. La solución y la manera más adecuada de dirigirse los padres a sus hijos adolescentes es mediante una comunicación positiva donde al hablar se transmitan mensajes en primera persona y centrados en transmitir realmente lo que se piensa o se siente, en vez de criticar la conducta, sino más bien expresar por igual los efectos del comportamiento de los hijos. En vez de ser autoridades que reprimen, tener una relación padre-hijo por igual.

Así que si se quiere introducir una relación saludable entre padres y adolescentes, sería favorable tener estos aspectos en cuenta a la hora de saber cómo comportarse ambos mutuamente y simplemente entenderse. Es necesario hacer un esfuerzo para ponerlo en práctica y volver estas formas de comunicación y respuestas un hábito, y lo más importante es amar a tu padre-madre y amar a tus hijos.