COMUNICACIÓN, PARTICIPACIÓN Y REALIDADES MODERNAS

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Basados en ello y también en otros estudiosos de la comunicación como Rogers y Schramm, a la par que los pensadores latinoamericanos Freire y Pasquali, se gestó una nueva forma de entender y propender por la comunicación, una comunicación que, además de buscar el tan “anhelado” desarrollo, buscara el cambio.

Castells (1996) nos aporta también su punto de vista para la comunicación y sus posibilidades para contribuir a un cambio, con sentido, hacia un desarrollo ideal de los pueblos: “Puesto que la comunicación mediatiza y difunde la cultura, las mismas culturas…son profundamente transformadas…” (p. 360).

Debemos entender entonces la comunicación en y por la participación con miras a cambiar, léase mejorar, las realidades modernas. Siendo esta construcción una posibilidad a futuro para las sociedades latinoamericanas, estamos entonces ante las tres ruedas de un verdadero triciclo del cambio, ellas son la comunicación, la participación y las realidades modernas. Dinamizando estas tres ruedas fundamentales, distintas pero interdependientes, es posible llevar las transformaciones sociales con objetivos claros y benéficos para todos.

La sociedad depende siempre de ellas tres. De la comunicación que entreteje los hilos que unen, forman cultura y sociedad, que posibilita los encuentros y los imaginarios necesarios que también sirven de intérpretes. De la participación la cual hace visibles a los invisibles, da méritos y voces diversas para que la representativa sea adecuada y la construcción realmente comunitaria. Y de la realidad misma, pues condiciona y posibilita a la vez, innegable como ella misma pero susceptible de todos los cambios que se piensen y se trabajen en el tiempo.

Estamos ante un asunto que implica modernidad y realidad, las opciones de progreso, la democratización del conocimiento y las oportunidades para todos, incluso sin dejar de mirar las relaciones de poder que toda sociedad tiene y necesita.

“A pesar de esta evolución social compleja y multidimensional, el proceso decisivo que da forma a la sociedad, tanto a nivel individual como colectivo, es la dinámica de las relaciones de poder. Y las relaciones de poder, en nuestro contexto social y tecnológico, dependen en gran medida del proceso de comunicación socializada…” (Castells, 2008)

Es cierto que de los tres elementos de la triada, la realidad, entendida en parte como esas relaciones de poder existentes, es lo más evidente pero a la vez difícil de descifrar y comprender. Bien sea porque no cambiamos la realidad en un solo día, o bien sea porque de la comunicación y la participación hacemos evidencias con mayor sencillez. La realidad, con todo y sus problemas de desigualdad, de carencia de oportunidades, de desequilibrios, está cambiando drásticamente. Depende de quienes lideran los procesos, no sólo desde la política, el propiciar más cambios y aprovechar los que se están dando para modificar las futuras realidades venideras.

La realidad no es estática, mucho menos inmutable, por el contrario es móvil y moldeable. En estos tiempos, de grandes cambios tecnológicos e impresionantes avances en las ciencias y en las investigaciones, se pueden ver la realidad menos estática que antes, pareciera incluso ir más rápido y uniformemente acelerada. Nuestras realidades están cambiando aceleradamente. También reconocemos que muchos cambios sólo son propiciados por agentes económicos y capitalistas (Castells, 2008) e intencionados para el consumo y el enriquecimiento de unos cuantos grupos o conglomerados mundiales.

Pero no es esto una camisa de fuerza que tenemos que soportar necesariamente, es más la misma historia de las comunicaciones nos da un par de buenos ejemplos, no siempre lo que se crea con un fin termina sirviéndolo eternamente. Expongo el caso del servicio Web, el cual creado para publicar contenido y ofrecer en una vía la información, observó en forma directa como las empresas .com cayeron en un breve lapso de tiempo, no obstante las personas y la sociedad en general, y no sólo el poder, redireccionaron la misma web hacia un nuevo estilo de comunicación digital, la llevaron a la doble vía, a la interactividad como premio. Surgió pues la web 2.0, aún este nuevo modelo dio los primeros pasos para que Internet fuera hoy una red social, lejos muy lejos de la bélica ARPANET.

Una comunicación para el desarrollo social, para la participación debe escuchar y tener en cuenta todas las voces, aún aquellas que parecen no estar de acuerdo con nada ni con nadie. Es fundamental tener en cuenta que sí es posible, en torno a un diálogo constructivo, obtener las mejores ventajas de las realidades existentes que se viven para intervenir los procesos y con ello lograr nuevas realidades, nuevos proyectos y por ende también mejores sociedades. Hoy en día es aún más viable aprovechar la comunicación, los nuevos procesos de comunicación y también las herramientas modernas, según Castells:

El surgimiento de la autocomunicación de masa proporciona un extraordinario medio para que los movimientos sociales y los individuos rebeldes construyan su autonomía y hagan frente a las instituciones de la sociedad en sus propios términos y en torno a sus propios proyectos. (2008, Comunicación, poder y contrapoder en la sociedad red II)

Todo movimiento social y todo individuo de manera particular pueden encontrar en un modelo triado de comunicación, participación y realidad, la manera de ser escuchado, de aprender a escuchar, de lograr acuerdos y establecer metas individuales y también colectivas que apunten todas al bien común.

Está en nuestras manos articular los conceptos, las herramientas, los espacios, los tiempos y sobre todo las personas para que aprendamos, mutuamente, a escucharnos en un largo diálogo cuya única meta sea construir la realidad social que queremos. Por algo la frase célebre de Kafka, es fácil escribir recetas, lo difícil es comunicarse con la gente.

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BIBLIOGRAFÍA

Barranquero, A. (2009). Latinoamérica: la arquitectura participativa de la Comunicación para el cambio. Dialogos de la comunicación (78), 1-14.

Castells, M. (2008). Comunicación, poder y contrapoder en la sociedad red. Los medios y la política. Telos (74), 1-12.

Castells, M. (2008). Comunicación, poder y contrapoder en la sociedad red (II). Los nuevos espacios de la comunicación. Telos (75), 1-15.

Castells, M.