EL PODER Y SUS FORMAS DE CONTROL

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a ampliar enormemente el campo político de las luchas contra la opresión y la exclusión y el fin del capitalismo pasó a articularse con el fin del sexismo y del colonialismo. Con ello nos referimos a las dificultades para imaginar el fin del capitalismo y del colonialismo y para superarlas hay que crear alguna distancia teórica y epistemológica con la tradición occidental. De cualquier manera, como hemos visto, podemos dar saltos en las distintas épocas de la historia, en las diversas sociedades que no rodean, pero sigue estando presente ese elemento que originó el presente trabajo, mismo por el cual la mayoría de los hombres hacen un sinfín de cosas, me refiero a el elemento constitutivo en nuestras sociedades, ese por el cual hombres se ha matado unos a otros a través de los siglos, por el cual se han desatado una cantidad grande de guerras, las cuales han dejado devastación, muerte y hambre. Sin apartarnos de la línea que vamos siguiendo, aún vemos a lo lejos como algo difícil de concebir y todo lo que engloba, el poder.

Ahora bien, una vez que se ha discutido un concepto básico, podemos entrar de lleno al estudio e nuestro tema, no sin antes dejar claro que el poder lo podemos definir de una manera abstracta como, “aquella facultad que una o varias personas posee para hacer determinada cosa o tomar decisiones”.

De ahí es que nos trasladamos a nuestra sociedad mexicana, en la cual es común escuchar palabras tales como democracia y autoritarismo, pero cualquier persona pensaría que son dos conceptos totalmente contrarios, que no podrían llevarse entre sí, ni mucho menos constituir la base de un sistema de gobierno vigente en algún país, pues estamos acostumbrados a escuchar que las sociedades más modernas en el mundo, tienen como base de sus sistema de gobierno a la democracia, con la cual se combate el autoritarismo, mismo que constituye su antítesis.

Normalmente "o se es democrático o se es autoritario", pero en México hay algo distinto, una "democracia autoritaria" muy firme incluso en los albores del siglo XXI que abre un panorama incierto para el futuro del país.

2. NOCIONES BÁSICAS PARA ENTENDER EL AUTORITARISMO Y LA DEMOCRACIA.

En la actualidad, el concepto de democracia no se limita al de una forma determinada de gobierno, sino también a un conjunto de reglas de conducta para la convivencia social y política.

La democracia como forma de gobierno es la participación del pueblo en la acción gubernativa por medio del sufragio y del control que ejerce sobre lo actuado por el estado. El término "democracia" también se utiliza ampliamente no solo para designar una forma de organización política, sino una forma de convivencia y organización social menos vertical, más horizontal, con relaciones más igualitarias entre sus miembros.

El control horizontal, se diferencia del control vertical democrático que se realiza por medio de las elecciones periódicas, visualizado como una conformación del Estado, integrado por diversas agencias con poder para actuar contra las acciones u omisiones ilícitas realizadas por otros agentes del Estado.

CONTROL DEL PODER, DIGO VALADEZ (pag. 16). “Los controles son instrumentos versátiles y dinámicos. No siempre los mismo instrumentos producen los mismo resultados, incluso dentro de los mismos sistemas constitucionales (…) Ningún control actúa por sí solo, a los controles hay que verlos como letras del alfabeto o notas del pentagrama: sus múltiples combinaciones van produciendo diferentes resultados”.

En resumen podemos entender de la democracia, aquella forma de gobierno en la que el poder elige a sus gobernantes a través del voto, es decir, el gobierno del pueblo representado a través de sus gobernantes. Lo cual nos indica que es el pueblo mismo quien toma las decisiones que marcan el rumbo de su sociedad. A esta forma de gobierno democrático existe en oposición una forma de gobierno impura llamada demagogia , de la cual no abordaremos sus rasgos, simplemente queda como antecedente.

Por lo que se refiere al autoritarismo, se entiende como una modalidad del ejercicio de la autoridad en las relaciones sociales, por parte de alguno o algunos de sus miembros, en la cual se extreman la ausencia de consenso, la irracionalidad y la falta de fundamentos en las decisiones, originando un orden social opresivo y carente de libertad para otra parte de los miembros del grupo social.

En un sentido estrictamente técnico, es la forma política en la que el Estado, es decir, el conjunto de instituciones que ostentan el poder político en una delimitación territorial sobre un conjunto de ciudadanos, se identifica con un partido político, cuya función sería servir de nexo entre el poder político y el ciudadano.

Esta concepción del Estado y su identidad con el partido se puede contraponer a los sistemas políticos occidentales de hoy en día, en los que el Estado funciona como un ente superior, siendo así desligado del partido, que a pesar de tener cierto nivel de control sobre el Estado, no puede invadir competencias ajenas y hacerse con el control absoluto, es decir, fundirse con el Estado. Algo parecido a lo estuvo vigente en el sistema político de México en el siglo XX.

3. CONTROL, DEMOCRACIA Y LEGITIMIDAD.

CONTROL DEL PODER, DIEGO VALADEZ (pag.36) “Aunque siempre habrá expresiones de control, puede apuntarse la paradoja de que los niveles de control decrecen en tanto que el ejercicio del poder se hace más rígido o más consensual (…) Los consensos están en la base de los procesos del legitimidad, en el acceso al poder, pero los controles forman el núcleo de la legitimidad en el ejercicio del poder”.

Toda vez que se ha podido clarificar la democracia, además de los conceptos que van sumamente relacionados a ella, como lo son control y legitimidad, debemos entender que no podría comprenderse una sin las otras dos, cada una precede y sucede a la otra. En este sentido hacemos mención a la democracia como la forma de poder en que el pueblo elige a sus gobernares, pero como se legitima ese gobernante, pues a través del sufragio popular o de la aceptación social. Una vez que una gobernante ha sido elegido a través de un proceso democrático, en segundo lugar viene un proceso donde la sociedad a través de su aceptación tácita y aprobación con el resultado da legitimidad a el gobernador.

En el caso mexicano en el siglo XX, se cumplía perfectamente con este requisito, pues existían elecciones y consultas del pueblo para la elección de sus gobernantes, se emitía un sufragio, posterior a ello se arrojaban resultados donde claramente existía un