El uso de la televisión: Investigación de David Morley

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El uso de la videograbadora: Así como el control remoto es posesión del varón, las videograbadores también. Suelen estar a cargo del padre o del hijo mayor, así que cuando ella desea grabar un programa depende de que el hombre le auxilie en la tarea de manipular este artefacto, pero si tomamos en cuenta que es ella quien maneja varios aparatos domésticos en sus labores, éste no debería ser la excepción, sin embargo lo hace consciente de que quien posee mayor control en ese asunto es el marido. El desuso de la mujer sobre la videograbadora también tiene que ver con la elección de una cinta en el videoclub, eso sigue estando a cargo de ellos.

(Perspectiva de Donal: De alguna manera ellas se creen incapaces para el manejo de este aparato y se consideran dependiente de alguien para satisfacer sus necesidades)

Ver la televisión de manera individual y el placer culpable: Como jefas domésticas, las mujeres siempre tienen actividades por hacer, pero hay un momento en el que disfrutan plenamente la actividad de “ver televisión” y esto ocurre cuando el hogar está en calma y no hay que atender a nadie. Por lo regular esto sucede en fines de semana por la mañana.

Mientras que en la semana el varón opta por ver la televisión después de su jornada laboral, ella seguramente alistará lo que por la mañana concluirá; por ello al concluir la semana, cuando todos duermen y nadie asiste a la escuela o al trabajo, ella se levanta temprano a disfrutar de un buen programa o cinta.

Aunque saben que el contenido de éste puede ser irreal o hasta tonto, en comparación con el de su marido, lo disfrutan en su momento y después sienten cierta culpabilidad, sea porque saben que pudieron estar haciendo otra actividad a la par (estilo femenino de ver televisión) o porque no es de la misma calidad que la de su marido; por ello prefieren verlo a solas, cuando nadie les diga nada.

Preferencias en tipos de programas: Ya se han mencionado un poco los gustos masculinos, pero todo se resume en:

- Mujeres = Programas de ficción, películas y series románticas. Aunque son conscientes de que puede ser algo inverosímil, les agrada verlo.

- Hombres = Programas realistas o ficción realista, deportes, noticias y documentales. Aquí ellos, particularmente un entrevistado, consideró que ver programas de ficción absorbe al televidente, se vuelve sedentario y ellos gustan de la actividad, de hacer algo real y cuando ya no hay otra actividad por hacer entonces ven televisión pero deciden ver cosas reales, como los documentales.

(Perspectiva de Donal: la elección masculina puede ser también defenderse ante la crítica de que le gusten novelas o la fantasía en los programas, lo cual le relacionaría a la feminidad)

Noticias nacionales y locales: Tiene que ver con el grado de interés, la mujer por ejemplo atiende aspectos locales ya que pueden impactar en su entorno familiar, en cambio sí ella considera que las finanzas internacionales o problemas nucleares no tienen nada que ver con su familia entonces opta por ignorarlos. El hombre, y esto ya es opinión personal (tomando en cuenta el contexto y tiempo del momento de la investigación), ya que esta fuera del hogar tiene contacto con otra gente con la que puede discutir estos asuntos e incluso orientarle si desconoce algo. Por ejemplo en las finanzas, debe importarle seguramente porque es él precisamente el proveedor.

Esos fueron los puntos que se tocaron en la entrevista de Morley dentro de su grupo experimental y hay que tener claro que no es una generalidad pues en el mundo exterior las variantes son muchas, desde el número de integrantes de la familia, el lugar, la clase social, si ambos padres trabajan, la cantidad y uso del tiempo libre, aspectos psicológicos (como la depresión por ejemplo), incluso el espacio de la sala para ver televisión.

En la actualidad, por supuesto las variantes son las mismas, pero también ya se dirigen un poco más a cuestiones tecnológicas porque la televisión puede que ya no sea el medio más consumido en el contexto familiar; el internet quizás ha venido a ocupar el mayor tiempo de las personas en cuanto a medios.

También hoy en día esta especie de reglas que conformaron los puntos de Morley se ven vulnerados debido a que ahora es más regular que la mujer este en el mundo laboral, entonces sus temas de conversación ya no giran en torno a este medio televisivo. Desde este punto ya todo se tergiversa, porque el rol femenino ha cambiado y era esto lo que partía en dos toda la investigación anterior. Incluso cuando de manera personal intentaba responder a cada uno de los ocho temas de Morley, sentía que estaba en el papel masculino, porque mis preferencias y hábitos se inclinan en los programas realistas, en que tengo contacto con otras personas con temas de conversación completamente diferentes, en que planifico lo que veré conforme a mi interés y en que no soy indiferente de los temas internacionales.

A partir del cambio de roles, vale la pena actualizar esta investigación para responder al planteamiento central del autor, al ¿qué? Y al ¿cómo? Sobre el consumo de la televisión[a] treinta años después.

Bibliografía:

- MORLEY, David. Televisión, audiencias y estudios culturales [en línea]. Argentina, Buenos Aires. Amorrortu Editores. 1996. [Consultado el 26 de octubre de 2015]. Capítulo 5: Desarrollo de la investigación: del contexto de la decodificación al contexto del espectador. Capítulo 6: El marco masculino-femenino en que la familia ve televisión. Capítulo 7: De Family Televisión a una sociología del consumo de los medios. Disponible en: http://distancia1.politicas.unam.mx/moodle/mod/assignment/view.php?id=33692