Factores que afectan al fracaso escolar y medidas preventivas

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Cuidar el concepto que tienen de sí mismos y devolverle una imagen positiva de quienes son y de lo que hacen. Hay que enseñarles a integrar los errores en el proceso de aprendizaje y no venirse abajo ante las dificultades.

Habituarles a tareas que les ayuden a centrar su atención durante períodos de tiempo apropiados a su edad.

Ofrecerles modelos de lectoescritura adecuados desde pequeños y fomentar en ellos el amor por la lectura y la escritura.

Darles una imagen positiva de lo académico, evitar comentarios que infravaloren la educación.

Ejercitar y estimular la memoria con juegos y actividades diversas. Es tan importante que memoricen lo que estudian como que lo entiendan.

Si el niño tiene dificultades de aprendizaje o baja capacidad intelectual, se precisa una atención especializada cuanto antes.

Generar hábitos de estudio.

Medidas preventivas como actuar ante la aparición de las primeras dificultades, concebir el curso como una carrera de fondo y no permitir que se instalen en el papel de perdedores aunque las notas suelan ser malas, hay que cuidar su autoestima para que no sientan el fracaso como algo esperado y normal.

Con respecto al acoso escolar, los profesores deben estar informados y alertas y crear expectativas positivas con respecto al comportamiento de estudiantes y adultos; los maestros deben recordarles explícitamente a los alumnos que el acoso escolar es inaceptable, y que ese tipo de comportamiento tendrá las consecuencias correspondientes. Los maestros y administradores deben crear un documento contra el acoso, y pedirle a cada alumno, así como a sus padres o tutores que lo firmen y entreguen en la oficina, para que comprendan la gravedad que implica un caso de intimidación. Además, los estudiantes que confrontan dificultades para adaptarse o tener amigos, se les pueden facilitar amistades o darles “trabajo” a la hora del almuerzo y el receso, para que no se sientan aislados ni corran peligro de convertirse en víctimas de acoso.

A modo de conclusión, podríamos decir que existe un amplio abanico de desigualdades entre los alumnos que pueden influir en el fracaso escolar. Se puede diferenciar entre fracaso y abandono escolar, ya que en el primero, la mayoría de las veces es debido a las dificultades económicas de la familia, los problemas del alumno, la falta de comunicación, etc., mientras que el segundo se puede dar cuando existe una falta de interés por aprender por parte del alumno. Sea cual sea la causa, hay que mediarla y ayudar al alumno a seguir adelante motivándolo y evitando que existan factores que lleven al niño a abandonar su proceso educativo.

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