Enseñanza de la literatura en la escuela primaria.

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un lugar tradicionalmente relevante en el curriculum escolar y esta relación supone diversas maneras de introducirse la literatura en la escuela, variados saberes propuestos como conocimientos escolares sobre la literatura y distintos modos de ser leída.

Lo que debemos proponer para revertir esta situación a la hora de pensar la enseñanza de la literatura seria seguir apoyando las competencias del campo literario: adquisición del sistema de símbolos, desarrollo de la conciencia narrativa y el uso de los libros de la literatura a través de la aplicación de la experiencia, acercando a los niños a todos los géneros y autores y fundamentalmente, proponiéndoles un espectro importante de propuestas de lectura para que después ellos puedan elegir desde su gusto personal y desde el conocimiento de las posibilidades de elección.

Es importante ayudarlos a progresar en la capacidad de hacer interpretaciones más complejas y personales de lo que leen, a la vez que “prever un itinerario de progreso a lo largo de la escolaridad”.

Debemos proponer que el aula sea un espacio donde se lee y se habla sobre libros, donde los libros se puedan encontrar con su lector, un maestro que lee literatura con sus alumnos, que comenta con ellos sus lecturas, que les recomienda libros que el mismo leyó y le gustaron.

Uno de los puntos claves es convencerlos de leer.

No utilizar nunca la literatura como pretexto para el aprendizaje del sistema ni de los valores extrínsecos a ella, ni dudar jamás de que funcionar como lector es también ejercer el oficio de docente, porque mostramos la practica en acción.

Al momento de planificar debemos tener en cuenta:

• La cantidad de libros: es fundamental el número de obras leídas porque permite construir un horizonte de expectativas.

• La selección: incluir textos potentes por su calidad literaria y por las resistencias que oponen a la lectura.

• La variedad de géneros: incluir poesías y el teatro.

• El espacio de la conversación sobre lo que se lee: compartir la lectura significa socializarla. La escuela es el contexto de relación donde se tiende ese puente y se brinda a los niños la oportunidad de cruzarlo.

• La escritura de los niños a partir de textos literarios: permite que se acerquen al sentido de esos textos y a sus modos de construcción.

• La lectura de otros textos no literarios que aportan a la construcción de sentido: refiere al contexto de producción de la obra literaria leída.

El contexto social de la enseñanza, la idea de literatura, objeto de estudio y la concepción del aprendizaje cambiaron profundamente en pocas décadas, es preciso a todas luces que la escuela defina nuevamente los objetivos de la enseñanza literaria, los contenidos que se propone facilitar y la mejor forma de hacerlo.

En este nuevo marco conceptual quedo claro que el interés de la formación literaria en la escuela no radica en el traspaso de un discurso establecido sobre las obras, sino que la educación literaria sirve para que las nuevas generaciones incursionen en el campo del debate permanente sobre la cultura, en la confrontación de cómo se han construido e interpretan las ideas y los valores que la configuran.

Así pues, la búsqueda de un nuevo modelo de enseñanza literaria se inicia con un cierto consenso en la reflexión educativa de las últimas décadas: el objetivo es desarrollar la competencia interpretativa y es necesario hacerlo a través de la lectura.

Formar a los alumnos como ciudadanos de la cultura escrita es uno de los principales objetivos de la escuela.

El acceso a las TIC, lamentablemente, viene a sumarse a las desigualdades que atraviesan a la población infantil. Así como algunos niños ingresan a la escuela con una amplia experiencia de contacto con los libros y otros conocen los libros recién cuando están en su primer grado, también hay niños habituados a internet y otros que la conocen de lejos o saben que existe, pero pertenece al mundo de otros.

Las TIC son parte de un contexto complejo, donde las prácticas de lectura y escritura se redimensionan asumiendo variaciones y diversos sentidos; pero coincidimos con la postura de Sarlo: el manejo de las nuevas tecnologías supone la alfabetización de manera excluyente, y, en tal caso, complejiza la tarea de enseñar a leer y escribir en el Segundo Ciclo, de cara a la Educación Secundaria; porque las habilidades básicas del Primer Ciclo a seguir desarrollando se le suman, entre otras que como docente debemos tener en cuenta:

• Ser capaz de integrar textos, gráficos y material audiovisual para comprender el lenguaje multimedial.

• Aprender a escribir eficazmente y a buscar información en géneros hipertextuales.

• Reconocer ese destinatario particular de la escritura que es habitante de la WEB.

Asumimos la importancia del contacto de los niños y a computadora y su integración a los procesos didácticos; pero de igual modo señalamos el papel mediador insustituible del maestro para sentar las bases que le permitan al niño, en el futuro cercano, ser ciudadano, también, de la sociedad de la información y la comunicación.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

• “Realidad y fantasía o como se construye el corral de la infancia” de Graciela Montes.

• “Andar entre libros” de Teresa Colomer.

• “La literatura en la escuela” de Gustavo Bombini.

• “Diseño Curricular Educación Primaria” de Ministerio de Educación Provincia del Chubut.