HOMOFOBIA Y DISCRIMINACIÓN POR MOTIVOS DE ORIENTACIÓN SEXUAL E IDENTIDAD DE GÉNERO
Enviado por Ledesma • 15 de Enero de 2019 • 4.035 Palabras (17 Páginas) • 439 Visitas
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2. ¿ES LA HOMOFOBIA UN PROBLEMA ACTUAL? MARCO HISTÓRICO.
La respuesta es no. La homosexualidad es un hecho que ha existido siempre, no pertenece únicamente a nuestros tiempos, sino que existía ya en la antigüedad. Conviene mencionar distintos antecedentes, ya que no sólo existen precedentes culturales como se tiende a creer, para así poder comprender su origen desde distintos puntos de vista. En la cultura griega de antes de Cristo, las relaciones homosexuales eran comunes en los altos estratos de la sociedad. En la Antigua Roma, se permitía la utilización de esclavos con fines sexuales.
Los sitios, hititas y sumerios realizaban ritos que implicaban contactos homosexuales e incluso autorizaron una ley que permitía el matrimonio entre hombres homosexuales. En China, la mayoría de los emperadores tenía relaciones homosexuales. En América, no estaba permitida la homosexualidad y se mataba a quienes tuvieran relaciones sexuales con personas de su mismo sexo. A pesar de esto, existía y se practicaba en forma clandestina. En la cultura maya, era común sobretodo en las clases altas, y además de ser permisible, era admirada.
En el terreno religioso, la influencia de la Iglesia Católica creció a partir de la Edad Media, y la indiferencia que existía hacia la homosexualidad desapareció, y se comenzó a considerarla un hecho impuro y obsceno, un delito que suponía graves castigos.
Se impuso una nueva forma de pensamiento que condenaba todos aquellos placeres sexuales que no tuvieran por fin la reproducción, puesto que se consideraban prácticas antinaturales.
Estas últimas mencionadas dieron lugar al término de “sodomía”, definida por la RAE como: “práctica del coito anal”, y que dio lugar a la persecución y matanza de homosexuales por parte de la Inquisición.
En el siglo XIII, la legislación inglesa planteaba que quienes hubieran tenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo o con judíos, debían ser enterrados vivos.
El movimiento intelectual y artístico que surgió a fines de siglo XV trajo cierta apertura de ideas relacionadas con la libertad sexual, pero a el movimiento de la Contrarreforma censuró, entre otras cosas, el homoerotismo en el arte.
Los primeros indicios de libertad sexual surgen con la Ilustración y la Revolución Francesa.
Cabe mencionar, ya fuera del terreno cultural y en relación al campo de la ciencia, a un grupo de psiquiatras (Michea, Casper y Ulrichs) que propusieron que los homosexuales eran una especie. Krafft-Ebing dijo que la homosexualidad era una categoría degenerativa. Este es el proceso por el la homosexualidad pasa a considerarse como una enfermedad y se intenta explicar desde el punto de vista médico.
3. UNA SOCIEDAD HETEROSEXISTA
Una de las normas de la sociedad es la norma heterosexual. Así, pues, nos educan conforme a esta norma desde que nacemos. De una u otra manera, nos inculcan la idea de que la sexualidad son las relaciones sexuales entre mujeres y hombres, y que estas están más legitimadas cuando además, existen el matrimonio y la descendencia. Las ideas que propone este precepto tienen tanta fuerza que la gente acaba por creerse que somos seres heterosexuales y que solamente sentimos atracción sexual hacia las personas del otro sexo. Este planteamiento está apoyado por los medios y las instituciones que lo mantienen, y es la principal causa por la que muchas personas niegan la evidencia cuando se sienten atraídos por alguien de su mismo sexo.
Hasta tal punto se ha identificado sexualidad con heterosexualidad, que la mayoría de la gente que mantiene relaciones sexuales con personas de distinto sexo considera que esto es lo normal, lo legítimo, lo natural.
Percatarse de que es una norma de obligado cumplimiento es fácil. La opción homosexual no aparece en nuestras vidas como opción sexual legítima, tan satisfactoria o “normal” como la opción heterosexual. Esto lo vemos reflejado en cuentos infantiles, novelas, teatro, poesía, prensa, cine, radio o televisión, en los que la pareja idílica, la pareja por antonomasia, está conformada por un hombre y por una mujer, por ejemplo.
La sociedad obliga explícita e implícitamente a que las manifestaciones afectivas o eróticas de la homosexualidad se vivan en "privado", lo que supone vivir una sexualidad en condiciones de mayor vulnerabilidad.
A esta sociedad que denominamos heterosexista, atribuimos una serie de problemas en distintos ámbitos para las personas que rompan con este esquema convencional de pareja.
En la familia, que es un factor principal y de vital importancia para el desarrollo de los individuos y además es un acto casi reflejo el hecho de “vivir en familia”, se han observado algunos comportamientos que promueven y fomentan el rechazo a colectivos homosexuales. Algunas investigaciones, han tratado de estudiar el grado de adaptabilidad y cohesión familiar además del apoyo social con que cuentan las personas homosexuales. La realización de análisis como tales es debido a casos reales de impacto negativo de la homosexualidad sobre la familia.
En el mercado laboral, el acoso y exclusión es la percepción de la disconformidad con la heteronormatividad previamente mencionada, y también de las ideas preconcebidas sobre la apariencia y el comportamiento que supuestamente han de tener una mujer y un hombre. Una mujer que es percibida como “masculina” o un hombre que es percibido como “afeminado” en su comportamiento o apariencia son víctimas de esta discriminación. En algunas investigaciones, los trabajadores y las trabajadoras lesbianas, gays y bisexuales han declarado haber sido objeto de preguntas invasivas sobre su vida privada y haber tenido que justificar por qué no eran heterosexuales. Además, han comentado cómo habían tenido que “demostrar” su feminidad o masculinidad para poder ser aceptados en el lugar de trabajo y que su cuota fuera apreciada. Casi un 60% de las personas homosexuales, transexuales o bisexuales han vivido algún tipo de discriminación u hostilidad en su trabajo durante los dos últimos años, según un estudio realizado por el investigador de ESADE Business School y la Universidad Ramon Llull Ben Capell.
En las escuelas, las cuales juegan un papel muy importante en el desarrollo de las conductas de sus alumnos tanto en las aulas como fuera de ellas, la homofobia debe tratar de erradicarse. De la misma manera, estas han de fomentar la diversidad sexual desde edades tempranas. Aunque esto es solamente una propuesta, la homofobia continúa siendo en las clases
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