Antecedentes del brexit
Enviado por monto2435 • 7 de Enero de 2019 • 1.292 Palabras (6 Páginas) • 319 Visitas
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de la fractura de la opinión pública británica que había establecido un debate sobre la dudosa rentabilidad que había provocado la adhesión. Esto lleva a que Harold Wilson quiera una renegociación de las condiciones de adhesión para reducir la aportación que hace Reino Unido al presupuesto comunitario. Sus socios firman el acuerdo con la intención de que los británicos sigan formando parte de la CEE.
Margaret Thatcher, con su llegada al poder, vuelve a hacer una campaña para reducir más aun la contribución británicas a las arcas comunitarias. Su principal queja se centra en que el Reino unido recibe menos de lo que aporta al presupuesto europeo y que las ayudas ofrecidas por parte de la Unión Europea se destinan en la mayoría de los casos a la agricultora, algo que no supone apenas beneficios para los británicos.
Estas reivindicaciones abren una crisis que durará 5 años en la CEE que se caracteriza por unos enfrentamientos constantes entre los principales miembros, Alemania, Francia y Reino Unido. El conflicto queda resulto en junio de 1884 en la cumbre de Fontainebleau, donde Margaret Thatcher consigue lo que se conoce como cheque británico, que en la actualidad aún conservan, convirtiendo de esta manera a Francia, pero sobre todo a Alemania, en los principales contribuyentes al presupuesto europeo.
Este cheque supone el inicio del poder de Reino Unido. A partir de entonces los británicos empiezan a diseñar una Europa a medida y deciden no participar en determinadas políticas que consideran no ser de su interés. En las conversaciones previas al tratado de Maastricht en 1992 y que da forma a la Unión Europea, el primer ministro John Major logra no adoptar la moneda única europea y quedarse fuera del euro, al igual que Dinamarca poco tiempo después, siendo los únicos miembros que quedan exentos de la obligación de adoptar la moneda única, esta cláusula es la que se conoce como opting-out.
Aunque en el poder se encontraba ya Tony Blair, uno de los primeros ministros más europeístas que había tenido el Reino Unido, los británicos siguen sin participar en aquellas políticas que no les interesan y quedan fuera , junto con Irlanda, del espacio sin fronteras Schengen que se incorpora a la legislación comunitaria con el Tratado de Ámsterdam en 1997. Tampoco quieren participar en las políticas de Justicia e Interior y, aunque acepta el Tratado de Lisboa aprobado en el 2007, consigue junto con Irlanda y Dinamarca aplicar una seria de excepciones tales como la derogación de la Carta de los Derechos Fundamentales incluida en dicho tratado. Lo que se consigue es que dicha Carta no tenga un efecto vinculante con aquellos derechos que se incluyen y que no están reconocidos en el país. Por último, tampoco participan en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que supone un compromiso suscrito entre los países de la eurozona con el objetivo de prevenir déficits presupuestarios excesivos y la coordinación de sus políticas presupuestarias.
Los últimos acontecimientos que alientan el camino hacia el Brexit se inician en 2013 con el primer ministro David Cameron. La deuda no ha dejado de crecer y la crisis financiera ha producido un incremento de la desconfianza británica hacia la Unión Europea y los euroescépticos presionan a Cameron que, si es reelegido, promete una renegociación de la posición del Reino Unido dentro de la Unión Europea y antes del 2017 convocara un consulta con el objetivo de que los ciudadanos decidan si quieren seguir formando parte de la Unión.
Tras lograr una mayoría absoluta de manera inesperada, Cameron cumple su palabra y el 10 de noviembre de 2016pone sobre la mesa de sus socios comunitarios una lista con las demandas que se deben aprobar para garantizar la permanencia británica dentro de la UE y convoca un referéndum el 23 de Junio de 2016 en el que el “leave” ganó con un 51’9% frente al 48’1% del “remain”.
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